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¿Qué representa el cielo gris?
La respuesta a esta pregunta puede variar según la interpretación del lector. Por ejemplo, los lectores podrían afirmar que representa la grave situación en la que se encuentra el personaje. Otros podrían pensar que, como es gris y no negro como el carbón, aún hay lugar para la luz y, por tanto, para la esperanza. Pero, ¿qué pretendía representar el autor? ¿Hay una respuesta correcta o incorrecta?
Cuando los lectores se plantean estas preguntas, están reflexionando sobre la intención autorial, la intención que el autor tenía sobre el significado del texto.
Definición de intención autoral
Al leer o analizar un texto, puede ser útil reflexionar sobre la intención del autor. La intención autorial es la intención que subyace en el texto. En otras palabras, es el significado que el autor quiere que el lector extraiga de la obra. Reflexionar sobre la intención autoral puede ayudar a los lectores a interpretar un texto.
La intenciónautoral es la forma en que un autor desea que los lectores comprendan su obra.
Ejemplos de intención autoral
La intención autoral tiene un aspecto diferente en cada texto. Sin embargo, los lectores pueden utilizar varias estrategias para tratar de identificar la intención autorial y evaluar si es precisa o pertinente. Pueden reflexionar sobre elementos del texto como los siguientes:
Audiencia prevista
Reconocer el público al que va dirigido un texto es un primer paso útil para analizar la intención de un autor. El público destinatario de un texto es el grupo principal de lectores que lo leerán. Por ejemplo, pensemos en el libro de J.K. Rowling Harry Potter y la piedra filosofal (1997). El libro trata de un niño de once años que descubre que es un mago y emprende un año de aventuras en una escuela de magia. Aunque este texto lo leen personas de todas las edades y procedencias, el contenido y la sencillez de la escritura sugieren que Rowling lo dirigió a un público juvenil. Saber esto permite a los lectores acotar cuál pudo ser la intención de Rowling, como entretener a los jóvenes y enseñarles lecciones morales.
Para identificar el público al que va dirigido un texto, los lectores pueden hacerse las siguientes preguntas:
- ¿Dónde se publicó este texto? ¿Quién suele leer publicaciones de este lugar?
- ¿A quién suele interesar este tema?
- ¿Utiliza el autor palabras que sólo conocerían los expertos? ¿O es un texto accesible a todos los niveles de lectores?
Reflexionar sobre las respuestas a estas preguntas puede ayudar a los lectores a determinar a quién dirige el autor un texto. Por ejemplo, si un texto parece dirigido a expertos en la materia, es probable que el autor pretenda influir sólo en esos expertos, no en personas ajenas a la materia. Aunque esto no siempre ayuda a los lectores a descubrir la intención concreta del autor, puede ponerles en el buen camino.
Tono
El tono de un autor también puede ser clave para comprender su intención. En la escritura, el tono es el estado de ánimo o la actitud que transmiten las palabras de un escritor. Por ejemplo, los escritores pueden utilizar un tono serio o alegre. La elección de palabras, la estructura de las frases y el tema contribuyen al tono.
Observar el tono de la escritura puede ayudar a los lectores a comprender lo que un escritor quiere que el lector saque de un texto. Por ejemplo, si un escritor utiliza un tono solemne al escribir sobre un acontecimiento reciente, esto sugiere que quiere que el lector se lo tome en serio.
Por ejemplo, considera el tono del siguiente fragmento del ensayo de Jonathan Swift "Una modesta proposición" (1729). En el ensayo, explica el problema de la pobreza en Irlanda y propone una respuesta:
Un americano muy entendido que conozco en Londres me ha asegurado que un niño sano y bien amamantado es, al año de edad, un alimento nutritivo y saludable de lo más delicioso, ya sea guisado, asado, horneado o hervido; y no dudo de que servirá igualmente en una fricassée o en un ragout/.
Al mencionar su investigación sobre el tema y hablar de comer a los niños como algo práctico, Swift crea un tono práctico. La forma desenfadada en que trata un tema tan escandaloso crea sarcasmo. Los escritores utilizan el sarcasmo como recurso para ridiculizar. El uso del sarcasmo por parte de Swift sugiere que su intención es burlarse de las respuestas existentes a la pobreza.
