Diálisis

¿Por qué dejan de funcionar los riñones?

Los riñones pueden dejar de funcionar como consecuencia de diversos factores; principalmente esto ocurre por la hipertensión arterial persistente y la diabetes, pero también por lesiones o accidentes graves. Un riñón debería ser suficiente para que las personas sobrevivan, pero si ambos fallan y no se trata, puede llevar a la muerte.

La función de los riñones es filtrar la sangre para convertir el exceso de líquido y los materiales de desecho en orina; así, esta se transporta hacia a la vejiga, donde se almacena hasta su excreción. De esta forma, la función renal mantiene el equilibrio de líquido y sales en el cuerpo.

Insuficiencia renal

La insuficiencia renal, o enfermedad renal grave, se presenta cuando la función renal se reduce a menos del 15 % de la función normal¹. Las complicaciones de esta condición surgen de la acumulación de toxinas y líquidos en el cuerpo, lo que resulta en el desequilibrio de las sales y minerales en la sangre¹.

La enfermedad renal se manifiesta con diversos síntomas que, generalmente, aparecen gradualmente. Como consecuencia, el paciente puede tardar en darse cuenta.

Los principales síntomas incluyen¹:

• Inflamación, comúnmente, en los miembros inferiores.
• Dolores de cabeza.
• Picazón.
• Cansancio y debilidad.
• Insomnio.
• Malestares estomacales y pérdida del apetito.
• Disminución de la orina.
• Calambres y entumecimiento.
• Dolor y rigidez en las articulaciones.
• Confusión y problemas de memoria y concentración.

Fig 1: Ubicación de los riñones en el cuerpo humano.

¿Qué es la diálisis?

Cuando los riñones no funcionan bien, existen ciertos procedimientos médicos para mejorar el estado de salud de un paciente mientras espera un trasplante de riñón, lo cual puede tomar varios años. Uno de estos tratamientos es la diálisis.

Tipos de diálisis

Hay tres tipos de diálisis disponibles actualmente para los pacientes, cada uno de estos con sus propias ventajas y limitaciones. Estos tres tipos son la hemodiálisis, la diálisis peritoneal y la terapia renal sustitutiva continua.

Hemodiálisis

La hemodiálisis es la forma de diálisis más extendida y con la que probablemente estés más familiarizado. En este procedimiento se utiliza una máquina de diálisis (o dializadora) que cumple la función del riñón de filtrar la sangre y eliminar los desechos y el exceso de líquido. En resumen, la hemodiálisis consiste en extraer la sangre del cuerpo y purificarla en la máquina de diálisis antes de devolverla al organismo.

Este procedimiento requiere que se realice una intervención quirúrgica para abrir un punto de entrada a los vasos sanguíneos, con el fin de que la sangre salga hacia la máquina de diálisis y luego regrese al organismo.

La mayoría de los tratamientos de hemodiálisis se administran en un hospital, consulta médica o clínica de diálisis. Estos tratamientos suelen durar entre tres y cinco horas, y deben efectuarse aproximadamente tres veces por semana. La duración de la diálisis viene determinada por la cantidad de residuos que produce el cuerpo, el peso del paciente y su estado de salud.

Funcionamiento de la máquina de diálisis

El proceso de filtración de la sangre replicado por la máquina de diálisis (y cualquier tipo de diálisis renal, en general) se basa en los fenómenos físicos de difusión y diálisis. Para cumplir su función, la máquina de diálisis contiene tres componentes clave:

• El líquido de diálisis, que cuenta con la misma concentración de glucosa y electrolitos que el plasma sanguíneo normal, pero no contiene urea. Como resultado, cualquier exceso anormal de glucosa, u otros electrolitos, así como la mayor parte de la urea en la sangre se filtran por difusión hacia el líquido de diálisis (donde la concentración de esto es inferior).
• Una membrana semipermeable, que mantiene la sangre separada del líquido de diálisis y evita el paso de moléculas grandes (células sanguíneas, proteínas, etc.) hacia el líquido de diálisis.
• Un flujo constante de líquido de diálisis fresco, que permite el máximo intercambio posible de moléculas, al mantener la sangre no purificada siempre en contacto con líquido de diálisis fresco. Es decir, mantiene el gradiente de concentración de solutos entre la sangre y el líquido de diálisis.

