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- En primer lugar, definiremos las preferencias alimentarias.
- A continuación, hablaremos de la relación entre la genética y las preferencias alimentarias y repasaremos otras influencias.
- Después, hablaremos de las preferencias alimentarias en los niños y en distintos países.
- Por último, veremos ejemplos de preferencias alimentarias.
Preferencias alimentarias: Definición
Las preferencias alimentarias son aquellas en las que las personas adoptan unenfoque evaluativo de suselecciones alimentarias , estableciendo unagrado o desagrado personal por un determinado alimento ogrupo de alimentos . Meiselman y Bell (2003) destacan cómo a lo largo de la historia se produjeron enfoques cuantitativos y no cuantitativos de la evaluación de los alimentos; el ejército estadounidense creó un menú basado en mediciones de las preferencias alimentarias (cuantitativo).
Los padres también suelen preguntar a sus hijos sobre sus preferencias alimentarias (no cuantitativas). Se suele pensar que las preferencias alimentarias son el resultado de mecanismos biológicos, como las papilas gustativas. Sin embargo, los psicólogos han demostrado que los procesos culturales, de aprendizaje y evolutivos influyen en las preferencias alimentarias.
Un ejemplo de preferencia alimentaria es que a alguien le guste la comida dulce pero le disguste la amarga, o que prefiera la comida picante a la sosa.
Genética y preferencias alimentarias
¿Existe un vínculo entre la genética y las preferencias alimentarias? Los psicólogos biológicos y evolutivos afirman que sí. Según la teoría de la evolución de Darwin, los humanos evolucionaron a partir de los simios. La dieta de los simios consiste principalmente en frutas y frutos secos. Sin embargo, la evolución de los humanos mediante genes "exitosos" ha llevado a los humanos a tener una dieta más compleja, por ejemplo, que incluya hidratos de carbono y proteínas.
La dieta más compleja proporciona más nutrientes y nos da más energía, aumentando así las posibilidades de supervivencia de los humanos.
La genética desempeña un papel en nuestras preferencias alimentarias, pero no es el único factor.
- Algunos estudios afirman que nuestra genética es responsable de la intensidad con que percibimos ciertos sabores, como el amargo, el dulce y el salado.
Hay una gran variación en la investigación sobre la heredabilidad de las preferencias alimentarias. Algunos estudios informan de que los genes sólo son responsables del 20% de nuestras preferencias por alimentos como los postres, mientras que otros afirman que los genes pueden constituir el 70% de nuestras preferencias por las proteínas alimentarias. Estos resultados nos dicen que el componente genético de las preferencias alimentarias varía según el tipo de alimento.
Hay otras dos teorías principales sobre las preferencias alimentarias: la evolución y el comportamiento.
Preferencias alimentarias: Mecanismos evolutivos
La teoría evolutiva es una forma de enfoque biológico: explica que las preferencias alimentarias de las personas se basan en las dietas de sus antepasados. La teoría evolutiva sostiene que las preferencias alimentarias son innatas, y su finalidad es aumentar la probabilidad de supervivencia y reproducción de la descendencia con esas mismas preferencias alimentarias "exitosas".
La perspectiva evolutiva de las preferencias alimentarias destaca la importancia del gusto. Los receptores del gusto aumentan la probabilidad de supervivencia porque los humanos pueden saber si la comida es agria o amarga y si puede haberse echado a perder. Los psicólogos evolucionistas sostienen que se trata de un mecanismo evolutivo para evitar que la gente enferme y mejorar sus posibilidades de supervivencia.
Los psicólogos evolucionistas también sostienen que la aversión al sabor es un mecanismo evolutivo.
La aversión al sabor se refiere a evitar un alimento concreto tras haber tenido una experiencia negativa. Según esta teoría, este mecanismo está "cableado" en los humanos, y su finalidad es ayudar a los animales/humanos a evitar alimentos perjudiciales.
Los psicólogos evolucionistas también propusieron que las personas no comen o les resulta difícil comer alimentos nuevos o inusuales debido a un mecanismo evolutivo llamado neofobia. Esto disminuye las probabilidades de que las personas/animales con dietas variadas coman algo perjudicial.
El punto fuerte de las explicaciones evolutivas de las preferencias alimentarias es que pueden explicar por qué las mujeres embarazadas pueden tener náuseas matutinas (eliminan cosas de su cuerpo que pueden dañar potencialmente a su hijo) o vomitar cuando huelen ciertas cosas.
Los puntos débiles del enfoque evolutivo de las preferencias alimentarias son los siguientes:
Es reduccionista porque ignora el impacto de las influencias culturales en las preferencias alimentarias. Existen diferencias aparentes entre las dietas occidental y oriental; sin embargo, el enfoque evolutivo no explica por qué ocurre esto.
