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Comprender la Teoría de Carteras en las Finanzas Corporativas
En tu recorrido por los estudios empresariales, probablemente te hayas encontrado con muchas teorías y modelos. Uno especialmente relevante para el campo de las finanzas empresariales es la Teoría de Carteras. La Teoría de Carteras es un enfoque de la gestión de inversiones que considera los riesgos y rendimientos de un conjunto de diferentes instrumentos financieros dentro de una cartera.
Introducción a la Teoría Moderna de Carteras
La aparición de la Teoría Moderna de Carteras (TMP) constituye un momento clave en la historia de las finanzas empresariales. Desarrollada por el economista Harry Markowitz en la década de 1950, la TPM ofrece ideas para equilibrar de forma óptima el riesgo y la recompensa dentro de las carteras de inversión.
La Teoría Moderna de la Cartera (TPM) es un modelo que propone que los inversores pueden construir una cartera óptima para maximizar los rendimientos esperados para un determinado nivel de riesgo de inversión.
Según la TPM, una cartera "eficiente" es la que ofrece el mayor rendimiento esperado posible para un nivel de riesgo especificado.
Por ejemplo, si tienes dos carteras de inversión A y B con el mismo nivel de riesgo, pero la cartera A tiene un mayor rendimiento esperado, se considera que A es más eficiente que B. En otras palabras, la cartera A ofrece más por tu inversión.
Historia y evolución de la teoría moderna de carteras
La historia de la MPT se remonta a la década de 1950, cuando Harry Markowitz la lanzó por primera vez. Su trabajo pionero le valió el Premio Nobel de Economía en 1990.
La MPT fue innovadora porque cambió la forma en que los inversores veían el riesgo. Antes de la MPT, la mayoría de los inversores se limitaban a elegir manualmente los "mejores" activos, sin tener en cuenta cómo estos activos funcionaban juntos dentro de una cartera completa para equilibrar el riesgo y la recompensa. Después de la MPT, los inversores empezaron a considerar cómo una combinación de inversiones podía ayudar a gestionar el riesgo al tiempo que se obtenían beneficios.
Con el tiempo, otros académicos y profesionales del sector perfeccionaron la MPT, lo que condujo al desarrollo del Modelo de Valoración de Activos de Capital (CAPM) y otras teorías financieras.
Curiosamente, el desarrollo de la MPT también formó parte de la llamada "revolución" de las finanzas, que vio el reconocimiento de la inversión como una actividad sistemática y no arbitraria.
Supuestos clave de la Teoría de Carteras
La MPT se basa en una serie de supuestos sobre los mercados y el comportamiento de los inversores.
Los supuestos de la MPT incluyen
- Los inversores son racionales y trabajan para maximizar su utilidad
- Los inversores actúan únicamente en función de la rentabilidad esperada y la varianza de la rentabilidad
- Todos los inversores tienen acceso a la misma información
- No hay impuestos ni costes de transacción
Por ejemplo, la MPT supone que los inversores son racionales, lo que significa que aspiran a obtener el mejor rendimiento posible con el menor riesgo posible. De ahí también se deduce que los inversores nunca elegirían una cartera con una rentabilidad esperada menor si conlleva el mismo nivel de riesgo que otra cartera con una rentabilidad mayor.
Críticas y desventajas de los supuestos teóricos de la teoría de carteras
Aunque el principio de equilibrio riesgo-recompensa de la MPT está ampliamente aceptado, la teoría también suscita críticas.
Algunos críticos argumentan que los supuestos de la MPT están demasiado simplificados. No todos los inversores son racionales ni tienen la misma información, y los impuestos y los costes de negociación pueden suponer una gran diferencia en los resultados de la inversión. Otros críticos señalan que los resultados pasados, en los que se basa en gran medida el modelo, no pronostican necesariamente los resultados futuros.
Por ejemplo, supongamos que un inversor está a favor de empresas sostenibles desde el punto de vista medioambiental, pero sabe que estas inversiones pueden producir rendimientos ligeramente inferiores a los de sus equivalentes menos ecológicos. En este caso, el inversor no se centra únicamente en maximizar la rentabilidad con un nivel de riesgo determinado, lo que contradice el supuesto de racionalidad de la MPT.
Los estudios sobre finanzas conductuales han descubierto numerosos sesgos en la forma en que las personas toman decisiones financieras, lo que cuestiona el supuesto de la MPT de que todos los inversores actúan racionalmente.
