Destrucción del hábitat

Efectos de la destrucción de hábitats

La destrucción de hábitats tiene numerosos efectos adversos tanto para los seres humanos como para los animales no humanos. La pérdida o fragmentación del hábitat de una especie puede provocar la pérdida de hábitat de reproducción y refugio, con lo que la fauna salvaje se aproxima más a los seres humanos y, en numerosos casos, entra en conflicto con ellos. Esto suele provocar la erradicación de la especie de su hábitat anterior, sobre todo cuando se trata de depredadores grandes y potencialmente peligrosos. Por eso, los grandes depredadores suelen experimentar los descensos más drásticos en zonas densamente pobladas por seres humanos.

La destrucción del hábitat también provoca la pérdida de recursos esenciales para la supervivencia de las especies autóctonas, incluida la vegetación vital para los herbívoros y las especies de presa para los depredadores. Esta destrucción también suele producirse junto con un aumento de los niveles de contaminantes, lo que provoca un mayor declive de la biodiversidad y amenaza a la población humana con enfermedades y dolencias.

La pérdida generalizada y a gran escala de hábitats forestales también agrava el cambio climático antropogénico, que ya está teniendo un impacto negativo tanto en las poblaciones humanas como en la fauna salvaje de todo el mundo, debido a la subida del nivel del mar, el aumento de las temperaturas y un tiempo cada vez más impredecible. La destrucción de hábitats también puede provocar cambios geológicos potencialmente catastróficos en un ecosistema, lo que da lugar al desvío de cursos de agua y hace que las comunidades estén más expuestas a peligros como inundaciones y tsunamis. Las regiones tropicales del mundo sufren los mayores niveles de destrucción de hábitats debido al aumento de la densidad de población humana y a la explotación de los recursos.

Causas de la destrucción de hábitats

Aunque los acontecimientos naturales pueden provocar y provocan la destrucción de hábitats, las causas más constantes y graves de destrucción de hábitats son antropogénicas (provocadas por el hombre).

• Entrelos suces os naturales que pueden causar la destrucción de hábitats a gran escala se incluyen los tsunamis (que pueden cambiar todo el paisaje de algunas islas), los volcanes, los huracanes y sucesos más raros, como el impacto de meteoritos.

• Lascausas antropogénicas son mucho más comunes y frecuentes. La mayoría de estas causas están relacionadas con la explotación de recursos para satisfacer las necesidades de una población humana insostenible y en aumento exponencial. La población indígena y la fauna salvaje de los países tropicales en vías de desarrollo suelen llevarse la peor parte de estas actividades.

Además de la explotación de recursos, la vivienda y el transporte son causas importantes de la pérdida antropogénica de hábitats. A medida que las comunidades siguen expandiéndose por lo que antes eran espacios naturales vírgenes, se construyen carreteras y autopistas en estas zonas, lo que provoca un aumento de las tasas de animales salvajes atropellados por vehículos (atropellos) y la fragmentación del hábitat. Esto ha sido muy perjudicial para los grandes mamíferos depredadores que tienen territorios extensos, ya que los cruces peligrosos de carreteras reducen su territorio y los ponen en conflicto con otros individuos, lo que a menudo provoca su muerte y endogamia.

Ejemplos de destrucción de hábitats

A continuación se exponen algunos ejemplos diferentes de destrucción de hábitats, uno natural y tres antropogénicos.

El tsunami del Océano Índico de 2004

Los tsunamis pueden provocar una pérdida generalizada de hábitat, sobre todo en zonas ya dañadas por causas antropogénicas. Durante el tsunami del océano Índico de 2004, que causó la muerte de al menos 227.898 personas, muchas zonas del sur y el sureste de Asia sufrieron la pérdida de hábitats costeros.

Desarrollo en el Parque Nacional de Botum Sakor, Camboya

En las dos últimas décadas, las empresas extranjeras han destruido gran parte de uno de los últimos bastiones de la vida salvaje en Camboya. El Parque Nacional Botum Sakor del país alberga una gran variedad de especies amenazadas, incluidas especies catalogadas como en peligro crítico o en peligro, como el pangolín de Sunda(Manis javanica), el cocodrilo siamés(C. siamensis), el gibón pileado(Hylobates pileatus) y el elefante asiático(Elephas maximus). Incluso se creía que los últimos individuos camboyanos del mencionado cocodrilo de agua salada residían en Botum Sakor.

El gobierno camboyano vendió grandes porciones del parque nacional a empresas de propiedad extranjera para que las utilizaran para el desarrollo, incluidas tierras agrícolas y lugares de ocio, así como una gran autopista y un aeropuerto. Además de la cantidad desconocida de víctimas entre la fauna local, esto también provocó el traslado de una docena de comunidades humanas locales a nuevas ubicaciones. La deforestación generalizada resultante (Fig. 1) y la afluencia de trabajadores han tenido probablemente un impacto devastador en los niveles de biodiversidad del parque.

