Adam Smith

Capitalismo. Es una palabra con la que los estudiantes de política o economía parecemos encontrarnos sin cesar, a menudo bajo una luz crítica. Pero, ¿qué es el capital? ¿Cómo surgió el sistema económico bajo el que vivimos y por qué se aceptó como el mejor modelo? Para responder a estas preguntas, debemos fijarnos en la vida y obra de Adam Smith. En el siglo XVIII, Smith teorizó un sistema de libre comercio y competencia económica que sigue informando sobre cómo se gestiona nuestra economía hoy en día.

Biografía de Adam Smith

Nacido en Fife, Escocia, en 1723, Adam Smith es uno de los economistas y filósofos sociales más influyentes de la historia. Se sabe muy poco sobre la educación y la vida familiar de Smith, pero es evidente que, desde una edad temprana, mostró un intelecto agudo y capacidad para el mundo académico.

A los 14 años, Smith se matriculó en la Universidad de Glasgow y se enfrascó en el estudio de la economía y la filosofía. Graduado en 1740, pasó a estudiar en la Universidad de Oxford.

En 1743, Smith regresó a Escocia y empezó a dar conferencias públicas en Edimburgo. Sus contemporáneos no tardaron en reconocer la capacidad intelectual de Smith, y en 1751 le ofrecieron un puesto en la Universidad de Glasgow. En un principio daba conferencias sobre lógica, pero pronto cambió su enfoque hacia la filosofía moral, iniciando así su compromiso a largo plazo con la obra de filósofos como David Hume.

En 1759, Smith estaba listo para publicar su primera obra importante, La Teoría de los Sentimientos Morales. Como su nombre indica, este texto era principalmente una exploración de la naturaleza humana, centrada en la comprensión del carácter intrínsecamente interesado que Smith creía que motivaba el comportamiento humano.

En 1764, Smith viajó a Francia con el político británico Lord Townshend como tutor de su hijo. Aunque no era un puesto intelectualmente estimulante para Smith, pudo viajar a París y Ginebra, donde conoció a filósofos como Voltaire, a quien admiraba mucho.

A suregreso al Reino Unido, Smith fue nombrado miembro de la Royal Society y amplió su círculo intelectual y social para incluir a Edmund Burke y Benjamin Franklin. Entre 1767 y 1773, Smith se dedicó a escribir.

El resultado de este trabajo, Una Investigación sobre la Naturaleza y las Causas de la Riqueza de las Naciones, se publicó en 1776. Uno de los textos sobre economía más importantes jamás escritos, La Riqueza de las Naciones exploró el sistema capitalista diseccionando su economía política. En última instancia, la obra sirvió como fundamento intelectual de la economía capitalista, prediciendo muchas de las tendencias económicas que surgirían durante el siglo siguiente.

En su momento, sin embargo, el libro no fue bien recibido. Tras su publicación, Smith se retiró de la vida pública. Dividiendo su tiempo entre Londres y Escocia, Smith vivió el resto de su vida revisando los argumentos presentados en La Riqueza de las Naciones. Smith murió en 1790 a la edad de 67 años.

Fig. 1: Retrato de Adam Smith, Wikimedia Commons

El liberalismo de Adam Smith

Es difícilimaginar una figura que haya tenido un impacto más significativo en el desarrollo del liberalismo clásico que Adam Smith. Su principal contribución a este ámbito fue sin duda su teoría económica, pero ¿cómo se relaciona ésta con el liberalismo?

El Estado limitado

En primer lugar, Smith sostenía que el libre mercado era el mecanismo ideal para sustituir el poder restrictivo y a veces coercitivo del Estado. Pero, ¿por qué? Bueno, una de las principales preocupaciones de Smith era la creciente influencia del estado-nación sobre el comercio internacional. Recuerda que cuando Smith escribía, las naciones europeas estaban gobernadas en su mayoría por monarquías.

Para proteger sus intereses personales y nacionales, los monarcas aplicaban políticas que garantizaban la seguridad de sus industrias nacionales. Estas políticas consistían en aranceles e impuestos sobre las mercancías importadas o subvenciones a las nacionales. Esta forma de intervención económica del Estado se conocía como mercantilismo.

Para Smith, el mercantilismo era un ejemplo clave de intervención del Estado-nación sin causa justificada. Como defensor del comercio internacional libre y sin restricciones, Smith sostenía que los gobiernos no tenían derecho a manipular el precio de los bienes en el mercado. En cambio, Smith sostenía que los gobiernos debían restringir su influencia sobre la economía adhiriéndose al principio de la economía del laissez-faire.

Individuo racional

Entonces, ¿cómo se mantiene el mercado sin el Estado? Para Smith, funciona cuando los individuos persiguen su propio interés racional. Smith dijo que

Para Smith, pues, la estructura de mercado es la mejor forma de perseguir el interés propio. Fíjate en que subraya que, mediante el libre comercio sin restricciones, los individuos apelan unos a otros a "su amor propio" y al sentido de "sus ventajas". Esta forma de entender las interacciones humanas es típica de la tradición del liberalismo clásico, que considera el interés propio como la fuerza motriz del comportamiento humano.

