Especies Clave

Definición de especie clave

Una especie clave, que es una idea propuesta por primera vez por el ecólogo estadounidense Robert T. Paine en 1969, es cualquier especie que tiene un impacto masivo en el ecosistema en el que reside, sobre todo en los demás niveles tróficos.

Las especies clave desempeñan un papel tan vital en los ecosistemas que todo el ecosistema puede colapsarse en su ausencia. Muchas especies clave, aunque no todas, son depredadores ápice.

Aunque los depredadores ápice son especies clave importantes, algunos herbívoros e incluso algunas plantas también se consideran especies clave.

En general, se considera que hay tres grupos diferentes de especies clave:

1. Depredadores

2. Ingenieros del ecosistema

3. Mutualistas

Depredadores

Empecemos por los depredadores.

Aunque pueda parecer simple, la depredación tiene un impacto mucho más amplio que el simple acto en sí. Al depredar poblaciones de otras especies, los depredadores ayudan a controlar las poblaciones de especies, lo que impide el consumo excesivo de recursos vegetales por parte de los herbívoros, dando lugar a poblaciones vegetales más sanas.

Además, los restos de las presas constituyen una importante fuente de alimento para detritívoros y carroñeros. La eliminación de los depredadores, sobre todo de los depredadores ápice, puede provocar lo que se denomina una cascada trófica, en la que todos los niveles tróficos inferiores se ven afectados negativamente por la ausencia del nivel trófico superior.

Ingenieros del ecosistema

El segundo tipo de especies clave son los ingenieros del ecosistema.

Los ingenieros de ecosistemas son únicos entre los organismos vivos en el sentido de que desempeñan un papel vital en la manipulación del medio físico. Las manipulaciones creadas por algunas de estas especies pueden tener un impacto significativo en el hábitat circundante mediante la eliminación de residuos, la creación de estructuras o incluso la creación de un hábitat nuevo que no estaba presente inicialmente.

Mutualistas

Por último, pero no por ello menos importante, tenemos a los mutualistas.

El mutualismo requiere al menos dos especies, todas las cuales deben beneficiarse de interactuar entre sí. Es probable que la eliminación de cualquiera de estas especies tenga un impacto dramático en la salud del ecosistema, por ejemplo mediante la eliminación de alimentos, polinización, etc.

• El mutualismo se da prácticamente en todos los tipos de hábitat y en todos los niveles tróficos.

Lista de especies clave

La siguiente es una lista de algunas de las muchas especies clave.

Depredadores ápice

Gran tiburón blanco(Carcharodon carcharias)

Lobo gris(Canis lupus)

Orca(Orcinus orca)

Cocodrilo de agua salada(Crocodylus porosus)

Tigre(Panthera tigris)

Ingenieros de ecosistemas

Pájaro carpintero de bellota(Melanerpes formicivorus)

Termita catedral(Nasutitermes triodiae)

Tortuga Gopher(Gopherus polyphemus)

Castor norteamericano

Mutualistas

Abejas y flores

Las hormigas y los pulgones

Pez payaso (género Amphiprion) y anémonas de mar

Pez rémora (familia Echeneidae) y varias especies huésped (por ejemplo, tiburones, tortugas y ballenas)

Ejemplos de especies clave

A continuación se detallan ejemplos de una especie de cada uno de los grupos de especies clave mencionados.

Depredador ápice: Cocodrilo de agua salada

Aunque la mayoría de los cocodrilianos (pero no todos) se consideran depredadores ápice, las especies más grandes son especialmente notables. El cocodrilo de agua salada es el mayor cocodrilo existente, capaz de alcanzar más de 6 metros de longitud.

La especie está ampliamente distribuida por partes del Sudeste Asiático y Oceanía, aunque esta área de distribución se ha reducido drásticamente en el último siglo, con la extirpación de gran parte del Sudeste Asiático continental.

Su nombre es un poco engañoso, ya que no es una especie marina y ocupa una gran variedad de hábitats, como estuarios bordeados de manglares, ríos, pantanos de agua dulce y lagos.

El nombre común procede del hecho de que los cocodrilos de agua salada pueden nadar largas distancias en el mar, y de hecho lo hacen, y a menudo viajan por la costa entre distintos sistemas fluviales.

