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Pero, en términos generales, una enfermedad se puede entender como cualquier problema o trastorno de la mente o el cuerpo que afecta a la salud de un organismo.
Hay muchos tipos de enfermedades, y uno de los criterios principales que usamos para agruparlas y clasificarlas es la transmisibilidad de la enfermedad. De esta forma, distinguimos entre enfermedades no infecciosas (no se pueden transmitir de persona a persona) y enfermedades infecciosas (se pueden transmitir de persona a persona). Si quieres conocer más sobre las enfermedades infecciosas, estás en el lugar adecuado.
¿Qué son las enfermedades infecciosas?
Las enfermedades infecciosas son causadas por agentes patógenos: microorganismos capaces de causar y propagar una enfermedad. Algunas enfermedades contagiosas nos afectan durante largos periodos de tiempo, y otras, como el resfriado común, son mucho más efímeras. Hay incontables enfermedades infecciosas, cada una causada por un patógeno diferente, incluyendo diferentes virus como el SARS-CoV-2 —que causa el COVID-19—, o bacterias como Mycobacterium tuberculosis —que causa la tuberculosis—.
Las enfermedades infecciosas, también conocidas como enfermedades transmisibles, son enfermedades causadas por patógenos que se propagan e infectan a distintos organismos. Un organismo puede contagiarse de una enfermedad infecciosa al estar expuestos a patógenos o a otros organismos infectados por patógenos.
Vías de transmisión de las enfermedades infecciosas
Las enfermedades infecciosas pueden transmitirse de personas infectadas a personas no infectadas, simplemente, por contacto directo con la persona enferma. Algunos patógenos no pueden sobrevivir fuera del cuerpo humano, por lo que solo pueden propagarse a través de su huésped.
En otras situaciones, una persona puede infectarse al entrar en contacto con el patógeno presente en fómites, como el agua, los animales muertos, las heces y la comida. El patógeno puede sobrevivir en estos elementos, por lo que la infección se transmite indirectamente entre las personas. Los vectores también son instrumentos de transmisión. Por ejemplo, el paludismo o malaria se transmite a los humanos a través del mosquito Anopheles, que actúa como vector.
Un huésped es un organismo que alberga al agente patógeno.
Un fómite es un componente inanimado que puede albergar al patógeno y transmitir la enfermedad.
Un vector es un organismo vivo que transmite el patógeno de un huésped a otro.
Las enfermedades transmisibles también pueden afectar a los animales y a las plantas. En general, lo más habitual es que cualquier enfermedad infecciosa se transmita entre organismos de la misma especie, aunque puede ocurrir que una enfermedad infecciosa se transmita entre especies.
Por ejemplo, las zoonosis son enfermedades infecciosas que se transmiten entre animales y humanos.
Algunas personas pueden infectarse con un patógeno, pero no desarrollar una enfermedad o síntomas asociados. Incluso, pueden ser capaces de infectar y causar la enfermedad en otros, a pesar de no saber que están infectados, en primer lugar. Cuando esto ocurre, se les designa como portadores asintomáticos.
Los agentes patógenos tienen diferentes formas de infectar y causar la enfermedad en un organismo. La comprensión de la fisiología que hay detrás de cada patógeno causante de la enfermedad y su mecanismo de propagación es crucial para prevenir, tratar y/o curar la enfermedad infecciosa resultante.
Importancia de las enfermedades infecciosas
Aunque en las últimas décadas hemos asistido a un notable descenso de las muertes causadas por enfermedades infecciosas como con el VIH/SIDA, estas siguen siendo un grave problema. Las enfermedades infecciosas, como la tuberculosis o la malaria, siguen infectando y matando a muchas personas —sobre todo a niños y adultos jóvenes—, lo que supone una grave crisis de salud pública. Este problema es más destacado en los países pobres, donde los servicios sanitarios son mucho más débiles y las opciones de tratamientos eficaces son limitadas, en comparación con los países más ricos.
Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), los habitantes de estos países tienen muchas más probabilidades de morir por estas enfermedades que por las no transmisibles, al contrario de lo que ocurre en el resto de países y regiones más ricos. De hecho, según la OMS, la malaria, la tuberculosis y el VIH seguían estando entre las 10 principales causas de muerte en estos países en 2019, a pesar de que estas enfermedades pueden tratarse y (la mayoría) pueden prevenirse o curarse.
El ejemplo más actual y evidente de la influencia de las enfermedades infecciosas en nuestras vidas lo vemos en el impacto devastador de la actual pandemia de COVID-19. El COVID-19 es una enfermedad infecciosa viral causada por el virus SARS-CoV-2 que, según la OMS, ha causado al menos 5,8 millones de muertes en poco más de dos años. El virus se propaga principalmente a través de pequeñas partículas líquidas y provoca, en la mayoría de los casos, una enfermedad respiratoria leve o moderada; pero, puede dar lugar a síntomas más graves, especialmente en personas no vacunadas o con inmunodeficiencias.
Cuando una enfermedad infecciosa empieza a afectar rápidamente a muchas personas, se clasifica como una epidemia. Cuando la epidemia se extiende por una amplia región del mundo, infectando a millones de personas, se convierte en una pandemia.
El COVID-19 se convirtió en una pandemia en 2020 y, desde entonces, ha infectado a más de 400 millones de personas, según la OMS. Muchos expertos creen que el COVID-19 se convertirá en endémico; es decir, una enfermedad que siempre está en la población, pero a un nivel mucho más bajo y controlado. Otras enfermedades infecciosas son endémicas en una región concreta del mundo.
Por ejemplo, la malaria es endémica en zonas tropicales y subtropicales.
Los datos anteriores al COVID-19 mostraban que las enfermedades infecciosas causaban aproximadamente 13 millones de muertes al año, lo que suponía alrededor del 13% de todas las muertes, sin incluir las de otros organismos —como animales y plantas— a los que estos patógenos también afectan. Los efectos de la pandemia de COVID-19 en el número de muertes por enfermedades transmisibles ciertamente aumentaron esta cifra en los últimos años; sin embargo, parece que está disminuyendo, a medida que se dispone de vacunas y nuevos tratamientos.
Tipos de enfermedades infecciosas
Las enfermedades infecciosas se dividen en cuatro grupos principales, según el tipo de patógeno responsable:
- Bacterianas: las bacterias son organismos procariotas que causan enfermedades como la tuberculosis y el cólera, y suelen dividirse en bacterias Gram-positivas y bacterias Gram-negativas.
- Virales o víricas: los virus son entidades parasitas no vivas que poseen su propio material genético y que necesitan un huésped para replicarse. Todos los virus son patógenos y causan diversas infecciones virales, como el COVID-19 o el VIH.
- Los protoctistas o protistas son organismos parasitarios eucariotas que pueden afectar a los seres humanos, los animales o las plantas, causando infecciones, como la malaria.
- Fúngicas: los hongos son organismos eucariotas que causan enfermedades infecciosas.
Tras infectar a un organismo, todos estos patógenos dañan el tejido del huésped de diferentes maneras y/o producen toxinas, subproducto de su metabolismo, que también pueden dañar a su huésped. El tipo de daño, en combinación con la forma en que el organismo responde a él, crea los síntomas de la respectiva enfermedad infecciosa.
Prevención de las enfermedades infecciosas
Como ya hemos mencionado antes, las enfermedades infecciosas son transmisibles; es decir, se transmiten por contacto con organismos o fómites portadores del patógeno que las causan. Por tanto, cuando se previene la transmisión del patógeno, también se previene la transmisión de la enfermedad.
Existen diferentes medidas preventivas o profilácticas que se pueden adoptar para prevenir la transmisión de una enfermedad.
