Fibras de contracción rápida

Fibras de contracción lenta

Las fibras de contracción lenta también se conocen como fibras de tipo I. Estas miofibras se contraen más lentamente que las fibras de contracción rápida y generan contracciones menos potentes. Las fibras de tipo I son rojas debido a las grandes cantidades de mioglobina y al gran número de mitocondrias. La mioglobina es una proteína fijadora de oxígeno con mayor afinidad por el oxígeno que la hemoglobina (Figura 2). Por tanto, la mioglobina de las miofibras ayuda a descargar y transportar el oxígeno de la hemoglobina sanguínea a la fibra muscular. Estas características permiten a las fibras musculares de tipo I generar grandes cantidades de ATP mediante el ciclo de respiración aeróbica y evitar la acumulación de ácido láctico. Como resultado, las fibras musculares de tipo I son resistentes a la fatiga y pueden producir contracciones repetidas de baja intensidad durante un periodo prolongado, lo que las hace más adecuadas para capacidades de tipo resistencia.

Fig. 1 - Imagen microscópica transversal de un músculo esquelético

En pocas palabras, las adaptaciones de las fibras de contracción lenta son

1. Alto contenido en mioglobina
2. Un rico suministro de vasos sanguíneos para suministrar oxígeno y glucosa
3. Elevado número de mitocondrias

Los músculos que contienen fibras de tipo I suelen ser músculos posturales, como los del cuello y la columna vertebral, debido a sus necesidades de resistencia. Además, los atletas, como los corredores de maratón, tienen un mayor número de fibras de tipo I. Tanto la genética como el entrenamiento son determinantes importantes de la composición de las fibras musculares.

Curva de disociación de equilibrio

Fig. 2 - Curva de disociación del oxígeno - disociación del oxígeno cuando es transportado por la hemoglobina y la mioglobina

El nivel de afinidad de una molécula se refiere a lo bien que puede interactuar y unirse a otra y se informa mediante la constante de disociación de equilibrio (_KD).

La mioglobina y la hemoglobina se unen al oxígeno. La " _pO2 " se refiere a la presión parcial de oxígeno, y la "saturación" al grado de saturación de la mioglobina y la hemoglobina con el oxígeno. A medida que aumenta la presión parcial del gas oxígeno, también aumenta la saturación de oxígeno hasta que la hemoglobina/mioglobina se saturan. La mioglobina tiene mayor afinidad por el oxígeno y se satura de oxígeno a presiones más bajas.

Fibras de contracción rápida

Las fibras de contracción rápida también se conocen como fibras de tipo II. Son capaces de contraerse rápidamente y con más fuerza que las fibras de contracción lenta. Sin embargo, las fibras musculares de tipo II no son adecuadas para una contracción prolongada y sólo están adaptadas para ráfagas cortas de contracciones potentes. Las fibras de tipo II se subdividen a su vez en dos tipos:

Tipo IIa

Las fibras de tipo IIa también se denominan a veces fibras oxidativas rápidas y son un híbrido de las fibras de tipo I y II. Estas fibras poseen un gran número de mitocondrias y mioglobina, por lo que son de color rojo. Generan y descomponen ATP rápidamente empleando el metabolismo aeróbico y anaeróbico. Las fibras musculares de tipo IIa pueden producir contracciones musculares rápidas e intensas con relativa resistencia a la fatiga. Sin embargo, son más propensas a la fatiga que las fibras de tipo I.

Las fibras de tipo IIa se reclutan para actividades que requieren alta intensidad, como el sprint y el levantamiento de pesas.

Tipo IIb

Las fibras de tipo IIb también se conocen comúnmente como fibras glucolíticas rápidas. Contienen una pequeña cantidad de mioglobina y, por ello, son blancas. Las fibras glucolíticas rápidas contienen muy pocas mitocondrias y generan principalmente ATP a través de la respiración anaeróbica (sólo glucólisis) a un ritmo lento. Sin embargo, pueden utilizar ATP rápidamente. Esto se traduce en ráfagas cortas y rápidas de potencia seguidas de fatiga. Las fibras de tipo IIb son las más grandes de los tres tipos de fibras.

Las fibras de tipo IIb pueden convertirse en tipo IIa mediante un entrenamiento de larga duración, lo que les permite ser más resistentes a la fatiga.

Al igual que las fibras de tipo IIa, las fibras de tipo IIb son adecuadas para actividades de velocidad, fuerza y potencia, pero son menos resistentes a la fatiga. Actividades como el entrenamiento con pesos pesados de 1 a 3 repeticiones, el levantamiento de potencia y los sprints de 100 m requieren predominantemente fibras musculares de tipo IIb.

En la Tabla 1 encontrarás una comparación exhaustiva entre los distintos tipos de fibras musculares.

Tabla 1. Comparación de las distintas fibras musculares esqueléticas.

Determinantes de la composición de las fibras musculares

Nuestros músculos no están compuestos por un solo tipo de fibra muscular. Más bien son una combinación de fibras musculares de contracción rápida y de contracción lenta. La composición de los tipos de fibras de los músculos depende de la genética, el nivel de actividad física y la edad.

Genética

Los genes que heredamos de nuestros padres determinan muchas cosas, incluida nuestra composición muscular.

Nivel de actividad física

Los individuos sin ocupación atlética tienden a tener una proporción 50:50 de fibras de contracción rápida y lenta. Sin embargo, la composición de los atletas de alto rendimiento y profesionales es diferente. Los atletas de fuerza, como los levantadores de pesas y los velocistas, suelen tener una mayor proporción de fibras de tipo II, mientras que los atletas de resistencia, como los corredores de maratón y de fondo, tienen más fibras de tipo I.

Edad

A medida que envejecemos, empezamos a perder masa muscular magra. Esto va acompañado de una disminución de nuestro contenido en fibras de contracción rápida. La pérdida de masa muscular magra puede contribuir a patologías relacionadas con la edad, como la disfunción metabólica y el aumento del riesgo de caídas. El entrenamiento de resistencia puede prevenir esta pérdida.