Este enfoque es muy simplista , ya que supone que la finalidad de todas las acciones y procesos humanos es garantizar la supervivencia.
Preferencias alimentarias: Explicación conductista
El enfoque conductista sostiene que nuestro entorno, experiencias, padres, compañeros y modelos de conducta influyen en nuestras preferencias alimentarias.
Algunos ejemplos de teorías que los psicólogos conductistas han propuesto para explicar las preferencias alimentarias son:
Según la teoría del condicionamiento clásico, las personas pueden evitar la comida que les disgusta porque la asocian negativamente. Cuando un individuo come algo (estímulo incondicional), tiene una respuesta natural negativa, como las arcadas (respuesta incondicional).
Si un individuo come algo que no le gusta, asocia el alimento (estímulo incondicional) con la respuesta incondicional (arcadas). En consecuencia, lo evitará en el futuro.
La teoría del condicionamiento operante propone que las preferencias alimentarias se aprenden mediante el refuerzo. Si un padre refuerza positivamente a su hijo (por ejemplo, le elogia por comer comida sana), es más probable que vuelva a comerla. Mientras que el refuerzo negativo, eliminar algo negativo, también puede influir en las preferencias alimentarias.
Un ejemplo es tomar un antiácido antes de comer algo picante o lavarse los dientes después de comer chocolate.
Según la teoría del aprendizaje social, otro aspecto del enfoque conductual, el individuo puede imitar la reacción de sus compañeros ante un alimento concreto, impidiendo o aumentando la probabilidad de comer ese alimento en particular.
Un ejemplo es comer una hamburguesa picante y disfrutar del sabor con los compañeros, lo que puede aumentar la probabilidad de volver a probarla.
Los puntos fuertes de las explicaciones conductuales de las preferencias alimentarias son los siguientes:
Este enfoque puede ser mejor que la teoría evolutiva para comprender por qué a la gente puede dejar de gustarle de repente un alimento concreto.
Numerosas pruebas demuestran que las opiniones de las personas cercanas o los modelos de conducta influyen fácilmente en los seres humanos. Una investigación de Kotler, Schiffman y Hanson (2012) descubrió que es más probable que los niños prueben comida sana si se lo anima un personaje de dibujos animados que les gusta que un personaje que no conocen.
Los puntos débiles del enfoque conductista para las preferencias alimentarias son los siguientes:
Los psicólogos biológicos no estarían de acuerdo en que la forma en que nos educan influye en nuestras preferencias alimentarias. En cambio, consideran que la composición genética de los humanos (naturaleza) influye en nuestras preferencias alimentarias.
Por ejemplo, determinados receptores responden a un alimento concreto. Por ejemplo, la glucosa tiene un receptor específico que responde cuando alguien come algo dulce, lo que puede explicar por qué los humanos comemos alimentos dulces.
Los receptores son células que responden a estímulos externos y luego transmiten una señal al nervio sensorial, que envía información al cerebro.
Este enfoque es reduccionista, ya que sólo tiene en cuenta las experiencias; en cambio, el modelo biopsicosocial puede proporcionar una explicación mejor. Esta explicación combina los principales enfoques de la psicología y adopta un enfoque más holístico para comprender la psicología de los seres humanos, como las preferencias alimentarias.
Preferencias alimentarias: Mecanismos neuronales y hormonales
Como ya se ha señalado, los seres humanos tienen preferencias hacia determinados alimentos; sin embargo, éstas deben regularse para mantener un estilo de vida "sano". Los investigadores han descubierto que los mecanismos neuronales y hormonales actúan conjuntamente para regular los comportamientos alimentarios en determinadas regiones del cerebro.
El objetivo de estos mecanismos es evitar que las personas coman poco o coman en exceso alimentos que puedan causar problemas de salud relacionados con la dieta, como la anorexia nerviosa o la obesidad.
Preferencias alimentarias: El hipotálamo y la regulación de la alimentación
Ciertas condiciones deben mantenerse constantemente en el organismo para que funcione de forma óptima; es lo que se conoce como homeostasis. En cuanto a la alimentación, el cuerpo tiene mecanismos que regulan lo que comemos para que tenga suficientes nutrientes y energía para funcionar.
Una energía importante que hay que regular es la glucosa, que regula el hipotálamo. En el hipotálamo hay nervios sensoriales que responden a los cambios de glucosa. Éstos envían señales al cerebro que animan a comer o a dejar de comer.
Los cambios en los niveles de glucosa afectan a distintas partes del hipotálamo. Por ejemplo, el hipotálamo lateral (HL) se activa cuando hay niveles bajos de glucosa.
Como resultado, la región envía señales al cerebro de que el individuo tiene hambre. El hipotálamo ventromedial (HVM) responde a los niveles altos de glucosa y provoca saciedad (sensación de estar lleno).
