Geografía de la población

Ámbito de la geografía de la población

La geografía de la población trata de explicar las pautas de la población humana. El ámbito de estudio abarca desde las influencias naturales en los cambios de las tasas de natalidad y mortalidad hasta los efectos de los patrones migratorios en los aumentos y disminuciones de la población. Al estudiar los cambios de la población a diferentes escalas -local, nacional y mundial- se comprende más fácilmente la distribución de la población. Existen diferentes gráficos que explican la información sobre la población. Las pirámides de población pueden ilustrar visualmente la estructura por edad y sexo de una población en un momento dado. También pueden proporcionar información sobre las tasas de natalidad, mortalidad y esperanza de vida, lo que resulta útil para predecir las tasas de reproducción o envejecimiento.

Los cambios en la población suelen estar influidos por circunstancias económicas, culturales, políticas o medioambientales. Estas influencias se pueden explicar a través de factores de empuje y de atracción. Los factores de empuje animan a la gente a dejar un país debido a fallos políticos, económicos, culturales o medioambientales. La escasez de empleo cualificado, la persecución religiosa o un desastre natural como un tsunami son ejemplos de factores de empuje. Por otro lado, los factores de atracción incentivan a las personas a mudarse a un país. Oportunidades para obtener mayores ingresos, obtener una mejor educación o vivir en un lugar más seguro son ejemplos de factores de atracción.

Importancia de la geografía de la población

¿Por qué importa la geografía de la población? Con tanta gente (¡y cada día más!), la planificación de recursos suficientes (como alimentos, empleos e infraestructuras) es un componente esencial de la labor gubernamental. La importancia de la geografía de la población radica en que los gobiernos y las entidades asociadas deben informarse sobre la composición social de sus sociedades para satisfacer las necesidades actuales y proyectar las futuras. El gobierno tiene poder para supervisar y aplicar distintos programas según las necesidades de la población. Pueden promover el crecimiento económico mediante prácticas favorables a las empresas, invertir en instalaciones educativas para niños y jóvenes, o ampliar las prestaciones de la seguridad social para los residentes de edad avanzada. Todas estas decisiones dependen en gran medida de la demografía actual y prevista de la población.

Geografía y demografía de la población

El estudio de la geografía de la población y la demografía comenzó por la preocupación por la creciente población mundial. Antes del siglo XIX, la población mundial se mantenía muy por debajo de los mil millones de habitantes. Sin embargo, la Revolución Industrial, un periodo de gran desarrollo económico en Gran Bretaña y Norteamérica (1700-1800), condujo a una mayor producción de bienes y servicios, elevando el nivel de vida de las personas (es decir, menores tasas de mortalidad y mayor esperanza de vida).

En la década de 1800, la población mundial alcanzó los mil millones de personas. Thomas Malthus, un controvertido economista inglés, presentó una teoría sobre el crecimiento demográfico que cambió gran parte de los estudios sobre geografía de la población. La teoría maltusiana afirma que la población crece geométricamente (exponencialmente), mientras que la oferta agrícola sólo crece aritméticamente (linealmente), por lo que la población mundial se quedará sin alimentos si no se establecen límites demográficos. Esta teoría se puso a prueba durante la hambruna irlandesa de la patata de 1845-1849, cuando una plaga que destruyó las cosechas de patata en toda Europa azotó Irlanda. La hambruna masiva, la propagación de enfermedades y una gran crisis social estaban en marcha. En respuesta, el gobierno inglés justificó su falta de intervención con la teoría maltusiana de que había que controlar la población irlandesa. Como consecuencia, alrededor de un millón de personas murieron a causa de la hambruna, mientras que unos 2 millones emigraron, lo que creó un importante contencioso político entre Irlanda y el Reino Unido.

Fig. 2 - Cambio demográfico en Irlanda 1841-1951

A medida que se producían mejoras en la medicina, la tecnología y la producción agrícola, también aumentaba la población humana. Alrededor de 1960, el mundo alcanzó los 3.000 millones de personas, con nuevos aumentos importantes cada década. En 2022, la población mundial será de casi 8.000 millones de personas. La preocupación por la asignación de recursos (por ejemplo, alimentos, vivienda) es una de las principales prioridades de los gobiernos. Algunos países han utilizado políticas dirigidas al control de las poblaciones locales como forma de hacer frente a estas preocupaciones. Del mismo modo, los países con una población decreciente también deben abordar los problemas de una economía en retroceso para las personas dependientes (jóvenes y ancianos), que dependen de una población activa para financiar la escolarización o la jubilación.

Políticas de población

Históricamente, las políticas de población (políticas pronatalistas y antinatalistas) sirven como regulaciones gubernamentales para abordar la superpoblación o la infrapoblación. La superpoblación puede ser preocupante para los gobiernos, ya que podría poner a prueba los recursos existentes, como los alimentos y la vivienda, y provocar malestar social. Las políticas antinatalistas son políticas gubernamentales que sirven para disuadir a la gente de tener hijos. La subpoblación, por otra parte, es preocupante, ya que la mayor parte del progreso económico depende de una población activa sana. Si la gente tiene menos hijos, habrá menos población activa en el futuro, lo que creará preocupación por la financiación de las escuelas o los programas de seguridad social. Las políticas pronatalistas son políticas gubernamentales que sirven para animar a la gente a tener hijos.

Fig. 3 - Pintura de cerámica que promueve la política china del hijo único en Xinhui, China

Lo más tristemente célebre fue la política china del hijo único de la década de 1980, que intentaba disuadir a la gente de tener hijos. La población china crecía exponencialmente y China temía futuras hambrunas, así que impuso un programa para limitar que las familias tuvieran más de un hijo. Las personas que solo tenían un hijo podían recibir beneficios monetarios o tratamiento, mientras que las que tenían más de uno eran multadas o castigadas. Desgraciadamente, las familias preferían los hijos varones a las hembras, ya que estas se consideraban una carga económica para las familias a largo plazo (era habitual que los varones fueran los únicos en abandonar el hogar y trabajar). A gran escala, condujo a la discriminación de las mujeres mediante el aborto de fetos femeninos y el abandono de las niñas. Como consecuencia, actualmente hay unos 34 millones más de hombres que de mujeres en el país, muchos de los cuales quizá nunca se casen ni tengan hijos. En cambio, los países cuya población está disminuyendo, como Dinamarca y Suecia, han introducido más permisos de maternidad remunerados y han creado propaganda para promover la crianza de los hijos.

Relación de la geografía de la población con otras disciplinas

La geografía de la población es una rama del saber que tiene estrechos vínculos con otros campos de estudio. Entre estos, destacamos la demografía, la sociología y la economía. Cada una aporta una perspectiva valiosa para entender cómo se distribuyen las poblaciones humanas, por qué se desplazan y las consecuencias de estos movimientos. Aquí te explicamos cómo se relaciona la geografía de la población con estas disciplinas.