Marxismo

Deja de leer y piensa en Dios por un momento.

¿Qué se te ha ocurrido? ¿Pensaste en el Dios cristiano, el Dios islámico, el Dios judío? ¿Y en los Dioses de los antiguos griegos o de los indios americanos? ¿Pensaste en un hombre con túnica y larga barba, en una diosa como Atenea o Afrodita, o quizá pensaste en algo completamente distinto y no tienes ni idea de qué tiene que ver con el marxismo?

Al igual que Dios, el término marxismo evoca una imagen mental inmediata en función de tus creencias personales. Aunque sepas muy poco sobre el marxismo, las probabilidades de que tengas alguna opinión sobre él son relativamente altas, dada la frecuencia con que se utiliza el término en los medios de comunicación populares. Para este artículo, intenta dejar a un lado cualquier idea que tengas del marxismo y no te acerques a él ni positiva ni negativamente, ¡simplemente desde una posición neutral!

El marxismo y lo que no es

El mejor punto de partida para intentar comprender el marxismo es entender lo que NO es. El marxismo no es comunismo ni socialismo (éstos son sistemas políticos), no es un argumento a favor de la igualdad, no es un sistema político y no es un sistema económico. El marxismo es, en esencia, una teoría política y económica que ofrece dos cosas principales: una teoría de la historia y una crítica del capitalismo como sistema económico.

Es habitual preguntarse "¿cuál es la diferencia entre marxismo y comunismo?", así que responderemos rápidamente a esa pregunta. El marxismo es una teoría política que, en parte, describe cómo una sociedad capitalista puede convertirse en una sociedad comunista convirtiéndose primero en una sociedad socialista. Para Marx, el socialismo es el estadio intermedio de la producción entre el capitalismo y el comunismo. En la mayor parte de su obra, no teoriza sobre el comunismo como sistema, sino que discute los obstáculos para llegar a él.

Karl Marx y Friedrich Engels escribieron un texto titulado El Manifiesto Comunista, pero este texto es un manifiesto para un partido político, no un texto específicamente teórico que describa las ideas centrales de Karl Marx, aunque su teoría está ciertamente presente en la obra. Las principales obras que describen el pensamiento de Karl Marx, y por tanto el marxismo, son Das Kapital, La Ideología Alemana y Grundrisse.

Ahora que tenemos una idea muy básica de lo que no es el marxismo, podemos empezar a responder a la pregunta "¿qué es el marxismo?".

Los orígenes del marxismo

Karl Marx desarrolló su teoría cuando las semillas de la Ilustración y la Revolución Industrial empezaban a dar sus frutos. La Revolución Industrial obligó a muchos agricultores rurales a trasladarse a las ciudades en un intento de encontrar trabajo y la Ilustración había sustituido las opiniones religiosas mantenidas durante mucho tiempo por las alcanzadas gracias a la ciencia. Estos avances en la sociedad eran un arma de doble filo ya que, por un lado, aportaron una magnífica cantidad de riqueza y cambio político y, por otro, crearon sociedades rebosantes de potencial revolucionario, pobreza extrema y desigualdad de riqueza.

Marx señaló en Das Kapital que "la edad media a la muerte de la clase media alta de Manchester era de 38 años, mientras que la edad media a la muerte de la clase trabajadora era de 17; mientras que en Liverpool esas cifras representaban 35 frente a 15". Tampoco eran sólo las condiciones de trabajo, como se señala en la cita anterior, la edad media de muerte del obrero era de 17 años, esto significaba que la edad en la que un individuo empezaba a trabajar tenía que ser sustancialmente más joven.

Trabajo infantil en Macon, Georgia, Autor: Lewis Hine, wiki.commons PD-NCLC

Estas aborrecibles condiciones de la clase obrera en la época de Marx ayudan a contextualizar mejor su agresivo planteamiento de la revolución política del proletariado (clase obrera) contra la Burguesía (clase propietaria).

Teoría de la Historia

Antes de que Marx empezara a desarrollar sus propias teorías, fue seguidor de otro peso pesado alemán de la filosofía, Georg Wilhelm Friedrich Hegel. Hegel, que murió pocos años después del nacimiento de Marx, fue una figura importante del idealismo alemán. Su obra sobre la historia, el Estado y la religión inspiró a Marx cuando era estudiante, pero acabaría convirtiéndose en uno de los principales objetivos del pensamiento de Marx.