Perspectivas del comportamiento en la Teoría de Carteras
En las finanzas empresariales, la Teoría de Carteras ha ofrecido durante mucho tiempo un enfoque sistemático para gestionar las inversiones. Sin embargo, la Teoría Moderna de Carteras (TMP) tradicional ha sido criticada a menudo por su visión excesivamente simplista del comportamiento de los inversores. Basándose en las ideas de la psicología y las ciencias sociales, la Teoría Conductual de la Cartera (TCC) surge como un modelo más matizado que tiene en cuenta las complejidades de la toma de decisiones humana.
El cambio: De la Teoría Moderna de la Cartera a la Teoría Conductual de la Cartera
La Teoría Conductual de la Cartera (TCC) surge de la insatisfacción con la forma en que la TPM retrata a los inversores. En contraste con la percepción de la TPM del inversor racional, la TBC ve a los inversores como seres humanos cuyas decisiones de inversión se guían no sólo por la racionalidad matemática, sino también por una compleja mezcla de emociones, prejuicios y peculiaridades cognitivas.
La Teoría Conductual de la Cartera (TCC) es una teoría de la inversión que integra elementos de la psicología y las finanzas conductuales para explicar cómo toman decisiones financieras los inversores.
El fundamento de la TBC se basa en algunas afirmaciones fundamentales:
- Los inversores muestran una amplia gama de rasgos de comportamiento que pueden influir en su estrategia de inversión.
- Estos rasgos incluyen sesgos cognitivos como la aversión a las pérdidas, el exceso de confianza y la representatividad.
- Los inversores no tienen necesariamente carteras eficientes, como sugiere la MPT. En cambio, pueden tener carteras sesgadas basadas en emociones o prejuicios.
Por ejemplo, algunos inversores se centran demasiado en las pérdidas a corto plazo, lo que puede llevarles a vender demasiado pronto (lo que se conoce como aversión a las pérdidas), mientras que otros pueden ser demasiado optimistas sobre sus estimaciones de rendimientos futuros (exceso de confianza).
Los modelos matemáticos de la MPT funcionan bien en un mundo de robots perfectamente racionales, pero los humanos no estamos programados para tomar decisiones racionales. Nuestros cerebros evolucionaron para sobrevivir, no para optimizar los rendimientos de las carteras, lo que conduce a desviaciones previsibles de las predicciones de la BPT. Aquí es donde entra en juego la BPT, que trata de construir modelos más realistas del comportamiento de los inversores.
Por ejemplo, pensemos en un inversor que ha obtenido recientemente ganancias significativas en una acción concreta. Puede que se confíe demasiado e invierta fuertemente en la misma acción, ignorando los riesgos inherentes a la falta de diversificación. Éste es un ejemplo de cómo los sesgos cognitivos pueden influir en las decisiones de inversión y pone de relieve la importancia de la Teoría del Comportamiento de la Cartera.
Aplicación en el mundo real de la Teoría del Comportamiento de la Cartera
La Teoría del Comportamiento de la Cartera tiene importantes implicaciones para la gestión de inversiones y los servicios de asesoramiento financiero. Al tener en cuenta los factores conductuales, los profesionales pueden comprender mejor los sesgos de sus clientes y estructurar su asesoramiento para mitigarlos.
Un asesor financiero que utilice los principios de la TBC podría, por ejemplo:
- Ayudar a los inversores a evitar reacciones exageradas ante las fluctuaciones del mercado a corto plazo.
- Fomentar la diversificación aunque un inversor tenga una fuerte convicción sobre una acción concreta.
- Proporcionar una comunicación clara sobre los riesgos y los rendimientos potenciales de los distintos activos.
Además, la BPT puede ayudar a desarrollar carteras "informadas por el comportamiento". No se trata necesariamente de carteras que maximizan los rendimientos esperados para un determinado nivel de riesgo, como en la MPT, sino que pretenden satisfacer las preferencias de comportamiento y los objetivos financieros del inversor. Estas carteras pueden contener activos "seguros" que no ofrezcan grandes rendimientos, pero que proporcionen tranquilidad al inversor.
Por último, los modelos de fijación de precios de los activos también pueden incorporar características de comportamiento para ofrecer un reflejo más exacto de la dinámica del mercado. Estos modelos tienen en cuenta que a veces los activos pueden estar sobrevalorados o infravalorados en función del sentimiento de los inversores, en contraposición a los meros valores fundamentales.
