Robinson Crusoe

La fascinante historia de la lucha por la supervivencia de un hombre solitario en una isla sudamericana aparentemente desierta, La vida y aventuras de Robinson Crusoe (1719), ha cautivado a los lectores durante más de tres siglos. Repleta de detalles periodísticos que sumergen al lector en la experiencia cotidiana de Crusoe, representó un tipo de escritura totalmente nuevo cuya publicación consagró a su autor, Daniel Defoe (1660 - 1731), como uno de los primeros novelistas ingleses y autores más destacados del siglo XVIII. Además de su atractivo superficial como relato de aventuras, Robinson Crusoe aborda temas profundos e importantes, como la naturaleza de la civilización y del individuo, Dios y el destino, y el impacto del colonialismo.

RobinsonCrusoe: personajes

Aunque el centro de atención de Robinson Crusoe es su héroe epónimo, hay un elenco bastante amplio de personajes secundarios en la historia. Robinson Crusoe y su hombre Viernes son los personajes principales de la novela.

Robinson Crusoe

Nacido en 1632 de inmigrantes alemanes que se establecieron en el norte de Inglaterra y triunfaron como comerciantes, Robinson Crusoe es un joven inquieto con sed de aventuras. Es ingenioso, inteligente y hábil, triunfando como comerciante y aprendiendo más tarde a fabricar por sí mismo todo lo que necesita con sólo unos recursos limitados. También se muestra hábil en la lucha hacia el final del libro.

Fig. 1 - Famosa representación de un Robinson Crusoe náufrago realizada por N.C. Wyeth.

Viernes

Un nativo apuesto, atlético e inteligente rescatado por Crusoe de las manos de los caníbales, Viernes es el leal sirviente y compañero de Crusoe durante sus últimos años en la isla y de vuelta en Europa. Tenía unos 26 años cuando fue rescatado (según las estimaciones de Crusoe), pero nunca sabemos cuál es el verdadero nombre de Viernes ni cómo se siente al marcharse a Inglaterra.

Personajes menores

Un gran elenco de personajes, muchos de los cuales permanecen en el anonimato, desempeñan papeles pequeños pero decisivos en la historia. He aquí una muestra de los más importantes.

Xury

Compañero de Robinson Crusoe en su huida de sus captores marroquíes, Xury es un muchacho de origen desconocido (probablemente árabe o africano). Xury es amistoso y leal, y viaja con Crusoe hasta Brasil. Más tarde, Crusoe lo vende como esclavo y sólo parece arrepentirse cuando se da cuenta de que podría haberlo utilizado como esclavo en su propia plantación.

El capitán portugués

Este capitán sin nombre rescata a Crusoe y le trata muy bien, ayudándole a establecerse en Brasil y a acceder a sus ganancias cuando regresa.

Caníbales

Identificados sólo como "caribes", decenas de caníbales visitan la isla de Crusoe para realizar sus sacrificios rituales, teniendo ocasionalmente enfrentamientos con Crusoe.

Náufragos españoles y portugueses

En tierra firme, frente a la isla de Crusoe, naufragan 17 marineros españoles y portugueses, uno de los cuales entabla amistad con Crusoe.

Un barco inglés se rebela contra su capitán e intenta llevarle a él y a los oficiales del barco como prisioneros a la isla de Crusoe. Hay algunos cabecillas malintencionados, pero la mayoría de los hombres están indecisos sobre si el motín fue una buena idea.

Robinson Crusoe: resumen

Criado en el seno de una familia de clase media de la ciudad nororiental de York, Robinson Crusoe se siente aburrido e inquieto, y sueña con una vida de viajes y aventuras. Planea ganarse la vida como marinero, pero su padre le lleva aparte y le advierte seriamente contra esta idea. La mejor vida, dice, es la de la comodidad y previsibilidad de la clase media.

Fig. 2 - Robinson Crusoe creció en el seno de una cómoda familia de clase media en la ciudad de York, al noreste de Inglaterra.

Comprendiendo la sensatez del consejo de su padre, pero entusiasmado por la perspectiva de viajar y vivir aventuras, Crusoe aprovecha la oportunidad de hacer su primer viaje en barco de Hull a Londres. Experimenta una serie de tormentas cada vez más fuertes. Finalmente, se ve obligado a abandonar el barco y remar hasta la orilla en un bote salvavidas. El capitán aconseja a Crusoe que se trata de una advertencia de Dios. Debería escuchar a su padre y abandonar sus planes de convertirse en marino mercante.

