Península Ibérica

Mapa de la Península Ibérica

La Península Ibérica está situada en el oeste de Europa, donde se encuentran los actuales España y Portugal.

Fig. 1 - Mapa que muestra España y Portugal, que son los países que forman la Península Ibérica.

Desarrollos dinásticos de la Península Ibérica

La política dinástica fue un importante instrumento de cambio en la Europa Moderna temprana. La Península Ibérica era bien conocida por los frecuentes cambios dinásticos. Esta sección te proporcionará una comprensión histórica de los desarrollos dinásticos que sentaron las bases para la eventual unificación de España. A continuación se muestra una cronología simplificada de los diferentes reinos que ocuparon la región.

Fig. 2 - Cronología simplificada de las diferentes dinastías que gobernaron la Península Ibérica.

La conquista musulmana y Al-Andalus

La España altomedieval estaba gobernada por el reino de los visigodos arrianos, una tribu germánica cristiana que conquistó la Península Ibérica después de los romanos y se convirtió al catolicismo a finales del siglo VI. En el siglo VIII, el califato musulmán omeya conquistó la mayor parte de la Península Ibérica, obligando a muchos de los visigodos católicos a retirarse al norte de España.

Los musulmanes establecieron entonces un territorio llamado Al-Andalus que, en su apogeo, controlaba la mayor parte de España, Portugal e incluso parte del sur de Francia.

Esta zona estaba dividida en cinco unidades administrativas diferentes:

• Andalucía
• Portugal y Galicia
• Castilla y León
• Navarra, Aragón y Cataluña

• Languedoc-Rosellón (sur de Francia)

Fig. 3 - Mapa de Al-Ándalus, que muestra la mayor extensión de la dinastía omeya.

¿Qué fue la Reconquista de la Península Ibérica?

A partir del siglo VIII, los grupos cristianos del Norte intentaron reconquistar tierras a los musulmanes. Esto dio lugar a una guerra de 700 años en la que los cristianos fueron ganando gradualmente más fuerza y adquiriendo más territorios. En el siglo XIII, los principales bastiones musulmanes habían caído en manos de los cristianos, que habían adquirido casi toda la península excepto Granada, gobernada por la dinastía nazarí.

Fig. 4 - Mapa del Reino de Granada. Muestra los territorios del Reino nazarí de los siglos XIII al XV.

La Reconquista de Granada

De 1482 a 1492, el rey Fernando II de Aragón (gobernante de España junto con Isabel I) dirigió una serie de campañas contra el reino musulmán de Granada, con el objetivo de reconquistarlo como territorio cristiano. Los conflictos internos y la guerra civil habían debilitado a los granadinos, pero los cristianos estaban en general unificados, lo que les daba ventaja. Un largo asedio enenero de 1492 obligó al sultán Muhammad XII a rendir la ciudad y España quedó bajo dominio católico.

¿Cómo cambió la Península Ibérica bajo los Reyes Católicos?

El gobierno de los reinos de la península cambió radicalmente bajo los Reyes Católicos. Los cinco reinos independientes acabaron siendo gobernados por un solo rey a finales del siglo XVI.

Los reinos independientes

Aunque la Reconquista había devuelto los estados al dominio cristiano, esto no significaba que España estuviera unificada. Estaba dividida en diferentes reinos, gobernados por dinastías familiares. Unificar o establecer el poder en otro reino significaba invadir o establecer una alianza matrimonial, que no era necesariamente el compromiso pacífico que cabría esperar. Estas alianzas daban lugar con frecuencia a guerras de sucesión, debido a que varios gobernantes tenían derecho al trono. Por ejemplo, cuando Isabel I ascendió al trono, estalló una guerra en Portugal por otro posible accesor.

Fernando e Isabel unificaron parcialmente la península con la invasión y absorción de Navarra por Aragón en 1512. Esta anexión transformó de nuevo la geopolítica de la zona, consolidando tres reinos: Castilla (con Granada), Aragón (con Navarra) y Portugal. Estas regiones eran independientes entre sí y estaban dirigidas localmente y no por la Corona.

Carlos I

Bajo su nieto, el rey Carlos I de España (también Carlos V, rey emperador del Sacro Imperio Romano Germánico en Alemania y rey de Italia), las dos regiones de Castilla y Aragón se unieron. Carlos también tenía esperanzas de someter a Portugal a su reinado y se casó con la princesa portuguesa Isabel de Portugal para producir un heredero al trono español y portugués.