Cualquier tipo de medida cuyo objetivo es prevenir la transmisión de un patógeno infeccioso se denomina medida preventiva o profiláctica.
Las medidas preventivas son muy variadas. Algunos ejemplos incluyen:
- Vacunas: son una de las principales herramientas que tenemos para manejar y detener las enfermedades infecciosas. Las vacunas preparan nuestro sistema inmune, de modo que le resulte más fácil destruir y evitar la propagación de un patógeno infeccioso cuando se expone a él.
- Protección contra reservorios de patógenos: reducir la exposición a reservorios de patógenos —conocidos o potenciales— puede reducir significativamente la transmisión de un patógeno y la transmisión de la enfermedad. Por ejemplo, el uso de mascarilla para prevenir enfermedades de transmisión aérea o la práctica de actividades sexuales seguras para prevenir enfermedades de transmisión sexual.
- Esterilización y control del crecimiento de patógenos: existen diferentes métodos que permiten controlar y/o reducir la presencia de patógenos en alimentos, el agua o diferentes utensilios con los que mantenemos contacto directo y que pueden servir de reservorio para patógenos causantes de enfermedades (por ejemplo, el uso de insecticidas).
Ejemplos de enfermedades infecciosas
Hay una variedad de enfermedades infecciosas de importancia que todavía nos afectan, algunas de las cuales ya se han mencionado antes, como el COVID-19, el cólera, la tuberculosis o el VIH/SIDA. Otras enfermedades infecciosas conocidas son el sarampión o la viruela.
La viruela es una de las pocas enfermedades infecciosas que han sido completamente erradicadas en uno de los éxitos médicos más increíbles del siglo pasado. Tras un exitoso programa de vacunación y vigilancia en los años 60, dirigido por la OMS, el último caso de esta enfermedad altamente infecciosa y letal causada por el virus de la variola se detectó en 1977 en Somalia. La OMS declaró su erradicación oficial en 1980.
Las enfermedades infecciosas más preocupantes hoy en día son bacterianas o víricas —excepto la malaria, causada por cuatro especies diferentes del protoctista Plasmodium—.
La malaria sigue constituyendo una amenaza sustancial para la salud humana, ya que el 40% de la población mundial vive en zonas con riesgo de contraer la enfermedad, a pesar de los exitosos esfuerzos de disminuir su tasa de mortalidad en aproximadamente un 25% en todo el mundo.
Enfermedades víricas infecciosas
El VIH/SIDA y el COVID-19 son quizás dos de las enfermedades infecciosas virales más conocidas en la actualidad. El síndrome de inmunodeficiencia adquirida —o SIDA— es causado por el virus de la inmunodeficiencia humana (VIH), un retrovirus; fue reconocido oficialmente en 1981. Los datos oficiales de la OMS sugieren que al menos 25 millones de personas habían muerto por esta enfermedad en 2010. La gente sigue muriendo hoy en día, especialmente en los países con menos recursos del África subsahariana, donde se producen aproximadamente el 70% de las muertes por esta enfermedad.
El VIH/SIDA sigue siendo una de las enfermedades infecciosas más difíciles de tratar. A fecha de 2022, todavía no existe una cura para el SIDA, ni una vacuna contra el VIH; pero, las opciones de tratamiento han tenido mucho éxito a la hora de aumentar la esperanza de vida y retrasar la aparición de la enfermedad.
El VIH ataca y destruye el sistema inmune de nuestro cuerpo, en concreto los linfocitos T auxiliares que participan en la respuesta a las infecciones. Cuando estas células están dañadas, y nuestro sistema inmune está comprometido, aparece el SIDA —que es la inmunodeficiencia causada por el VIH—.
Para saber más sobre el funcionamiento del VIH, consulta nuestro artículo al respecto.
Enfermedades infecciosas bacterianas
El cólera y la tuberculosis son dos ejemplos relevantes de enfermedades infecciosas bacterianas.
