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Anarcopacifismo: definición
Aunque existe una gran variedad ideológica dentro del pensamiento anarcopacifista, todos los anarcopacifistas suscriben dos principios básicos
- El rechazo del Estado
- El rechazo del uso de la violencia
Más allá de estas dos creencias básicas, los anarcopacifistas pueden adherirse a diversas posturas ideológicas. Pueden estar motivados por creencias religiosas, o ser ateos. También pueden ser socialistas, colectivistas o comunitaristas, o acercarse más a posiciones individualistas o mutualistas.
El comunitarismo es una perspectiva filosófica que hace hincapié en los vínculos entre el individuo y la comunidad. Los comunitaristas privilegian la organización social en comunidades más que en unidades individuales o familiares.
Anarcopacifismo y anarquismo
En esta serie de artículos sobre el anarquismo, hemos utilizado la imagen de este árbol para ilustrar cómo se relacionan entre sí las distintas formas de anarquismo. Sin embargo, no es fácil encontrar un lugar lógico para el anarcopacifismo en este árbol.
Los partidarios del anarcopacifismo pueden estar influidos por ideas marxistas o socialistas, o por ideas liberales y libertarias. Además, muchos pensadores anarcopacifistas están influidos por elementos de la filosofía religiosa, mientras que muchas otras formas de pensamiento anarquista son hostiles a la religión. Los anarcopacifistas pertenecen a algún punto intermedio de este árbol, y sus seguidores se sitúan en un espectro entre las ideas de izquierdas y las de derechas.
Anarcopacifismo y violencia
El anarquismo no es una ideología violenta en sí misma, y la mayoría de los anarquistas se oponen a la violencia; sin embargo, algunos anarquistas aceptan que la violencia es a veces necesaria. Esto puede verse en ramas del anarquismo como el anarcosindicalismo, que a menudo adopta la idea de que los medios justifican el fin. Los anarcosindicalistas de la tradición de Georges Sorel (1847-1922) argumentarían que la violencia es una parte aceptable del cambio revolucionario. El escritor anarquista italiano Errico Malatesta (1853-1932) también defendía la violencia revolucionaria.
Es nuestra aspiración y nuestro objetivo que todos lleguen a ser socialmente conscientes y eficaces; pero para alcanzar este fin, es necesario, por tanto, destruir con la violencia, ya que no se puede hacer otra cosa, la violencia que niega estos medios a los trabajadores. 1
Por el contrario, los anarcopacifistas consideran la violencia como una forma de coacción y, por tanto, la ven incompatible con el anarquismo. Los únicos métodos revolucionarios legítimos en el anarcopacifismo son los no violentos, como la desobediencia civil.
Anarco-pacifismo y religión
Muchas formas de pensamiento anarquista ven la religión con escepticismo o incluso hostilidad. Muchos anarquistas son también anticlericalistas, que se oponen al privilegio indebido que, en su opinión, ejercen los representantes de la religión organizada.
Por el contrario, el pensamiento anarcopacifista no equipara automáticamente la creencia religiosa con la coacción y algunos anarcopacifistas han estado fuertemente motivados por sus creencias religiosas. Religiones como el cristianismo, el islamismo, el hinduismo y el sijismo tienen fuertes tradiciones de resistencia a las leyes injustas o a la persecución por medios pacíficos. León Tolstoi influyó profundamente en el pensamiento anarcopacifista y se inspiró profundamente en su fe pacifista cristiana. El pensamiento del filósofo estadounidense Henry David Thoreau fue moldeado tanto por su formación cristiana unitaria como por su interés por la espiritualidad hindú. Estas figuras inspiraron a Mohandas K Gandhi (más tarde llamado Mahatma Gandhi) en su lucha no violenta contra el dominio colonial británico en la India.
Principios y teoría del anarcopacifismo
A continuación se exponen algunos principios clave del anarcopacifismo.