A pesar de estos presentimientos, Crusoe decide emprender un viaje a la costa occidental africana con un capitán con el que entabla amistad en Londres. Vende juguetes y baratijas a cambio de polvo de oro, convirtiendo 40 libras en 300 en su primer viaje. Enganchado a estas ganancias fáciles, sigue viajando a África como comerciante incluso después de que muera su amigo el capitán.

En un viaje, el barco de Crusoe es alcanzado por piratas marroquíes, y él es vendido como esclavo. Una de sus tareas como esclavo es pescar. Aprovecha esta oportunidad para escapar junto con otro esclavo, un joven llamado Xury. Crusoe y Xury recorren la costa africana hasta que divisan un barco europeo. El barco es portugués, y su capitán los lleva a bordo y los trata bien, ofreciéndoles pasaje gratis a Brasil. En Brasil, el capitán ayuda a Crusoe a montar una pequeña plantación de azúcar y tabaco con el poco dinero que le queda (parte del cual obtiene vendiendo a Xury como esclavo). Crusoe trabaja duro en su plantación durante unos años y empieza a prosperar.

Cuando un grupo de propietarios de otras plantaciones se acerca a Crusoe con un plan para comprar esclavos del África Occidental, no puede rechazar la aventura. Antes de llegar muy lejos, se encuentran con una terrible tormenta que los arrastra hacia el noroeste. Cuando el barco choca contra un banco de arena, lo abandonan por miedo a que las poderosas olas lo hagan pedazos. Crusoe apenas consigue llegar con vida a la orilla de una isla cercana.

Fig. 3 - Tras el naufragio, Crusoe se encuentra solo en una isla hermosa pero deshabitada.

Crusoe pasa una noche aterrorizado en un árbol. Por la mañana, ve los restos de su barco no muy lejos y se da cuenta de que es el único superviviente. Rápidamente se pone manos a la obra para traer la ropa y las provisiones que pueda. El barco sigue en buen estado y encuentra muchas provisiones: armas, pólvora, galletas, velas de lona, dinero, ropa, ron, materiales de construcción e incluso un perro y dos gatos.

Tras llevarlo todo a la orilla, Crusoe se pone manos a la obra para construir un refugio y explorar la isla. Aunque la isla parece estar deshabitada y libre de depredadores, levanta laboriosamente una barricada alrededor de una pequeña cueva que ha descubierto. Finalmente se construye un segundo refugio más al interior.

Crusoe permanece aquí durante años, cultivando cosechas, domesticando cabras que encuentra en la isla y, en general, aprendiendo a fabricar desde cero todo lo que necesita, desde cerámica y queso hasta una pipa, ropa y un paraguas. Crusoe tiene mucho tiempo para reflexionar sobre su vida. Se da cuenta de que sus propios errores le llevaron al naufragio. También se da cuenta de lo afortunado que ha sido por haber contado con tanta ayuda en su vida, por haber podido utilizar el barco y por estar en una isla con abundante comida y agua. Llega a la conclusión de que estar varado forma parte del plan de Dios.

Crusoe pasa así unos 15 años. Un día, mientras explora la isla, se sorprende al descubrir una sola huella humana en la playa. Presa del pánico, vuelve a su refugio y se asegura de que está fortificado y sus armas preparadas. Cada vez más paranoico, pierde el sueño y toma precauciones para no llamar la atención. Pronto descubre que las huellas pertenecen a caníbales que vienen del continente para sacrificar a sus víctimas. Suelen hacerlo en el extremo opuesto de la isla, por lo que Crusoe simplemente no se había topado con ellos.

Fig. 4 - Crusoe se asusta al descubrir una sola huella humana en lo que creía que era una isla deshabitada.

Tras descubrir restos humanos alrededor de una hoguera, Crusoe se indigna tanto que planea matar a todos los caníbales que pueda. Tras varios años de planificación, finalmente se tranquiliza y decide no seguir este curso de acción. Se da cuenta de que no le corresponde juzgarlos y que, en cualquier caso, hacerlo sería probablemente suicida. Poco a poco vuelve a su antigua forma de vida, siendo un poco más precavido y vigilando por si se acercan canoas.