Para Hegel y sus seguidores, la conciencia humana, y por tanto las ideas que impulsan la historia, son el resultado de nuestra razón y pensamiento. Hegel sostenía que el desarrollo de la historia a través del tiempo era consecuencia de la búsqueda humana de la libertad. Marx, sin embargo, tomó este pensamiento e hizo un giro de 180 grados con él, argumentando en su lugar que la conciencia humana, y por tanto el movimiento de la historia, estaba moldeada por las condiciones materiales a las que están sometidos los seres humanos.

Mientras que el idealismo de un filósofo como Hegel sostendría que son los grandes individuos y las grandes ideas los que hacen avanzar la historia, el materialismo histórico sostiene que tanto el gran individuo como la gran idea sólo son grandes por cómo interactúan con el mundo material que les rodea. Por tanto, es la realidad material de cualquier época la que constituye el fundamento de todas las posibilidades y, por tanto, de las posibles direcciones que puede tomar la historia. Ninguna cita ilustra mejor el punto de Marx que la siguiente:

Conciencia de clase

La conciencia de clase está estrechamente vinculada a otros temas importantes del marxismo, principalmente la alienación, la explotación y el conflicto de clases (para más información sobre la alienación, la explotación y el conflicto de clases, consulta Karl Marx). En el marxismo, la conciencia de clase se refiere a la conciencia de un individuo respecto a la clase a la que pertenece y a cómo su clase configura su experiencia consciente de la existencia.

El marxismo sostiene que la clase a la que pertenece una persona dicta las cosas en las que piensa, los valores que tiene, las relaciones que establece y las posibles formas en que puede relacionarse con el mundo que le rodea. Un agricultor y un político tendrán dos formas muy distintas de ver el mundo y de actuar en él. Un agricultor tiene que levantarse temprano y pensar en cuidar sus campos, alimentar a sus animales, limpiar sus establos y reparar el equipo roto. El político se despertará y pensará en terminar el borrador de una propuesta de ley, recoger su traje de la tintorería, debatir una propuesta en el pleno y pronunciar un discurso de campaña.

Aunque se trata de un examen sencillo y bastante obvioPirámide de clases, Autor: Desconocido, wiki.commons Dominio Públicoples, Marx diría que es mucho más profundo que eso. El campesino pertenece a la clase de los campesinos y el político a la aristocracia. Para la aristocracia, el campesinado, y por tanto el agricultor, son simples bestias de carga que necesitan producir alimentos y estar lo suficientemente contentos como para no rebelarse; y para el campesinado, la aristocracia es la gente de "arriba", los que toman las decisiones, los ricos, los poderosos. Esta enorme diferencia de percepción se debe a la clase en la que se han criado el campesino y el político y a cómo esas clases tienen que interactuar entre sí de forma política.

Según Marx, la clase obrera, o proletariado, también está obligada a trabajar y tiene pocas opciones al respecto. Claro que un trabajador podría decidir no trabajar más, pero eso significaría perder el techo sobre su cabeza y no saber de dónde va a sacar su próxima comida. Un aristócrata rico tiene la capacidad financiera de no trabajar y simplemente vivir bien de su dinero.

Por tanto, la conciencia de clase es la conciencia de estos factores y la comprensión por parte del individuo de que su clase dicta cómo experimentará la vida.

Base y superestructura

Puedes pensar en la base y la superestructura como en tu propio hueso y carne, siendo el hueso la base y la carne la superestructura. En el pensamiento marxista, la base es el modo de producción (el sistema económico) y las relaciones de clase necesarias para la producción; y la superestructura se compone de cosas como la cultura, la religión, el arte, la política y la educación.

Como ocurre con tu cuerpo, necesitas tanto hueso como carne para vivir y hacer cualquier cosa, pero el hueso (base) determina el tipo de carne (superestructura) que tendrás. Supón que tu brazo izquierdo estuviera hecho de un hueso de pollo, no podría soportar la estructura de tu brazo humano y sería mucho más pequeño. Del mismo modo, con la base y la superestructura, la base económica de la sociedad y las formas en que produce bienes y servicios dictarán los tipos de política, religión, cultura, etc. que prevalecen en la sociedad.