- El cólera es causado por la bacteria patógena Vibrio cholerae y se transmite a través de fómites de agua y alimentos. El cólera es casi exclusivo de los países en vías de desarrollo, donde el acceso a un saneamiento adecuado y a alimentos no contaminados es problemático. Si no se trata, puede ser mortal, aunque la muerte es totalmente evitable con las opciones de tratamiento actuales. A pesar de ello, miles de personas siguen muriendo cada año innecesariamente por nuestra incapacidad para prevenir y tratar esta enfermedad en los países en desarrollo.
- La tuberculosis es otra enfermedad bacteriana infecciosa que sigue causando muchas muertes. La tuberculosis es causada por la bacteria Mycobacterium tuberculosis, y ataca principalmente los pulmones. La tuberculosis es una enfermedad grave, que provoca la muerte de millones de personas cada año y suele ser la primera infección oportunista que sufren los individuos con SIDA. Por ello, la pandemia del VIH ha ido acompañada de una pandemia de tuberculosis. Existen tratamientos antibióticos exitosos. Sin embargo, las bacterias resistentes a los antibióticos se están convirtiendo en un problema. A medida que se extiende la resistencia a los antibióticos, se está produciendo un resurgimiento de esta enfermedad que antes se creía casi erradicada.
Para saber más sobre las bacterias resistentes a los antibióticos, consulta nuestro artículo sobre Antibióticos.
Enfermedades infecciosas - Puntos clave
- Las enfermedades infecciosas, también conocidas como enfermedades transmisibles, son enfermedades causadas por patógenos que se propagan e infectan a distintos organismos.
- Las enfermedades infecciosas pueden transmitirse entre organismos (animales, plantas, personas) por contacto directo con un organismo infectado o por contacto con fómites portadores del patógeno en cuestión, como heces o comida.
- Aunque en las últimas décadas hemos asistido a un notable descenso de las muertes causadas por enfermedades infecciosas, como con el VIH/SIDA, estas siguen siendo un grave problema, especialmente en países en vías de desarrollo.
- Las enfermedades infecciosas se dividen en cuatro grupos principales según el patógeno responsable: bacterias, virus, protoctistas (o protistas) y hongos.
- Hay una gran variedad de enfermedades infecciosas de importancia que nos afectan hoy en día, sobre todo enfermedades infecciosas víricas como el COVID-19 o el VIH/SIDA; y las enfermedades infecciosas bacterianas, como el cólera o la tuberculosis.
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Preguntas frecuentes sobre Enfermedades Infecciosas
¿Qué son las enfermedades infecciosas?
También conocidas como enfermedades transmisibles, son enfermedades causadas por microorganismos patógenos que se propagan e infectan a distintos organismos. Un organismo puede contagiarse de una enfermedad infecciosa al estar expuestos a patógenos o a organismos infectados por patógenos.
¿Cuáles son las enfermedades contagiosas más comunes?
Algunas de las enfermedades contagiosas más comunes son: la malaria, la tuberculosis, el cólera, la COVID-19 y el VIH/SIDA.
¿Cuántos tipos de enfermedades infecciosas hay?
Hay cuatro tipos principales de enfermedades contagiosas, según el tipo de patógeno responsable: bacterias, virus, hongos o protozoos.
¿Cuáles son las formas de contagio de las enfermedades infecciosas?
Las enfermedades contagiosas pueden transmitirse entre organismos (animales, plantas, personas) por contacto directo con un organismo infectado o por contacto con fómites portadores del patógeno en cuestión, como heces o comida.
¿Cuáles son las enfermedades infecciosas y contagiosas?
Las enfermedades infecciosas, también conocidas como enfermedades transmisibles, son enfermedades causadas por microorganismos patógenos que se propagan e infectan a distintos organismos. Cuando la infección puede transmitirse de persona a persona, generalmente se le denomina contagiosa.
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