Punto de vista
A veces, el punto de vista de un autor sobre un tema del texto puede informar al lector sobre la intención de la obra. El punto de vista de un autor puede ser más difícil de determinar en la escritura de ficción, pero es fundamental para determinar la intención del autor.
Por ejemplo, considera las líneas finales del capítulo nueve de El Gran Gatsby (1925) de F. Scott Fitzgerald.
Gatsby creía en la luz verde, el futuro orgásmico que año tras año retrocede ante nosotros. Se nos escapó entonces, pero no importa: mañana correremos más deprisa, extenderemos más los brazos... Y una buena mañana...
Así avanzamos, botes contra la corriente, arrastrados sin cesar hacia el pasado.
En estas líneas, Fitzgerald sugiere que los idealistas que sueñan como Gatsby alcanzan constantemente futuros que están fuera de su alcance. Este punto sugiere que Fitzgerald era escéptico respecto al Sueño Americano. Comprender este punto de vista puede mejorar la comprensión del lector sobre la intención de Fitzgerald, que era criticar el concepto del Sueño Americano y la sociedad americana acomodada de los años veinte.
Los lectores deben resaltar o rodear con un círculo las palabras clave que indiquen la postura del autor sobre un tema. Por ejemplo, palabras del pasaje anterior como "retrocedió", "eludió" y "pasado" indican la visión escéptica de Fitzgerald sobre los idealistas. Anotar de este modo hace que sea fácil volver a ello cuando analices la intención autorial.
Verbos de intención autorial
Los escritores pueden utilizar los siguientes verbos para describir la intención del autor. También pueden incitar a los lectores a considerar lo que hacen los autores. Por ejemplo, la palabra explicar puede animar a un lector a considerar lo que un autor está explicando en un texto.
Explica
Celebrar
Contrasta
Defiende
Destaca
Demostrar
Enseñar
Cuestionar
Advertir
Por ejemplo, un escritor que analice la intención autorial podría escribir algo así:
En este ensayo, el autor cuestiona la importancia de considerar la intención autorial en el análisis literario.
Falacia de la intención autoral
Existe un gran debate en la crítica literaria sobre la relevancia de la intención autorial. En 1946, los críticos literarios William Kurtz Wimsatt y Monroe Curtis Beardsley escribieron un artículo titulado "La falacia de la intención" en el que afirmaban que es un error intentar comprender la intención de un autor al analizar un texto. Esta idea suscitó un gran debate entre los críticos literarios .
En el ensayo, Wimsatt y Beardsley esbozan tres tipos de pruebas que los lectores utilizan para encontrar el significado de un texto.
Tipo 1: Pruebas internas
Como su nombre indica, las pruebas internas proceden del propio texto. Consisten en elementos del lenguaje del poema, como la sintaxis, el tono y la estructura. Por ejemplo, un lector podría señalar el uso que hace el escritor del sarcasmo para afirmar que se está burlando del tema.
Wismatt y Beardsley explicaron que las pruebas internas son públicas, lo que significa que cualquiera que lea un texto puede acceder a ellas. Argumentaron que utilizar sólo pruebas internas en el análisis garantiza que los lectores eviten la falacia intencionada. Esto se debe a que las pruebas internas sólo se ocupan del significado del propio texto, no de las especulaciones de los lectores sobre lo que el autor puede haber pretendido basándose en el contexto exterior.
Tipo 2: Pruebas externas
A diferencia de las pruebas internas, las pruebas externas proceden del exterior del texto. Consisten en elementos contextuales, como el lugar en el que el autor escribió el texto y lo que ocurría en esa época. El principal objetivo de utilizar pruebas externas es determinar qué pretendía el autor en un texto.
Wistmatt y Beardsley explican que utilizar pruebas externas en el análisis es un problema. Es fácil que los lectores apliquen incorrectamente las pruebas externas al significado de una obra. Por ejemplo, imagina que un lector sabe que un poeta escribió un poema en el momento de la muerte de su madre. El lector podría suponer que algunas palabras del poema representan ese momento triste para el poeta, cuando puede que no sea así. Wismatt y Beadsely también advirtieron contra el uso de pruebas externas porque son privadas y se basan en lo que sabe cada lector individual.