Varios años después, se sorprende al descubrir que una canoa llena de caníbales y sus prisioneros ha desembarcado a unos 400 metros de su cabaña. Mientras los observa, uno de los prisioneros se libera y huye. Crusoe decide ayudar a este prisionero, dirigiéndole a un escondite, disparando a uno de sus perseguidores y dando al fugado una espada con la que mata rápidamente al otro.

El fugitivo queda eternamente agradecido a Crusoe. Crusoe le llama Viernes por el día en que le salvó la vida, refiriéndose a él como "mi hombre Viernes". A lo largo de varios años, Crusoe le enseña inglés y lo convierte al cristianismo. Aunque Crusoe hace que Viernes le llame "amo" y le considera un esclavo, su relación es amistosa y ambos parecen respetarse.

Crusoe aprende de Viernes lo que sus observaciones anteriores le habían sugerido: el continente no está tan lejos, pero necesitarían un gran barco para llegar a él. También se entera de que diecisiete europeos naufragaron cerca de la tribu de Viernes y llevan varios años viviendo allí con los nativos.

Mientras los dos trabajan en la construcción de un barco lo bastante grande para llegar a tierra firme, ven acercarse otro grupo de canoas. Esta vez los caníbales han traído como prisionero a uno de los europeos varados, y la idea de que se lo coman es demasiado para Crusoe. Viernes y él atacan a los caníbales a tiros, matando a todos menos a dos o tres de los que escaparon en su barco (aunque la tormenta que se avecina hace improbable que sobrevivan). Encuentran a otro prisionero atado en una de las canoas abandonadas y se sorprenden al saber que se trata del padre de Viernes.

Fig. 5 - Litografía del siglo XIX de Crusoe con Viernes, de la Biblioteca del Congreso.

Crusoe llega a un acuerdo con el náufrago europeo según el cual él y el padre de Viernes volverán a tierra firme en el barco que Crusoe y Viernes acaban de terminar. Entonces volverán con los demás europeos varados para que puedan escapar todos juntos. El español y el padre de Viernes se ponen en camino. Mientras Crusoe espera a que regresen, ve un barco inglés atracado frente a la isla y un pequeño bote que se acerca. Tres personas del barco parecen ser prisioneros.

Crusoe se acerca a estos prisioneros después de que sus captores se hayan dormido y se entera de que son el capitán y los oficiales de un barco cuyos marineros se han amotinado. Crusoe y Viernes matan o encarcelan a los amotinados, y luego ayudan al capitán a retomar el barco tras matar al líder del motín. Dejan a los amotinados en la isla deshabitada y navegan de vuelta a Inglaterra.

Crusoe visita a la viuda del capitán, que aún conserva su dinero después de 28 años. Descubre que su madre y su padre han muerto, pero sus dos hermanas se han casado y han tenido hijos. Necesitado de dinero, va a Lisboa para ver si encuentra al capitán portugués que le rescató. Sorprendentemente, lo consigue y, lo que es aún más sorprendente, descubre que su plantación en Brasil le ha hecho increíblemente rico.

Temeroso de viajar por mar, Crusoe decide ir de Lisboa a Calais a caballo. Cabalgando por los Pirineos en invierno junto con Viernes y otros viajeros, es atacado por una banda de lobos voraces. Luchando por ahuyentarlos con sus rifles, Crusoe idea un plan para prenderles fuego con pólvora, que finalmente consigue matarlos o ahuyentarlos.

Fig. 3 - Robinson Crusoe concluye con una última aventura por los Pirineos.

Cuando por fin regresa a Londres con su fortuna, Crusoe comparte su dinero con sus sobrinos y la viuda del capitán. También se casa y tiene sus propios hijos, aunque nunca describe a su familia con detalle. Aún sintiéndose inquieto, Crusoe decide ir a visitar su plantación en Brasil y ver cómo es su isla. Insinúa que los náufragos españoles llegaron y tuvieron problemas con los amotinados, pero no da ningún detalle, dejando abierta la posibilidad de una secuela.

Robinson Crusoe: género

Daniel Defoe es ampliamente reconocido como un innovador de las formas de prosa de ficción, y a Robinson Crusoe se le atribuye a menudo el mérito de ser la primera novela en lengua inglesa. Al igual que la tradición novelesca que se desarrollaría en Inglaterra a lo largo del siglo XVIII, Robinson Crusoe es una larga obra de ficción en prosa con una persona corriente por protagonista y una gran cantidad de detalles que se asemejan a la vida real.