Por ejemplo, un asesor de inversiones que advierta la tendencia de su cliente a la aversión a las pérdidas puede aconsejarle que diversifique su cartera, que reduzca la frecuencia de evaluación de la cartera para evitar reacciones instintivas a las pérdidas a corto plazo, y reforzar la importancia de atenerse a una estrategia de inversión a largo plazo.
La teoría de carteras y su papel en la gestión
La Teoría de Carteras es un concepto esencial en la gestión financiera, que desempeña un papel fundamental en varias áreas, en particular en la gestión de activos y carteras. Informa las decisiones sobre estrategias de inversión diversificadas, equilibrando el riesgo con la recompensa, y logrando los resultados de inversión más eficientes.
La Teoría de Carteras en la Gestión de Activos y Carteras
La gestión de activos es la gestión profesional de diversos valores (bonos, acciones y otros activos) para alcanzar objetivos de inversión específicos. Por otra parte, la gestión de carteras es el proceso de elaborar una cartera óptima a partir de esos distintos activos, teniendo en cuenta las preferencias del inversor y las compensaciones entre riesgo y rentabilidad. En ambas áreas, la Teoría de Carteras demuestra ser una poderosa fuerza orientadora.
La Teoría Moderna de la Cartera viene acompañada de un plan estratégico que garantiza una asignación óptima de los activos. La Teoría de Carteras propone que los activos de inversión no se seleccionen de forma aislada, sino basándose en su interacción dentro de la cartera total. Esta teoría considera que combinar activos con correlaciones diferentes puede ayudar a disminuir el riesgo global de la cartera sin comprometer los rendimientos esperados.
En términos prácticos, la aplicación de la Teoría de Carteras en la gestión de activos y carteras implica los siguientes pasos:
- Estimar los rendimientos y las medidas de riesgo de cada activo de la cartera, normalmente utilizando datos históricos (rendimientos medios, varianza, desviación típica, correlación).
- Determinar la tolerancia al riesgo y las expectativas de rentabilidad del inversor.
- Calcular la rentabilidad y el riesgo esperados de varias combinaciones de cartera utilizando una técnica como el álgebra matricial.
- Seleccionar la cartera que mejor se ajuste a las preferencias de riesgo-rentabilidad del inversor.
El riesgo se cuantifica mediante la desviación típica de los rendimientos, y el rendimiento es el rendimiento medio. El inversor pretende minimizar el riesgo (\( \sigma_p \)) para un nivel determinado de rentabilidad (\( R_p \)), expresado matemáticamente como: \[ \begin{align*} Minimizar: & \sigma_p \\ Sujeto a: & R_p = R_0 \end{align*} \] donde \( \sigma_p \) y \( R_p \) denotan el riesgo y la rentabilidad de la cartera, y \( R_0 \) es la rentabilidad esperada de la cartera.
Supongamos que tienes las acciones A, B y C, cada una de ellas con diferentes patrones de rentabilidad a lo largo del tiempo. Por ejemplo, quizá la acción A obtenga buenos resultados en los auges económicos, la B obtenga buenos resultados durante las recesiones y la C tenga rendimientos estables independientemente de las condiciones económicas. En este caso, mantener las tres podría disminuir el riesgo global de la cartera, ya que sus rendimientos no se mueven en tándem, lo que pone de relieve el beneficio de la diversificación, tal como propone la Teoría de Carteras.
Ventajas de aplicar la Teoría Moderna de Carteras en la gestión
La Teoría Moderna de Carteras es una herramienta beneficiosa en la gestión de inversiones por numerosas razones.
La principal ventaja es la mejora de la gestión del riesgo. Al tener en cuenta la correlación entre los distintos activos, la Teoría de Carteras permite construir una cartera de inversión cuyo objetivo es minimizar el riesgo y maximizar los beneficios. La diversificación -el principio central de la Teoría de Carteras- mitiga el riesgo asociado a los activos individuales y limita las pérdidas potenciales de la cartera.
Otra ventaja es su orientación para la toma de decisiones. Los gestores pueden utilizar la Teoría Moderna de Carteras para tomar decisiones informadas sobre la asignación de activos en función de las preferencias de riesgo-rentabilidad. La expectativa de rentabilidad del inversor es un dato esencial en un proceso de optimización en dos pasos que consiste en seleccionar primero la cartera de riesgo óptima y combinarla después con valores sin riesgo para lograr el equilibrio deseado entre riesgo y rentabilidad.
