Estrategias de adaptación

Las estrategias de adaptación en el cambio climático no tienen como objetivo reducir o detener el cambio climático, sino responder a él y limitar sus efectos negativos. En otras palabras: estrategias para adaptarse a una situación. Esto es lo contrario de las estrategias de mitigación, que sí pretenden reducir o impedir que se produzca el cambio climático. Entre las estrategias de mitigación se incluyen las energías alternativas/renovables, la captura de carbono, la plantación de árboles y los acuerdos internacionales.

A medida que la gente es más consciente del cambio climático y de los peligros que conlleva, se ha hecho más hincapié en actuar de forma proactiva y en formular estrategias de adaptación al clima. El objetivo último es crear protección para los ecosistemas y sus poblaciones. Esto debería conducir a la resiliencia climática.

Las estrategias de adaptación al cambio climático abordan muchos ámbitos diferentes de la sociedad y pueden diferir drásticamente en cuanto a su enfoque y eficacia. Desglosemos algunas de ellas.

Estas estrategias de adaptación al cambio climático son útiles porque se centran en los principales factores que contribuyen al cambio climático y adaptan las infraestructuras básicas para que la actividad antropogénica no se vea drásticamente alterada.

Fig. 2 - Casas sobre pilotes en el lago Inle en Yawnghwe, Birmania (Myanmar).

La industria agrícola es una de las que más contribuye a la crisis climática. Sin embargo, también es vulnerable a las amenazas del cambio climático. Por ejemplo, es probable que las inundaciones y las sequías aumenten su frecuencia con el cambio climático, y el desplazamiento de los ecosistemas puede causar daños a los cultivos, así como la propagación de enfermedades. Estos fenómenos pueden ser perjudiciales para los cultivos y aumentar el riesgo de inseguridad alimentaria. Dado que la agricultura es una actividad de la que se depende en todo el mundo, no es algo que pueda interrumpirse. Por el contrario, es necesario adaptarla para que pueda satisfacer la demanda de la población sin comprometer las demandas de las generaciones futuras. Algunos ejemplos de adaptación son

Fig. 3 - Parcelas de producción de semillas de mijo perla en India. Normalmente, el mijo perla es un cultivo de polinización cruzada, pero las panículas se cubren con bolsas de papel pergamino para garantizar la autopolinización. Éste es un ejemplo de adaptación agrícola.

La estrategia de adaptación al cambio climático es increíblemente importante porque la cuestión del cambio climático es cada vez más prominente y urgente. Hay un cierto punto a partir del cual el cambio climático dejará el planeta inseguro para la habitación humana y, por tanto, nos condenará a la extinción. Otros efectos de llegar a ese punto podrían ser una extinción masiva que causaría una disminución sustancial de la biodiversidad, la destrucción del hábitat y una subida extrema del nivel del mar. Esencialmente, no adaptarnos para evitar que lleguemos a este punto es fundamental para la supervivencia a largo plazo de la humanidad y de las demás especies que se encuentran en la Tierra. Es importante hacer tanto hincapié en la adaptación porque es importante que se satisfagan las demandas de la población y que los países tengan la oportunidad de desarrollarse. No comprometer la calidad de vida de la sociedad es crucial, por lo que la adaptación debe producirse para garantizar que se satisfacen las necesidades sin contribuir al cambio climático.