Fig. 5 - Retrato de Carlos I, rey de España, también Carlos V, emperador del Sacro Imperio Romano Germánico, rey en Alemania y rey de Italia

Religión

La población de la Península Ibérica estaba formada por judíos, musulmanes y cristianos, que habían vivido en convivencia hasta finales del siglo XV. Sin embargo, los Reyes Católicos trajeron consigo el honor religioso a su reinado. Esto dio lugar a la Inquisición española, que obligó a muchos musulmanes y judíos a convertirse o a abandonar la península. Aunque muchas personas seguían observando el islam y el judaísmo en secreto, la dinámica de la península cambió. Gran parte de la población judía y musulmana emigró de la región como consecuencia de la persecución, pero sus legados en forma de arquitectura, lengua y cultura permanecen hasta nuestros días.

¿Cómo cambió la relación entre España y Portugal?

La historia de España y Portugal y sus respectivas dinastías es similar a la de unos hermanos pendencieros. Se unen en asuntos que benefician a ambas partes (para Castilla y Portugal, la Reconquista) pero discuten con saña para mantener sus respectivos espacios (por ejemplo, la Guerra de Sucesión Castellana). Aunque se encuentran en la misma península y acabaron siendo gobernados por la misma Corona, España y Portugal eran dos países separados. Las discusiones por la sucesión o los conflictos marítimos provocaron guerras entre ambos durante el periodo moderno temprano.

La Guerra de Sucesión Castellana

Cuando Isabel I subió al trono en1474, un complot para instalar a la hija de Enrique IV como reina legítima condujo a una guerra entre Castilla y Portugal. Esto se conoció como la Guerra de Sucesión Castellana. Los Reyes Católicos lograron una gran victoria en la Batalla de Toro en 1476, estableciendo a Isabel como líder fuerte y asegurando su posición como reina de Castilla.

La guerra continuó hasta 1479, con Castilla ganando en tierra y Portugal ganando en el mar. Mientras que la victoria en tierra constituyó una victoria para los Reyes Católicos, la adquisición por los portugueses del derecho exclusivo a la navegación en el Atlántico representó una importante pérdida de riqueza y poder potenciales para España. Los descubrimientos de Cristóbal Colón cambiaron posteriormente esta situación.

La expansión ultramarina y el Tratado de Tordesillas

La expansión de las fronteras "imperiales" de la Península Ibérica se produjo durante la Era de la Exploración europea. Uno de los exploradores ibéricos más notables, Cristóbal Colón, viajó a América pensando que había descubierto una nueva ruta comercial con la India y reivindicó el "descubrimiento" de las Indias Occidentales en 1492. Colón insistió en muchos de sus registros en que estas zonas formaban parte del continente asiático, de ahí la denominación de "Indias Occidentales".

Contrariamente a la opinión popular, Colón no "descubrió" las Américas, como tampoco lo hicieron los demás exploradores europeos de la época. La navegación de Colón a las Américas sí definió un virulento periodo de colonización, conquista, esclavización e imperio que transformó el mundo y situó a la Península Ibérica en el primer plano de ese escenario global.

Los españoles reclamaron las islas que habían "descubierto" , así como la parte continental de Sudamérica, con la Inter caetera de 1493, una bula papal que otorgaba a los españoles el derecho sobre estas zonas. Como los marineros portugueses también estaban explorando estas zonas, los gobernantes españoles y portugueses decidieron que necesitaban una división de la influencia para evitar conflictos entre ellos.

Así se establecióel Tratado de Tordesillas en 1494. El tratado dividía los territorios entre las dos potencias: los portugueses recibían todo lo que estaba al este de las islas de Cabo Verde (lo que les daba África, Asia y parte de Brasil) y España recibía todo lo que estaba al oeste de esta línea (lo que les daba el control sobre la parte occidental de América y las islas del océano Pacífico). El tratado sería beneficioso para España más adelante, en el siglo XVI, con el descubrimiento de México y Perú, ya que su parte de los territorios divididos era en realidad mayor de lo que habían pensado.

El rey Felipe II

La muerte del rey Sebastián de Portugal en 1578 desencadenó una crisis sucesoria al no tener heredero. Felipe II de España reclamó el trono y António, prior de Crato, fue aclamado rey de Portugal por muchas ciudades. Al final, Felipe fue coronado gracias a la considerable base de apoyo que había acumulado.

Felipe II marchó a Portugal y derrotó a las tropas de António en la batalla de Alcântara. Asumió entonces el trono portugués en 1580 y fue coronado Felipe I de Portugal en 1581. Esto unió a España y Portugal bajo una sola corona, unidad que continuaron sus sucesores.