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Invitación a negociar vs. Oferta: Significado y ejemplos
Una invitación a negociar es una comunicación precontractual que expresa la voluntad de negociar un acuerdo, pero no equivale a una oferta jurídicamente vinculante. Es un concepto esencial para comprender la formación de los contratos. He aquí algunos ejemplos comunes de invitación a negociar:
- Anuncios en periódicos o revistas
- Expositores de tiendas que muestran artículos con etiquetas de precios
- Catálogos o listas de precios distribuidos por empresas
- Subastas, en las que el postor hace una oferta, y el vendedor puede optar por aceptarla o rechazarla
Por ejemplo, cuando una tienda muestra un producto con una etiqueta de precio, no está haciendo una oferta vinculante para vender ese producto por el precio especificado. En cambio, la exposición sirve como invitación a tratar, y el cliente hace una oferta presentando el producto para su compra en el mostrador.
Diferencia entre oferta e invitación a comprar
Comprender la diferencia entre una oferta y una invitación a tratar es crucial, ya que determina cuándo se forma un contrato legalmente exigible. He aquí algunas distinciones clave entre ambos conceptos:
Oferta | Invitación a negociar |
Compromiso jurídico vinculante | Sin compromiso jurídico |
Expresa la voluntad de celebrar un contrato en condiciones específicas | Expresa la voluntad de negociar un acuerdo |
El contrato se forma una vez aceptado | Conduce a una oferta hecha por la otra parte |
Como regla general, una oferta es una propuesta hecha por una parte a otra con términos claros y la intención de quedar vinculada por dichos términos tras su aceptación, mientras que una invitación a tratar es una comunicación que fomenta la negociación pero no implica un contrato vinculante.
Derecho contractual Definición y características de la oferta
En derecho contractual, una oferta es una declaración de términos específicos que, si se acepta, crea un acuerdo jurídicamente vinculante entre las partes implicadas. Una oferta debe poseer ciertas características para ser jurídicamente eficaz:
- Intención de crear relaciones jurídicas: La persona que hace la oferta debe tener la intención de quedar legalmente vinculada por el contrato propuesto.
- Términos definidos y ciertos: Los términos del contrato deben ser claros y precisos, sin ambigüedades.
- Comunicada al destinatario: La oferta debe ponerse en conocimiento de la persona a la que se hace.
Es importante tener en cuenta que existen distintos tipos de ofertas, como las ofertas unilaterales y las bilaterales. En una oferta unilateral, una parte hace una promesa a cambio de que la otra realice una acción determinada, mientras que en una oferta bilateral ambas partes intercambian promesas.
Identificar una oferta en un contexto jurídico
Identificar si una comunicación es una oferta o una invitación a tratar garantiza la correcta aplicación del derecho contractual y evita malentendidos. He aquí algunas pautas que te ayudarán a identificar una oferta en un contexto legal:
- Examina el lenguaje utilizado: Una expresión clara de voluntad de obligarse es indicativa de una oferta, mientras que una redacción más pasiva o condicional podría sugerir una invitación a tratar.
- Considera los detalles: Las ofertas suelen contener términos y detalles específicos, mientras que las invitaciones a tratar suelen implicar una terminología más general.
- Analiza el contexto: Las circunstancias circundantes pueden proporcionar pistas valiosas sobre si una comunicación es una oferta o una invitación a tratar. Por ejemplo, los tribunales suelen tratar los anuncios en Internet como invitaciones a negociar debido a la posibilidad de que haya existencias limitadas o errores en los precios.
Imagina una situación en la que un concesionario de coches envía un correo electrónico que dice: "Tenemos un número limitado de coches nuevos a la venta a partir de 20.000 euros. Contacta con nosotros para más información". Es probable que esta comunicación sea una invitación a tratar, ya que el correo electrónico invita a los posibles compradores a negociar las condiciones de un contrato, como la marca y el modelo concretos del coche, en lugar de presentarles una oferta contractual.
Ejemplos habituales de invitación a negociar frente a oferta y su interpretación
En varios casos de la vida real, la comunicación puede interpretarse como una invitación a negociar o como una oferta. Entender estos ejemplos puede ayudarte a comprender la diferencia entre ambos conceptos y cómo los interpretan los tribunales.
- Anuncios publicitarios: En general, los anuncios se consideran invitaciones a tratar. Esto se debe a que los anunciantes no pretenden celebrar contratos con todas las personas que ven el anuncio. Sin embargo, si un anuncio contiene condiciones específicas y una clara intención de obligarse legalmente, puede considerarse una oferta.
- Exposiciones en tiendas: Los artículos expuestos en las tiendas con etiquetas de precio suelen considerarse invitaciones a tratar. Cuando un cliente selecciona un producto, hace una oferta al minorista, que puede aceptarla o rechazarla.