Tipo 3: Pruebas intermedias
Las pruebas intermedias son un poco internas y un poco externas. Por ejemplo, un lector puede afirmar que un poeta utiliza una flor como símbolo de fertilidad en un poema. Podría afirmarlo porque el poeta la utilizó así en otros poemas y porque funciona de ese modo en el propio texto. El uso de otros poemas como prueba es una prueba externa; la mención de cómo funciona el símbolo en el poema es una prueba interna.
Wismatt y Beardsley apoyaban el uso de pruebas intermedias más que el de pruebas externas porque sigue basándose en el propio texto, pero seguían desconfiando de los elementos de prueba externa que contenía.1
La muerte del autor
En 1967, Roland Barthes escribió el ensayo "La muerte del autor". Postulaba que las intenciones de un autor no debían formar parte del análisis literario. Sugirió que los lectores tienen que matar figurativamente al autor al leer un texto y centrarse únicamente en lo que significa para ellos. Según Barthes, si un lector puede utilizar pruebas para apoyar una interpretación de un texto, esa interpretación puede ser válida.
La perspectiva de Barthes se ha hecho cada vez más popular en la crítica literaria. Es difícil precisar cuáles eran las intenciones de un autor, sobre todo en un texto antiguo. Descartar la interpretación de un lector de un texto porque el autor no la pensó deliberadamente también restringe el pensamiento crítico de los lectores. Siempre que un escritor pueda apoyar su interpretación con pruebas del texto, sus ideas tienen el potencial de ampliar los conocimientos literarios.2
La palabra falacia se refiere a una idea o creencia falsa. La frase "falacia de la intención del autor" se refiere, por tanto, a la intención del autor como una idea falsa.
La intención del autor frente a la respuesta del lector
El debate sobre la importancia de la intención del autor gira en torno a dos conceptos: la intención del autor y la respuesta del lector. A diferencia de la intención del autor, la respuesta del lector se refiere a la forma en que un lector interpreta la obra basándose en su experiencia con ella, independientemente de la intención del autor.
Por ejemplo, durante muchos años, los eruditos han enseñado que Shakespeare pretendía que su trágica obra Macbeth (1606) fuera una advertencia sobre los peligros de la ambición. Pero imagina que un lector lee la obra y piensa que es un testimonio del poder y la importancia de perseguir lo que uno quiere, sin importar los obstáculos o el coste. Podrían utilizar pruebas de la obra para apoyar esta afirmación, como la forma en que Macbeth llega hasta el asesinato para conseguir sus objetivos. Algunos podrían decir que éste no es el significado que Shakespeare pretendía. Sin embargo, los críticos de la intención del autor dirían que la interpretación del lector es igual de válida porque ha utilizado pruebas del texto para respaldarla.
Problemas con la intención del autor
Independientemente de la postura que cada uno adopte en el debate sobre la intención del autor, existen varios problemas con la intención del autor, entre los que se incluyen los siguientes:
Restringe las posibles interpretaciones de un texto.
Sugiere que los autores tienen el poder de limitar el significado de un texto.
Reduce las posibilidades de nuevos análisis.
Es difícil de identificar.
A pesar de estos problemas, comprender la intención autorial a veces puede ser útil a la hora de interpretar un texto. Reconocer la intención autorial al estudiar un texto en una clase de inglés también es a veces una necesidad, aunque el alumno apoye el punto de vista de Barthes.
Intención autoral - Puntos clave
- La intención autorial es lo que un autor pretende que el lector obtenga de un texto.
- Los lectores pueden analizar la intención autoral analizando el tono del autor, su punto de vista y el público al que se dirige.
- La importancia de la intención autoral es controvertida, y estudiosos como Roland Barthes sostienen que los lectores sólo deberían centrarse en apoyar sus propias interpretaciones.
- La intención autoral tiene varios problemas, como que restringe las interpretaciones y es difícil de evaluar.
- Independientemente del debate, la intención autorial puede ser útil para comprender un texto y a veces es una necesidad cuando se estudia un texto.
1 William K. Wismatt y Monroe C. Beardsley, "La falacia intencional", El icono verbal, 1946.
2 Roland Barthes, "La muerte del autor", Aspen, 1967.
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