La Ilustración de Adam Smith

Fue el concepto de actor racional e interesado lo que también situó a Smith en el centro delperiodo de laIlustración del siglo XVIII . El argumento de Smith de que el sistema de individuos racionales que operaban en un mercado libre era superior a un sistema regulado por un monarca fue increíblemente radical para su época. Al cuestionar los méritos del mercantilismo y la sabiduría de los monarcas que lo imponían, Smith pretendía situar la razón individual en el centro de la formulación de la política económica.

Además, también puede decirse que la defensa de Smith de un comportamiento basado en el interés propio también desafiaba las nociones convencionales del "espíritu cristiano", que sentaban las bases de las leyes arcaicas en Europa. Smith no estaba dispuesto a aceptar la noción de que las relaciones basadas en creencias religiosas y supersticiones pudieran ser más valiosas que las desarrolladas a partir de transacciones mutuamente beneficiosas. Smith creía que los individuos sólo podían contribuir a la mejora de la sociedad cuando aceptaban que era esencial trabajar en su propio interés.

De hecho, el pensamiento ilustrado de Smith le llevó a convertirse en uno de los protagonistas de la Ilustración escocesa, junto a compatriotas como Robert Burns y David Hume.

Adam Smith La Riqueza de las Naciones

En 1776 se publicó la obra fundamental de Smith, Una Investigación sobre la Naturaleza y las Causas de la Riqueza de las Naciones, comúnmente conocida simplemente como La Riqueza de las Naciones. El texto apareció al comienzo de la revolución industrial, que estaba cambiando el panorama económico de Gran Bretaña, Europa y Norteamérica. ¿Qué ideas clave aborda en este texto?

Fig. 2: "La Fragua" de Leonard DeFrance, creada hacia 1760, que representa una fragua típica, Wikimedia Commons

El desarrollo del capitalismo

LaRiqueza de las Naciones consolidó el estatus de Smith como padre de la economía moderna, y en ninguna parte es esto más evidente que en sus escritos sobre la relación entre trabajo y capital.

En esta obra, Smith definió el capital como "la parte de las existencias de un hombre que espera que le proporcione ingresos "^{2 ,} es decir, esencialmente, las cosas que uno posee y con las que espera ganar dinero. La cuestión crítica, por tanto, es cómo maximiza el beneficio que puede obtener un individuo que posee capital.

Para Smith, la respuesta a esta pregunta se encontraba en la capacidad de aprovechar eficazmente la fuerza de trabajo necesaria para producir beneficios del capital. Por tanto, Smith intenta analizar tres componentes del trabajo y del capital, que son

• La destreza (o habilidad) de los trabajadores,
• la eficacia con la que los trabajadores son capaces de gestionar su tiempo, sobre todo al pasar de una tarea a otra,
• y la relación entre las formas tradicionales de trabajo y las tecnologías modernas.

Al maximizar estos tres aspectos del trabajo, Smith creía que quienes poseían capital (es decir, los capitalistas) podían aumentar sus beneficios. Además, en su concepción de la relación entre individuos interesados, al maximizar sus beneficios, estos capitalistas aumentan la felicidad general de la sociedad.

La libre circulación del capital

Una vez que los propietarios del capital han encontrado la forma más eficaz de regular el trabajo en su área concreta de producción, Smith sostiene que deben tener libertad para moverse sin restricciones. Sin esta libertad, postula que se producirá una concentración de la producción en una zona, lo que repercutirá negativamente en el precio de las mercancías producidas.

Smith reconoció esta libertad de movimiento como un componente de la elasticidad natural del mercado, en el que los capitalistas pueden buscar nuevas zonas donde la mano de obra y los recursos sean más abundantes. Al hacerlo, Smith creía que los actores interesados evitarían el estancamiento económico creando empleo en diversas regiones geográficas.

Esta idea fue profundamente importante para el desarrollo de la revolución industrial en Gran Bretaña, cuando los capitalistas expandieron sus centros de producción por toda la nación. Esto, por supuesto, también condujo a una división regional que se definía por una concentración de riqueza en las zonas ocupadas por las clases capitalistas y una gran pobreza en las zonas urbanas ocupadas por las clases trabajadoras.

La mano invisible deAdam Smith

Sin embargo, la noción más significativa que surgió de La Riqueza de las Naciones fue la hipótesis de Smith sobre la "mano invisible" del mercado. Para Smith, como ya hemos dicho, el libre mercado era la estructura económica óptima en la que los individuos racionales podían promover su propio interés.

Utilizando la metáfora de la "mano invisible", Smith sostenía que el mercado libre era una entidad autorregulada que, si se dejaba sola, proporcionaría un nivel de resultados positivos que empequeñecería los posibles en una economía planificada (como las economías mercantilistas).

En esencia, Smith sostenía que, dentro de la estructura del libre mercado, existía una fuerza rectora invisible que movía la economía hacia el equilibrio. Con esto, Smith quería decir que la disponibilidad de suministros y el nivel de demanda se regularían mutuamente de forma natural. Si la oferta es abundante, el precio de un bien disminuirá a medida que se satisfaga la demanda. Si los suministros son escasos, el precio sube a medida que aumenta la demanda.

Para Smith, la mano invisible del mercado era la fuerza rectora que mantenía el equilibrio de la economía. Intervenir en la economía e interrumpir esta fuerza sería ilógico e injustificable.

Estatua de Adam Smith en St Giles, Edimburgo, Wikimedia Commons