Preferencias alimentarias: El control de la conducta alimentaria
La investigación también ha relacionado los cambios en las hormonas leptina y grelina con la activación de la LH y el VMH. La activación de la LH se ha relacionado con niveles elevados de grelina (que aumenta el apetito) y la de la VMH con niveles elevados de leptina (que suprime el apetito).
Los cambios en las hormonas activan redes neuronales específicas para controlar los comportamientos alimentarios. Por ejemplo, cuando alguien tiene niveles bajos de glucosa y grelina, se activa la HL. Esto indica al cerebro que tiene hambre y es probable que coma. Mientras el individuo come, sus niveles de glucosa aumentarán gradualmente, y la leptina aumentará. Esto activa la VMH, que indica al cerebro que está saciado, y el individuo dejará de comer.
Preferencias alimentarias en los niños
Kotler, Schiffman y Hanson (2012) descubrieron que los niños están más dispuestos a probar comida sana cuando un personaje que les gusta les incita a hacerlo que un personaje que no les gusta. Este hallazgo demuestra que las opiniones de los allegados o los modelos de conducta influyen fácilmente en las personas. Estos resultados también apoyan el enfoque conductual de las preferencias alimentarias.
Además, las investigaciones de apoyo muestran la influencia de los padres en las preferencias alimentarias de los niños. La investigación de Benton (2004) sugiere que la crianza parental afecta a las preferencias alimentarias de los niños y que éstos son más propensos a comer en un entorno emocionalmente positivo.
El estudio también descubrió que los padres y los hermanos suelen considerarse modelos de conducta para los niños durante su infancia. Su papel consiste en animar al niño a probar nuevos alimentos. Mediante el consumo repetido de estos alimentos, pueden desarrollarse las preferencias del niño.
La investigación pone de relieve que el enfoque conductual puede ser una explicación válida para comprender el desarrollo de las preferencias alimentarias en los niños.
Preferencias alimentarias en distintos países
Las personas de distintos orígenes culturales tienden a comer alimentos diferentes y a tener actitudes distintas hacia la comida. Por tanto, es probable que las preferencias alimentarias en distintos países y culturas difieran debido a lo siguiente:
Creencias religiosas : las creencias religiosas pueden influir en los hábitos alimentarios. Por ejemplo, los indios religiosos son menos propensos a comer carne de vacuno.
Disponibilidad de alimentos - puede que en algunos países sólo se disponga de determinados alimentos. Por lo tanto, estas personas pueden preferir los ingredientes locales que tienen a su alcance.
Diferencias de actitudes y estilos alimentarios - Algunas culturas tienen ciertas preferencias alimentarias. Por ejemplo, las culturas en las que se come en comunidad pueden influir en las preferencias alimentarias de la gente. En este caso, la gente puede preferir comer muchos platos fáciles de compartir.
Es importante señalar que el aprendizaje desempeña un papel clave en el desarrollo de las preferencias alimentarias. Como podemos ver a través de las preferencias alimentarias de los niños y de los distintos países, aquello a lo que estamos expuestos influye enormemente en nuestras elecciones.
A través de las experiencias y la exposición, aprendemos sobre los tipos de alimentos y lo que nos gusta comer. A veces, aprendemos sobre alimentos que nos encantan, y otras veces aprendemos sobre alimentos más sanos.
Ejemplos de preferencias alimentarias
Después de aprender sobre las preferencias alimentarias, ¿se te ocurre algún ejemplo? Aquí tienes una lista de ejemplos de preferencias alimentarias.
- Que te gusten los mismos tipos de comida que a tus padres.
- Que no te guste el brócoli porque a tus amigos no les gusta.
- Seguir una dieta kosher porque eres judío.
- Evitar los alimentos amargos.
- Alguien se intoxica comiendo espinacas y no vuelve a comerlas.
- Que te gusten los alimentos a los que estuviste expuesto de niño.
Preferencias alimentarias - Puntos clave
- Las preferencias alimentarias se dan cuando los individuos expresan un gusto o disgusto personal por un determinado alimento o grupo de alimentos.
- El planteamiento evolutivo es que las preferencias alimentarias de las personas proceden de las dietas de sus antepasados. Éstas son innatas, y su finalidad es aumentar la probabilidad de sobrevivir y reproducir descendencia con esas mismas preferencias alimentarias "exitosas".
- El enfoque conductista sostiene que nuestro entorno, experiencias, padres, compañeros y modelos de conducta influyen en nuestras preferencias alimentarias.
- Diversos aspectos culturales influyen en las preferencias alimentarias humanas, como la religión, la disponibilidad y las diferencias de actitud hacia la comida.
- Existe un componente genético en las preferencias alimentarias, pero varía según el tipo de alimento.
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Preguntas frecuentes sobre Preferencias Alimentarias
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