Diálisis peritoneal

En la diálisis peritoneal se inserta un catéter de diálisis peritoneal (DP) en el abdomen del paciente. El catéter ayuda a filtrar la sangre, a través del peritoneo. En este tipo de diálisis no se emplea una membrana dializadora artificial, porque la membrana peritoneal actúa como tal.

El procedimiento general de este tipo de diálisis es:

• El líquido de diálisis se inyecta en la cavidad peritoneal. Este líquido es similar al utilizado en hemodiálisis, por lo que actúa como un absorbente de residuos.
• El líquido de diálisis recibe los desechos de la circulación.
• El líquido de diálisis se vacía del abdomen.

El procedimiento de diálisis peritoneal dura unas horas y, a menudo, debe realizarse entre cuatro y seis veces al día.

Terapia renal sustitutiva continua (CRRT)

La terapia renal sustitutiva continua (CRRT) (o hemofiltración) es un tipo de diálisis que se emplea, principalmente, en personas con insuficiencia renal en la unidad de cuidados intensivos. La CRRT es una forma de diálisis más lenta y segura para el corazón. Se realiza las 24 horas del día, en lugar de en cuatro horas, para eliminar de forma suave y constante los productos de desecho y el exceso de líquidos del paciente.

Riesgos de la diálisis

La diálisis renal —como cualquier procedimiento médico que debe realizarse de forma constante y requiere un punto de apertura— presenta ciertos riesgos:

• Mayor probabilidad de contraer una infección, si el equipo de diálisis no se mantiene estéril. Los mareos y la fiebre alta son signos precoces de un proceso infeccioso en desarrollo. La infección bacteriana del peritoneo es un efecto adverso típico de la diálisis peritoneal, ya que los microbios que pueden estar presentes en el equipo de diálisis tienen el potencial de trasladarse al peritoneo y causar una sepsis.

• La caída de los niveles de líquidos corporales durante la hemodiálisis puede causar:
  • Presión arterial baja, que es uno de los efectos adversos más frecuentes de la hemodiálisis A su vez, la presión arterial baja puede provocar aturdimiento, náuseas y mareos. El método más sencillo para reducir estos síntomas es atenerse a las pautas de consumo de líquidos que se dan a quienes se someten a diálisis.
  • Calambres musculares, normalmente en la parte inferior de la pierna, son frecuentes durante la hemodiálisis.
• Muchas personas que se someten a hemodiálisis también sufren picores en la piel, como consecuencia de la acumulación de minerales en el cuerpo entre los tratamientos de diálisis.
• Retener líquido en el interior de la cavidad peritoneal durante varias horas ejerce tensión sobre los músculos abdominales y, por tanto, puede aumentar el riesgo de desarrollar una hernia.

Beneficios de la diálisis

La terapia definitiva para la insuficiencia renal completa es un trasplante de riñón; sin embargo, para ello es necesario que tanto el paciente como el donante cumplan todos los requisitos (al paciente se le inscribe en una larga lista de espera). La diálisis renal es una solución temporal para aquellos que están esperando un trasplante de riñón o que no son aptos para un trasplante de órganos.

Cuando los riñones son incapaces de realizar sus tareas debido a una enfermedad o lesión, la diálisis puede ayudar a mantener el funcionamiento del organismo lo más cerca posible de la normalidad. Sin tratamiento de diálisis, las toxinas y otros productos de desecho se acumulan en la sangre, contaminan el cuerpo y causan daños a otros órganos y células, a causa de la ósmosis.