- Las subastas: La llamada a pujas del subastador suele ser una invitación a tratar, mientras que cada puja posterior constituye una oferta. El subastador puede aceptar o rechazar las pujas, y el contrato de venta se formaliza cuando cae el martillo.
- Licitaciones: Las solicitudes de ofertas suelen ser invitaciones a tratar, animando a los posibles contratistas a presentar ofertas. La persona que solicita la licitación puede aceptar una oferta o rechazar todas las ofertas.
- Presupuestos y estimaciones de precios: Facilitar un presupuesto o una estimación de precios suele considerarse una invitación a tratar, ya que quien facilita el presupuesto espera una respuesta antes de llegar a un acuerdo vinculante. Sin embargo, las circunstancias pueden variar, y algunos presupuestos pueden considerarse ofertas si el lenguaje y el contexto transmiten términos claros y una voluntad de obligarse.
Por ejemplo, un concesionario de coches tiene un cartel que dice: "Cualquier coche por 500€ de señal". Este anuncio podría considerarse una oferta si incluye términos y condiciones específicos sobre la disponibilidad de los coches, obligando al concesionario a vender un coche por el pago inicial mencionado. Si no se mencionan términos o condiciones, probablemente se consideraría una invitación a tratar, ya que el concesionario esperaría que los clientes negociaran los términos del contrato antes de finalizar el acuerdo.
Cómo determinan los tribunales la naturaleza de una propuesta: Oferta o invitación a negociar
Los tribunales desempeñan un papel crucial a la hora de determinar si una propuesta es una oferta o una invitación a negociar, examinando la comunicación y todos los factores relevantes. En el proceso judicial se tienen en cuenta varios criterios:
- Lenguaje y redacción: En general, los jueces se fijan en el lenguaje utilizado en la comunicación para determinar si expresa una intención seria de vincularse jurídicamente mediante términos específicos. Un lenguaje claro e inequívoco sugeriría la presencia de una oferta, mientras que una redacción pasiva o condicional podría ser indicativa de una invitación a tratar.
- Especificidad de los términos: La presencia de términos definidos y específicos en la comunicación puede ayudar a determinar su naturaleza. Una oferta suele tener términos y condiciones claros, mientras que una invitación a negociar suele ser más vaga y general.
- Contexto y circunstancias circundantes: El contexto y las circunstancias que rodean la comunicación pueden ser esenciales para establecer si se trata de una oferta o de una invitación a tratar. Los tribunales pueden tener en cuenta factores como la relación entre las partes, las prácticas del sector y los antecedentes de hecho más generales.
- Tratos anteriores: Los tribunales también pueden analizar los tratos e interacciones pasados de las partes para hacerse una idea de la naturaleza de sus comunicaciones. Esto puede ayudar a determinar si una comunicación determinada se ajusta al patrón de una oferta o una invitación a negociar.
Un caso muy conocido que pone de relieve la distinción entre una oferta y una invitación a tratar es el caso inglés de Carlill contra Carbolic Smoke Ball Company [1893]. La empresa anunciaba que pagaría 100 libras a quien contrajera la gripe tras utilizar su bola de humo según las instrucciones. Los tribunales consideraron que este anuncio era una oferta unilateral, ya que contenía condiciones específicas, y la indicación de un depósito en un banco demostraba la intención de la empresa de obligarse legalmente. El demandante reclamó la recompensa, proporcionando un valioso ejemplo de un anuncio que constituye una oferta y no una invitación a tratar.
En última instancia, la determinación de si una comunicación constituye una oferta o una invitación a tratar depende de la aplicación de estas directrices a los hechos concretos de cada caso. Un conocimiento profundo de las diferencias entre estos conceptos puede ayudarte a tomar decisiones informadas en situaciones de la vida real y guiarte en las negociaciones contractuales y los acuerdos jurídicamente vinculantes.
Invitación a negociar vs. Oferta - Puntos clave a tener en cuenta
Invitación a negociar vs. Oferta: La invitación a negociar es una comunicación precontractual que indica la voluntad de negociar, mientras que una oferta expresa la voluntad de celebrar un contrato en condiciones específicas y crea un acuerdo jurídicamente vinculante tras su aceptación.
Diferencia entre oferta e invitación a negociar: Las ofertas implican un compromiso jurídico vinculante, mientras que las invitaciones a tratar no lo hacen y, en cambio, dan lugar a ofertas realizadas por la otra parte.
- Ejemplos de invitación a tratar: Anuncios, escaparates, catálogos o listas de precios y subastas.
- Definición de oferta en Derecho contractual: Una oferta es una propuesta realizada por una parte a otra con términos claros y la intención de quedar vinculada por dichos términos tras su aceptación.
- Cómo determinan los tribunales la naturaleza de una propuesta: Los tribunales tienen en cuenta factores como el lenguaje y la redacción, la especificidad de los términos, el contexto y las circunstancias circundantes, y los tratos anteriores para determinar si una comunicación constituye una oferta o una invitación a tratar.
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