Por ejemplo, en el segundo paso del proceso de optimización mencionado, un inversor decide una combinación de la cartera de riesgo óptima (\( P \)) y el activo sin riesgo (\( F \)). La proporción depende de su aversión al riesgo. Esto se capta mediante la fórmula \( wF + (1 - w)P = C \) donde \( C \) es la cartera completa o final, \( w \) es la proporción de riqueza en el valor sin riesgo, y \( (1 - w) \) es la cantidad en la cartera de riesgo.
La Teoría Moderna de la Cartera también promueve la importancia de la diversificación y pone de manifiesto los inconvenientes de poner todos los huevos en la misma cesta; aunque un activo tenga un buen rendimiento o se prevea que vaya a tenerlo, no garantiza futuros resultados favorables, lo que refuerza la necesidad de equilibrar la cartera de un inversor con activos diversos.
En conclusión, la Teoría de Carteras proporciona un marco teórico eficaz para ejecutar en la práctica las estrategias de inversión, con el objetivo de maximizar los rendimientos minimizando el riesgo. Su énfasis en el equilibrio entre riesgo y rentabilidad la convierte en una herramienta inestimable en la gestión financiera moderna.
Análisis del efecto de la Teoría de Carteras en la valoración de activos
La Teoría de Carteras, un principio fundamental de las finanzas, tiene profundas implicaciones en la determinación del precio de los activos. Profundizar en su relación e interacción con la fijación del precio de los activos dilucida una perspectiva sofisticada de la gestión financiera y las decisiones de inversión.
La relación entre la Teoría de Carteras y la Fijación del Precio de los Activos
Para comprender la conexión entre la Teoría de Carteras y la fijación del precio de los activos, en primer lugar es esencial entender lo que implican estos conceptos por separado, antes de explorar su interacción. La fijación del precio de los activos es un mecanismo que determina el precio al que se realiza una operación de inversión. Varias teorías de la valoración de activos pretenden estimar el valor razonable de una inversión basándose en su rentabilidad y riesgo esperados. Por otra parte, la Teoría de Carteras, también conocida como Teoría Moderna de Carteras (TMP), proporciona directrices sobre cómo reunir un conjunto de inversiones (cartera) que maximice la rentabilidad esperada para un determinado nivel de riesgo.
El vínculo entre la teoría de carteras y la fijación de precios de los activos se hace visible al considerar el Modelo de Fijación de Precios de los Activos de Capital (CAPM), uno de los modelos primordiales de la teoría financiera, que es un vástago directo de la Teoría Moderna de Carteras. El CAPM es un modelo de fijación de precios que calcula el rendimiento esperado de un activo en función de su riesgo sistemático. Introduce la noción de cartera de mercado, un conjunto teórico de inversiones que incluye todos los activos de riesgo del mundo, cada uno de ellos mantenido en proporción a su valor de mercado.
Según el CAPM, el rendimiento esperado de un valor o una cartera es el tipo sin riesgo más una prima por riesgo. Esta prima de riesgo es esencialmente el producto de la beta del activo -que cuantifica la sensibilidad del activo a los movimientos del mercado en general- y el rendimiento esperado de la cartera de mercado por encima del tipo sin riesgo.
Es importante destacar que el CAPM se basa en las premisas de la MPT. Proclama que los riesgos diversificables serán eliminados por los inversores mediante la construcción de carteras eficientes y, por tanto, los precios de los activos sólo reflejarán el riesgo sistemático. Esta aparente conexión establece una fuerte relación entre la Teoría de Carteras y la fijación de precios de los activos.
La relación entre la Teoría de Carteras y la valoración de activos puede expresarse matemáticamente con la fórmula CAPM: \[ ER_i = RF + \beta_i (ER_m - RF) \] donde \(ER_i\) denota la rentabilidad esperada de la inversión, \(RF\) denota el tipo sin riesgo, \(\beta_i) denota beta o la sensibilidad de la inversión a la rentabilidad del mercado y \(ER_m\) denota la rentabilidad esperada del mercado.
Impacto de la Teoría de Carteras en los Mercados Financieros y la Valoración de Activos
La Teoría de Carteras ejerce un impacto de gran alcance sobre los mercados financieros y la fijación de precios de los activos. De hecho, los principios de la Teoría de Carteras se aplican directamente a la valoración de activos y al funcionamiento más amplio de los mercados financieros.