Pacifismo
El siglo XIX no fue el periodo más pacífico de la historia moderna, con guerras, convulsiones y conflictos en todo el mundo. Naturalmente, algunos se opusieron al uso de la violencia para resolver conflictos políticos o sociales, y muchos consideraron que los considerables avances de la ciencia y la tecnología que habían definido el siglo XIX debían ir acompañados de un refinamiento de la naturaleza humana, lejos de la violencia y hacia la paz y la estabilidad. Éste fue el contexto en el que el escritor antibelicista francés Émile Arnaud empezó a utilizar por primera vez el término pacifisme en francés (de la palabra pacifique, que significa "pacífico"). Los delegados también adoptaron el término pacifismo en la X Conferencia Internacional de la Paz celebrada en Glasgow en 1901.
El argumento central de todo pensamiento pacifista es que no hay justificación para el uso de la violencia o la fuerza física. De acuerdo con esto, los pacifistas creen que cualquier forma de cambio social o de resolución de conflictos sólo debe lograrse por medios pacíficos. Uno de estos medios no violentos es la desobediencia civil, que consiste en desobedecer leyes o normas que se consideran injustas.
Revolución
El anarquismo es fundamentalmente una doctrina revolucionaria. Todas las escuelas de pensamiento anarquista coinciden en el principio básico de que el Estado es opresivo y pone límites injustos a la libertad humana. Para sustituir al estado y crear una sociedad anarquista, debe producirse alguna forma de revolución. Las distintas escuelas del anarquismo discrepan sobre cómo debe ser esa revolución, si es necesaria la violencia para lograrla y qué forma de organización social debe sustituir al Estado. Para los anarcopacifistas, la revolución sólo puede producirse pacíficamente, sin recurrir a la violencia.
En el pensamiento anarcopacifista, los dos principios básicos del antiestatismo y el pacifismo son mutuamente dependientes y se refuerzan entre sí. Para el anarcopacifista, la violencia significa que un individuo ejerce el poder sobre otro. La diferencia de poder distribuido entre estos dos individuos da lugar a una jerarquía, que es fundamentalmente contraria a los principios anarquistas básicos de igualdad y libertad. Asimismo, por su propia naturaleza, los estados requieren el uso de al menos alguna forma de violencia y coacción de algún tipo para crearse y mantenerse, lo que claramente no es conciliable con la postura pacifista. Por tanto, para el anarcopacifista, el anarquismo conduce lógicamente al pacifismo, y el pacifismo conduce lógicamente al anarquismo.
Algunos anarco-pacifistas creen que hay 5 tipos de personas, a saber Antagonistas activos: persona/cuerpo (normalmente visto como villano) que es hostil a alguien o a algo, en el anarquismo sería el Estado Antagonistas pasivos Agentes neutrales Protagonistas pasivos Protagonistas activos: persona/cuerpo que actúa en conflicto directo con la gente y el mundo que le rodea, es decir, aquellos que se rebelan activamente contra el Estado. Los anarcopacifistas sostienen que los antagonistas pasivos, los agentes neutrales y los protagonistas pasivos son meros engranajes de la máquina, mientras que los revolucionarios son protagonistas activos y el estado es un antagonista activo.
Protesta no violenta y desobediencia civil
Dado que se oponen fundamentalmente a llevar a cabo una revolución por medios violentos, el anarcopacifismo tiende a hacer hincapié en el uso de lasprotestas no violentas y ladesobediencia civil.
Uno de los ejemplos más famosos de desobediencia civil es el de Rosa Parks, que se negó a ceder su asiento en el autobús a una persona blanca cuando la ley en EEUU establecía la segregación de blancos y negros.
La desobediencia civil también se denomina resistencia pasiva y se refiere a la negativa de un ciudadano a acatar determinadas leyes, sin embargo, para que se considere desobediencia civil, esta negativa debe ser no violenta.
Uno de los pensadores más influyentes sobre la desobediencia civil fue el filósofo estadounidense Henry David Thoreau (1817-1862), que escribió un ensayo en el que abogaba por la desobediencia pública masiva en un estado injusto. El propio Thoreau no era anarcopacifista, pero sus escritos han inspirado y conformado el pensamiento anarcopacifista.