A diferencia de otros contendientes por el título de primera novela, Robinson Crusoe no toma el matrimonio o la vida familiar como uno de sus temas centrales, tratando en cambio de lo exótico, lo extraordinario y lo emocionante. Si su pretensión de ser la primera novela es incierta, no lo es la de ser la primera novela de aventuras.¹

RobinsonCrusoe: temas

Robinson Crusoe es una obra temáticamente rica. El individualismo, el lugar del azar y de Dios en los asuntos humanos, y la naturaleza del colonialismo son algunos de los temas más interesantes e importantes desarrollados en la novela.

Individualismo

Parte del atractivo perdurable de Robinson Crusoe es su descripción de la autosuficiencia y la autonomía individuales. Durante la mayor parte de los 28 años que Crusoe pasa abandonado en su isla, está completamente solo. Él decide qué hacer y cómo hacerlo. Mediante su propio trabajo y habilidad, es capaz de recrear muchas de las comodidades de la vida civilizada. Incluso cuando se encuentra con otros hacia el final de su estancia, Crusoe siempre sale vencedor como amo de esclavos o líder de otros. La historia de la aventura de Crusoe es una fantasía de total independencia y control.

Dios y el azar

Gran parte de la motivación de Defoe al escribir Robinson Crusoe era transmitir un mensaje religioso. Crusoe se vuelve cada vez más religioso a medida que avanza la historia, al darse cuenta de que Dios le había advertido ampliamente, en forma de tormentas, piratas, etc., de que el desastre le golpearía si no seguía el consejo de su padre. Además, se da cuenta de que su suerte de sobrevivir al naufragio, de tener acceso a las provisiones del barco y de estar en una isla con agua, fuentes de alimento y sin animales peligrosos no podía haber ocurrido por casualidad. Su suerte continúa cuando regresa a Inglaterra y se convierte en un hombre rico. Crusoe llega a la conclusión de que sólo un Dios amoroso, perdonador y todopoderoso podría explicar estos hechos.

Colonialismo

Robinson Crusoe se escribió en el momento álgido del colonialismo británico y el comercio de esclavos. La decisión de Crusoe de cambiar juguetes por oro en África Occidental, su capacidad para establecer una plantación en Brasil y su despreocupación por involucrarse en el comercio de esclavos son signos de la época. También puede decirse que su propia ocupación de una isla desierta refleja el proceso colonial a nivel individual: Crusoe lleva la agricultura y la tecnología moderna a la isla. Incluso da a un habitante nativo un nombre inglés, lo convierte en su sirviente, le enseña inglés y lo convierte al cristianismo.

Robinson Crusoe: análisis

Robinson Crusoe, un tipo de escritura totalmente nuevo cuando fue publicado por primera vez por Daniel Defoe, cuenta la historia de la lucha por la supervivencia de un individuo ingenioso mientras se encuentra abandonado en una isla deshabitada de la costa de la actual Venezuela. Esta extraordinaria experiencia, contada desde el punto de vista de la primera persona, está cargada de detalles verídicos, pensamientos serpenteantes y repeticiones ocasionales que la hacen parecer la narración real de un ser humano corriente más que una pieza pulida de prosa de ficción.

Defoe afirmaba que Robinson Cr usoe era a la vez historia y alegoría. Insistiendo en que su protagonista era una persona real cuyas experiencias sólo relataba, Defoe hizo todo lo posible para que los acontecimientos del libro parecieran verosímiles (por improbables que fueran). Como alegoría, Robinson Crusoe proporciona un relato del desarrollo de la civilización (o al menos de la variante europea occidental de la misma) a medida que Crusoe pasa de refugiarse desventuradamente en un árbol a dominar la agricultura, la alfarería, el pastoreo y la construcción de barcos, tomando cada vez más de la isla como su dominio. La historia sugiere que el papel de un Dios amoroso -o la suerte o la gracia- fue esencial para este desarrollo. También sugiere, de forma más problemática, la superioridad de esa civilización. No tiene reparos en matar o esclavizar a los de otras civilizaciones supuestamente inferiores^.2

Referencias

1. Seidel, M."Robinson Crusoe: Un clásico mundial". The British Library, 2018.

2. Richetti, J. (editor). The Cambridge Companion to the Eighteenth Century Novel. Cambridge UP, 1998.

3. Richetti, J. (editor). The Cambridge Companion to Daniel Defoe. Cambridge UP, 2009.

4. Peraldo, E. (editor). 300 Años de Robinsonadas. Cambridge Scholars Publishing, 2020.