Dado que la Teoría Moderna de Carteras fomenta la diversificación, esto lleva a los inversores a comprar una gama más amplia de activos. El aumento de la demanda puede elevar los precios de estos activos, afectando a los mercados financieros en general. De hecho, la demanda alimentada por los Principios de la Teoría de Carteras influye en la dinámica oferta-demanda en juego dentro de un mercado abierto. Esta demanda desempeña un papel en la determinación de los precios de los activos.
Además, según los supuestos de la Teoría de Carteras, en particular la Hipótesis del Mercado Eficiente (HME), se cree que toda la información disponible se incorpora a los precios de los activos. Esto implica que los mercados financieros se reajustan continuamente para incorporar nueva información, garantizando así que los precios de los activos sean un reflejo exacto de su valor intrínseco. Una vez más, esto afecta al funcionamiento de los mercados financieros y a los mecanismos de fijación de precios de los activos en su seno.
En cuanto a los riesgos sistemáticos, uno de los principios de la Teoría de Carteras es que el riesgo sistemático o no diversificable es el único riesgo relevante. De ello se deduce que los precios de los activos están influidos por los acontecimientos a nivel macroeconómico. Las fluctuaciones del producto interior bruto, las tasas de inflación, los tipos de interés, etc., son determinantes cruciales de los precios de los activos.
Además, los modelos de fijación de precios de los activos que se derivan de la Teoría de Carteras, como el Modelo de Fijación de Precios de los Activos de Capital (CAPM), permiten a los inversores y a los analistas financieros determinar el rendimiento esperado de un activo dado su riesgo sistemático. En consecuencia, influyen indirectamente en la oferta y la demanda de distintos activos, y por tanto en su fijación de precios, en el contexto de un mercado financiero.
En esencia, a través de su influencia en el comportamiento inversor y sus aplicaciones en los modelos de fijación de precios de los activos, la Teoría de Carteras configura la dinámica de los mercados financieros y desempeña un papel fundamental en la determinación de los precios de los activos.
Puntos fuertes y débiles de la Teoría de Carteras
La Teoría de Carteras es un enfoque de inversión que permite a los inversores maximizar sus rendimientos dado un nivel específico de tolerancia al riesgo. Aunque existen numerosas ventajas asociadas a esta teoría, también hay ciertos inconvenientes que hay que tener en cuenta para comprender y aprovechar plenamente este enfoque.
Puntos a favor: Ventajas de la Teoría Moderna de la Cartera
La Teoría Moderna de la Cartera, desarrollada por Harry Markowitz en 1952, ha servido de base para los principios de inversión, manteniendo un inmenso valor tanto para los inversores particulares como para los institucionales. Proporciona un marco sistemático y sólido para crear una cartera de inversión óptima, beneficiando principalmente a los inversores en los siguientes aspectos:
- Optimización del riesgo y la rentabilidad: La principal ventaja de la Teoría Moderna de la Cartera es su capacidad para optimizar la relación riesgo-rentabilidad. Diversificando estratégicamente las inversiones, esta teoría sugiere que los inversores pueden conseguir el mayor rendimiento posible para un nivel de riesgo dado, un punto favorable esencial en la gestión del riesgo.
- Diversificación: Este enfoque subraya el axioma de "no poner todos los huevos en la misma cesta". Promueve la diversificación, ayudando a los inversores a mitigar el riesgo repartiendo las inversiones entre una variedad de activos que no están perfectamente correlacionados. Esta diversificación puede resultar especialmente beneficiosa en tiempos de volatilidad del mercado, ya que el mal comportamiento de un activo puede verse contrarrestado por el buen comportamiento de otro.
- Medidas cuantificables: La Teoría de Carteras va más allá de la evaluación cualitativa para incorporar el análisis cuantitativo. Lo hace aportando un enfoque matemático a la gestión de carteras, empleando la varianza y la desviación típica como medidas cuantificables del riesgo. Esta base matemática proporciona a los inversores un método sistemático para comparar y decidir combinaciones de carteras.
- Toma de decisiones informada: Utilizando medidas como la Rentabilidad Esperada de una cartera, los inversores pueden tomar decisiones más informadas sobre sus inversiones. Este enfoque estadístico permite una planificación y previsión eficaces, que pueden ayudar a una planificación financiera más precisa.