Símbolo y bandera del anarcopacifismo
Como muchas otras escuelas de pensamiento anarquista, el movimiento anarcopacifista también tiene una serie de símbolos para identificarse. En primer lugar, la bandera anarcopacifista consiste en un espacio dividido en diagonal, con el blanco -el color del pacifismo- en la parte superior derecha y el negro -el color del anarquismo- en la parte inferior izquierda. Los anarquistas también utilizan la estrella de cinco puntas, dividida -en el caso de los anarcopacifistas- en una mitad blanca y otra negra. Otros símbolos anarcopacifistas son la "A" blanca y negra dentro de un círculo, como el símbolo internacional de la paz. Los cristianos anarcopacifistas también pueden utilizar la imagen bíblica de una paloma que lleva una ramita de olivo en el pico. Otro símbolo anarcopacifista habitual es un rifle roto.
Libros sobre anarcopacifismo
Los siguientes libros son de pensadores clave en el campo del anarco-pacifismo.
León Tolstoi, El Reino de Dios está dentro de ti, 1894
León Tolstoi fue un novelista y anarquista cristiano ruso que promovió la no violencia basándose en las enseñanzas de la Biblia. El título de este libro procede de una frase que aparece en el capítulo 17 del Evangelio de Lucas. En su libro, Tolstói critica a la Iglesia y su uso de los textos bíblicos para justificar la violencia, destacando en su lugar el sometimiento voluntario de Cristo a la captura, el juicio y la crucifixión.
Henry David Thoreau, Desobediencia Civil , 1849
En Desobediencia Civil, Thoreau sostiene que el gobierno es un gobierno malvado e injusto, utilizando al gobierno estadounidense como ejemplo y citando la guerra y la esclavitud como pruebas de su punto de vista. Thoreau sostiene que el poder del gobierno se deriva del apoyo que ha obtenido de la mayoría, en contraposición a la autoridad moral. Thoreau se opone a la colaboración con los gobiernos, aunque los individuos intenten lograr reformas desde dentro.
Bart de Ligt, La conquista de la violencia: un ensayo sobre la guerra y la revolución, 1937
En su famoso ensayo, el anarcopacifista holandés Bart de Ligt aborda los ejemplos históricos de no violencia, entre ellos las protestas de Mahatma Gandhi contra el dominio británico en la India. Aunque de Ligt elogia algunas de las acciones de Gandhi, también critica su oportunismo al no oponerse al reclutamiento en el ejército británico. El argumento central de este ensayo es que la violencia y la revolución son conceptos fundamentalmente irreconciliables.
Citas sobre el anarcopacifismo
¿Cómo puedes matar a la gente, cuando está escrito en el mandamiento de Dios: 'No asesinarás?2
- León Tolstoi, El reino de Dios está en vosotros, 1894
Las leyes son normas dictadas por personas que gobiernan mediante la violencia organizada.3
- León Tolstoi , La esclavitud de nuestro tiempo, 1900
Es mejor el gobierno que gobierna menos.4
- Henry Thoreau, Desobediencia civil, 1849
Cuanta más violencia, menos revolución.5
- Bart de Ligt, La conquista de la violencia: ensayo sobre la guerra y la revolución, 1937
Anarco-Pacifismo - Puntos clave
- El anarcopacifismo (a veces denominado AnPac o anarquismo pacifista) se ocupa de las formas no violentas de resistencia para provocar cambios sociales y la revolución de acuerdo con la ideología anarquista.
- Pacifismo procede de la palabra francesa pacifique, que significa "pacífico".
- Según el pensamiento anarcopacifista, la violencia se opone fundamentalmente a las ideas clave del anarquismo.
El anarcopacifismo es una ideología revolucionaria, lo que significa que se ocupa del derrocamiento del Estado.
Los anarcopacifistas sostienen que los medios no violentos son la única forma legítima de provocar el cambio.
Los dos principales métodos no violentos que utilizan los anarco-pacifistas para lograr un cambio revolucionario son las protestas no violentas y la desobediencia civil.
Referencias
- Errico Malatesta, La "prisa" revolucionaria, Umanità Nova, n. 125, 6 de septiembre de 1921
- León Tolstoi, El Reino de Dios está en vosotros: Edición de lectura fácil (2009), pp. 368. (Publicado originalmente en 1894).
- León Tolstoi, La esclavitud de nuestro tiempo (2021). (Publicado originalmente en 1900).
- Henry Thoreau, El deber de la desobediencia civil (2019). (Publicado originalmente en 1849).
- Bart de Ligt citado por Karrin Henshaw, Terror and Democracy in West Germany (2012), pp. 248.
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