El cocodrilo de agua salada es un depredador supremo capaz de alimentarse de casi todas las especies presentes en su área de distribución, incluido el hombre. Aunque la mayor parte de su dieta consiste en peces grandes y pequeños(incluso para los grandes cocodrilos adultos), también suelen alimentarse de ganado, cerdos, monos, aves y otros animales.

Los cocodrilos de agua salada ayudan a controlar las poblaciones de presas (sobre todo de peces) y su presencia suele ser un indicador de un ecosistema sano.

Ingenieros del ecosistema: Termita catedral

Las termitas catedral, comúnmente llamadas termitas spinifex, son originarias del Territorio del Norte de Australia. Estas termitas construyen montículos muy altos y macizos que parecen catedrales (Fig. 2), de ahí su nombre común.

Estos montículos se componen de tierra y materia vegetal, así como de excreciones de las propias termitas. Los montículos pueden alcanzar hasta 8 metros (más de 26 pies) de altura y están increíblemente bien construidos, son capaces de soportar importantes presiones ambientales y pueden servir de hogar a otros organismos pequeños.

Durante la estación húmeda, cuando las termitas aladas abandonan los termiteros, también funcionan como una importante fuente de alimento para aves y lagartos, como el lagarto de cuello fruncido(Chlamydosaurus kingii).

Mutualistas: Abejas y flores

Las abejas y las flores se proporcionan beneficios mutuos a través de sus interacciones. Las abejas obtienen alimento de las flores en forma de néctar, mientras que las flores se benefician de la difusión de su material genético a través del polen que se adhiere al cuerpo de la abeja cuando se posa en la flor.

Al regresar a la colmena, el néctar se convierte en miel, proporcionando así alimento a toda la colonia y, como sabes, ¡proporcionando a los humanos un dulce manjar!

Una vez que el polen, que contiene el material genético masculino de las flores, se adhiere al cuerpo de la abeja, ésta lo esparce a otras flores, lo que permite la propagación de la especie floral. Algunas especies de abejas tienen incluso "sacos polínicos" que les permiten esparcir grandes cantidades de polen (Fig. 3).

Especies clave frente a especies base

Veamos ahora qué es una especie fundadora. Una especie fundadora desempeña un papel vital en la creación y el mantenimiento de los cimientos estructurales de un ecosistema.

A diferencia de las especies clave, las especies fundadoras no están relacionadas con los niveles tróficos. Algunos ejemplos de especies fundadoras importantes son los bosques de algas (Fig. 4), los arrecifes de coral y las lombrices de tierra. Algunas especies, como el castor antes mencionado, pueden ser tanto especies fundadoras como especies clave, debido al importante impacto que tienen en el ecosistema.

Conservación de las especies clave

Para evitar impactos potencialmente catastróficos en un ecosistema, es imperativo conservar las especies clave.

La conservación de las especies clave beneficia tanto a los animales humanos como a los no humanos, así como a la mayoría de los demás componentes bióticos de un ecosistema.

• La eliminación o desaparición de una especie clave provoca una amplia gama de problemas, como la superpoblación de especies de presa, el consumo excesivo de vegetación, el hambre y un desequilibrio general del ecosistema.

La eliminación de estas especies clave vitales provocó la superpoblación de especies de presa, sobre todo ciervos, así como la expansión del área de distribución geográfica de algunas otras especies. Los coyotes(C. latrans), los mapaches(Procyon lotor) y los osos negros(U. americanus) ampliaron significativamente su área de distribución una vez eliminadas estas especies competidoras o depredadoras.

En California, por ejemplo, la distribución del oso negro se ha desplazado mucho más al sur que su área de distribución natural, cuando los osos pardos ocupaban gran parte de los robledales del sur de California. Los coyotes y los mapaches no sólo perdieron competidores y depredadores potenciales, sino que también se adaptaron a un paisaje dominado por el hombre, lo que les permitió aumentar aún más.

La mayoría de estos cambios ocurrieron hace tanto tiempo, que la gente no recuerda cuándo el ecosistema estaba correctamente equilibrado. Cuando se reintrodujeron los lobos grises en algunas zonas, por ejemplo, los cazadores empezaron a quejarse de que la población de ciervos había caído en picado. El hecho es que ahora la población de ciervos estaba controlada de forma natural por los lobos, como lo estaba antes de la eliminación antropogénica del depredador.