Inconvenientes y críticas: Desventajas de la Teoría de Carteras
A pesar de los múltiples puntos fuertes de la Teoría Moderna de Carteras, está sujeta a ciertas críticas y limitaciones. Una comprensión exhaustiva de estos posibles inconvenientes ayuda a aprovechar mejor esta teoría, evitando al mismo tiempo los escollos. Algunos inconvenientes y críticas notables son:
- Se basa en datos históricos: Una de las limitaciones significativas de la Teoría de Carteras es que se basa en gran medida en datos históricos. A menudo asume que el rendimiento pasado de los activos es una indicación exacta del rendimiento futuro, algo que no siempre es cierto, especialmente en los mercados financieros altamente impredecibles.
- El riesgo se simplifica en exceso: La teoría simplifica el riesgo asociándolo en gran medida a la volatilidad. Esta percepción implica que los activos con mayores oscilaciones de precios son más arriesgados, dejando potencialmente de lado otras facetas críticas del riesgo, como el riesgo de liquidez, el riesgo de crédito y los riesgos operativos.
- Los supuestos podrían ser poco realistas: Ciertos supuestos sobre los que se construye la teoría podrían ser poco realistas; por ejemplo, supone que los inversores son racionales y evitan el riesgo cuando pueden. En realidad, los inversores podrían estar influidos por sesgos de comportamiento e incluso podrían buscar el riesgo para obtener mayores rendimientos potenciales.
- Subestimación de los riesgos sistémicos: En ocasiones, la Teoría de Carteras puede subestimar los riesgos sistémicos o los acontecimientos "cisne negro" que tienen un impacto significativo en todas las clases de activos. Estos riesgos no se ven mitigados por la diversificación, lo que cuestiona la creencia de que la dispersión de las inversiones reduce todas las formas de riesgo.
- Limitaciones con la correlación: Aunque es un principio fundamental de la Teoría de Carteras, la idea de que la correlación entre activos permanece estable a lo largo del tiempo puede no ser válida en mercados volátiles, ya que las tendencias de correlación entre activos pueden cambiar drásticamente durante periodos de tensión financiera. Esto podría socavar los beneficios de la diversificación en la gestión del riesgo que ofrece la Teoría de Carteras.
Aunque la Teoría de Carteras proporciona una amplia estructura para las decisiones de inversión, deben tenerse en cuenta los matices en torno a estas limitaciones. Sin embargo, incluso con sus inconvenientes, los principios de diversificación del riesgo y optimización del riesgo-rentabilidad mantienen su relevancia y siguen siendo estrategias sólidas en el mundo de las inversiones.
Teoría de Carteras - Puntos clave
- La Teoría de Carteras es un enfoque sistemático de la gestión de inversiones, en el que la Teoría Moderna de Carteras (TPM) asume un comportamiento racional del inversor. Esto ha sido criticado por su visión simplista de los inversores, lo que ha llevado a la aparición de la Teoría Conductual de la Cartera (TCC).
- La Teoría Conductual de la Cartera (TCC) integra elementos de psicología y finanzas conductuales, asumiendo que las decisiones están guiadas por una mezcla de racionalidad matemática, emociones, sesgos y peculiaridades cognitivas. Los rasgos conductuales clave incluyen la aversión a las pérdidas y el exceso de confianza.
- La BPT tiene implicaciones para la gestión de inversiones y los servicios de asesoramiento financiero, pues ayuda a los profesionales de las finanzas a comprender los sesgos del cliente y estructurar el asesoramiento en consecuencia. Esto incluye ayudar a evitar la reacción exagerada ante las fluctuaciones del mercado y fomentar la diversificación.
- La teoría de carteras desempeña un papel fundamental en la gestión de activos y carteras, informando las decisiones sobre estrategias de inversión diversificadas y equilibrando el riesgo con la recompensa. La teoría propone que los activos de inversión deben seleccionarse en función de su interacción dentro de la cartera total.
- La Teoría de Carteras tiene un profundo impacto en la determinación del precio de los activos, ya que las teorías de precios de los activos estiman el valor razonable de una inversión basándose en su rendimiento y riesgo esperados. El vínculo entre la teoría de carteras y la fijación del precio de los activos queda claro en el Modelo de Fijación del Precio de los Activos de Capital (CAPM), que calcula el rendimiento esperado de un activo en función de su riesgo sistemático.
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