Figura 1: Pérdida de cubierta forestal en el Parque Nacional de Botum Sakor en las dos últimas décadas. Fuente: Monga Bay

Poblaciones fragmentadas de leones de montaña en el sur de California

El sur de California es uno de los lugares más densamente poblados de Estados Unidos y del mundo, con una población de más de 10 millones de habitantes sólo en el condado de Los Ángeles. Para ponerlo en perspectiva, ¡en todo Australia viven menos de 26 millones de personas!

Como puedes imaginar, esto ha sometido al hábitat autóctono a una gran presión. El paisaje biológico del sur de California es drásticamente distinto del de hace dos siglos, cuando los osos pardos(Ursus arctos), los lobos grises(Canis lupus) e incluso los jaguares(Panthera onca) vagaban por los robledales de la región. Hoy en día, el puma(Puma concolor) es uno de los dos únicos grandes mamíferos depredadores (el otro es el oso negro, Ursus americanus) que quedan en el sur de California.

El hábitat del puma se ha visto gravemente fragmentado por las grandes y congestionadas autopistas de la región y sus comunidades suburbanas en constante expansión. Dado que los leones de montaña machos tienen amplias áreas de distribución, a menudo se ven obligados a tomar decisiones difíciles: permanecer en el hábitat fragmentado y arriesgarse a un conflicto potencialmente mortal con otros machos, o aventurarse por las autopistas en un intento de alcanzar un nuevo hábitat.

Cuando estos pumas intentan cruzar estas autopistas principales del sur de California (como la 5 o la 101), a menudo son atropellados y muertos por los vehículos. De hecho, junto con la ingestión de rodenticida de especies de presas envenenadas, el atropello es la principal causa de mortalidad entre los pumas sudcalifornianos. Esta fragmentación también ha provocado una reserva genética limitada y un aumento de los niveles de endogamia, sobre todo en las Montañas de Santa Mónica. Afortunadamente, en 2022 se inició la construcción de un gran corredor de vida salvaje sobre la autopista 101, específicamente para abordar este problema (Fig. 2).

El muro fronterizo, la fragmentación del hábitat y el futuro del jaguar en Estados Unidos

El muro a lo largo de la frontera sur que separa Estados Unidos de México ha sido un tema candente desde el punto de vista político en la última década, pero el proyecto también ha tenido consecuencias ecológicas potencialmente devastadoras.

En el pasado, el jaguar se extendía desde el sur de California hasta al menos tan al este como Luisiana y el río Misisipi, pero a ^mediados del siglo XX estaba prácticamente erradicado en Estados Unidos debido principalmente a la presión de la caza. Hoy en día, sólo se ve algún individuo ocasional en el sureste de Arizona y el suroeste de Nuevo México, normalmente un macho que deambula desde el estado mexicano de Sonora (Fig. 3). Es probable que la construcción del muro fronterizo, sobre todo a lo largo de la frontera de estos dos estados, disminuya significativamente cualquier esperanza de que los jaguares vuelvan a establecerse en Estados Unidos sin una reintroducción activa.

Figura 3: Un jaguar conocido como "El Jefe" ha sido capturado por cámaras de rastreo en el sureste de Arizona varias veces en la última década. Fuente: Wikipedia

Además, esta región es también una importante zona de transición entre la fauna de Norteamérica y la de Centroamérica y Sudamérica. Además de jaguares, estas zonas de Arizona y Nuevo México también tienen otros animales salvajes típicamente asociados con los trópicos, como coatíes(Nasua narica), pecaríes(Dicotyles tajacu) e incluso el ocelote(Leopardus pardalis), que rara vez se ve. De hecho, ¡la boa constrictora(Boa sigma) se encuentra a menos de 200 km al sur de la frontera! Estas especies están amenazadas por un flujo genético restringido debido al muro fronterizo.

Soluciones para mitigar la destrucción de hábitats

Se han propuesto muchas soluciones para minimizar la destrucción del hábitat, pero su éxito depende en gran medida de una aplicación eficaz. La ampliación y mejor protección de los parques nacionales y las zonas protegidas es una solución potencial, aunque esto puede ser susceptible de una aplicación deficiente y de ser subastado al mejor postor (como se vio en Camboya y en muchas otras zonas).

Otra posible solución es hacer que las prácticas agrícolas sean más respetuosas con el medio ambiente y sostenibles, haciendo que funcionen dentro del hábitat y como parte de él. Esto puede implicar la creación de corredores forestales para la vida salvaje dentro de las plantaciones de palma aceitera o la construcción de estas plantaciones en tierras agrícolas no utilizadas, en lugar de destruir importantes hábitats forestales. Sin embargo, aunque esto puede ayudar a algunas especies, no resuelve el problema al que se enfrentan los grandes depredadores, ya que es probable que ataquen y depreden a los trabajadores de estas tierras agrícolas a pesar de todo. Otras soluciones que van mucho más allá del ámbito de la simple conservación incluyen mitigar el crecimiento de la población humana y los estilos de vida insostenibles.