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En lugar de centrarnos en el castigo y en la disuasión pública, podemos guiar a quienes lo necesitan para que tomen mejores decisiones, ayudando a su reintegración en la sociedad para que puedan construir un futuro mejor para sí mismos y para sus seres queridos.
- En primer lugar, trataremos de comprender qué significa realmente la rehabilitación.
- A continuación, exploraremos la rehabilitación cognitiva.
- A continuación, hablaremos de los pasos de la rehabilitación.
- Por último, hablaremos de las similitudes y diferencias entre rehabilitación y reinserción.
¿Qué significa rehabilitación?
Rehabilitación, terapia de grupo entre cuatro personas sentadas en círculo, StudySmarter
Fig. 1, La rehabilitación se centra en reintegrar a los miembros en la sociedad, pexels
Cuando se comete un delito, la reacción normal ante él es la del castigo. Sin embargo, aunque en algunos casos esto puede ser necesario, es importante reconocer la importancia no sólo del castigo, sino de la rehabilitación, un medio por el que las personas pueden reflexionar sobre su delito, comprender por qué estuvo mal y esforzarse por ser mejores.
La rehabilitación es el proceso de reintegrar a las personas, por ejemplo a los delincuentes, en la sociedad como miembros funcionales, capaces de restablecerse como personas útiles y constructivas.
El proceso de rehabilitación comienza en la propia prisión y continúa después. La primera ley en este sentido fue aprobada por el gobierno británico en 1779 -la Ley Penitenciaria-, que establecía que la rehabilitación de los delincuentes debía aplicarse en todas las prisiones. Desde entonces, aunque el encarcelamiento es la forma de castigo que se impone a los delincuentes, la necesidad y la importancia de la rehabilitación no han hecho más que crecer.
El objetivo principal de la rehabilitación es reducir el comportamiento delictivo y aumentar el comportamiento prosocial.
Rehabilitación cognitiva
La Terapia Cognitivo-Conductual (TCC) es un componente clave cuando se trata de la rehabilitación de delincuentes juveniles y adultos. Sabemos que es nuestro pensamiento el que conduce a nuestro comportamiento, así que para que se produzca un comportamiento delictivo, debe existir alguna forma de pensamiento delictivo, ¿verdad? Según la TCC, se trata de un patrón de pensamiento disfuncional. Foroozandeh (2017) descubrió que los comportamientos de riesgo, como delinquir e infringir la ley, están asociados a la impulsividad y al deterioro cognitivo. ¹
Por lo tanto, en esta situación, la TCC se basa en que los individuos comprendan su pensamiento delictivo, entendiendo así qué contribuyó a su conducta delictiva en primer lugar. Esto permite modificar su pensamiento, lo que contribuye a modificar sus conductas.
Por eso, las intervenciones centradas en esta forma de TCC se centran en desarrollar las habilidades cognitivas en el área en la que existen déficits, y en reestructurar su pensamiento en las áreas en las que puede estar distorsionado.
Las técnicas que ayudan a que se produzcan estos cambios son cosas como el entrenamiento en habilidades, el control de la ira, la prevención de recaídas, entre otras. La más habitual es la prevención de recaídas, que se lleva a cabo evaluando el riesgo del delincuente hacia un determinado comportamiento e identificando los desencadenantes del mismo, como lugares de alto riesgo y mecanismos de afrontamiento ineficaces.
Pasos de la rehabilitación
Ahora te estarás preguntando cómo se produce la rehabilitación. Al igual que cualquier otro método, el proceso de rehabilitación consta de algunos pasos, con los que se intenta ayudar a quienes lo necesitan.
Economía de fichas
La Economía de Fichas es una parte integral del proceso de rehabilitación, y esto se debe a que enseña al delincuente a distinguir el bien del mal. ¿Cómo? Es simplemente un método de recompensar el buen comportamiento, ¿verdad? Pues no. Al identificar los comportamientos deseables que son aceptables (no sólo dentro de la prisión, sino en la sociedad), se identifican al mismo tiempo los comportamientos indeseables.
Luego, al recompensar estos comportamientos deseables, se enseña a los delincuentes lo que es correcto y lo que no, y se les anima a seguir realizando el comportamiento deseable; al fin y al cabo, las recompensas son lo que les empujará hacia el comportamiento deseable.
Las economías de fichas se centran en el uso de fichas que la gente puede ganar con buenos comportamientos para canjearlas por recompensas. También se pueden retirar por malos comportamientos.
Una vez discutido esto, es importante señalar que el éxito de las economías de fichas es limitado. Esto se debe a que, una vez que los presos son puestos en libertad y reinsertados en la sociedad, las recompensas por esos comportamientos deseables cesan, lo que reduce su motivación para llevarlos a cabo. Esto a veces puede conducir a la reincidencia².
Control de la ira
Novaco (1965)³ sugirió que los pensamientos de un individuo son la forma en que se produce la excitación emocional, y si esta excitación emocional es la de la ira, podría conducir a actos agresivos y delictivos. Por esta razón, se cree que el pensamiento debe tratarse en la fase en que es un pensamiento, para que no surja el comportamiento -esencialmente, si se experimenta un pensamiento como la ira, debe tratarse antes de que conduzca a una actividad delictiva.
El control de laira es una forma de terapia que intenta identificar los desencadenantes de la ira, y permite a las personas aprender habilidades de afrontamiento eficaces para calmarse y gestionar una situación de forma más positiva, sin necesidad de recurrir a la violencia.
La gestión de la ira consta de tres pasos, que son los siguientes
Preparación cognitiva: Aquí se pide al agresor que participe en una reflexión y piense en una situación pasada que le haya provocado algún tipo de ira u hostilidad. Al hacerlo, identifican el desencadenante o desencadenantes. Además, se les hace comprender cómo han interpretado esa situación, ya que esta interpretación es la que habría provocado su comportamiento. Una vez completados estos dos pasos, empiezan a ser más conscientes de sí mismos y pueden aprender técnicas que les ayuden a interpretar las situaciones de forma diferente.
Adquisición de habilidades: Nadie está diciendo que la gente no deba experimentar ira: eso es algo que no es posible. A los delincuentes se les enseña una serie de habilidades diferentes que les ayudan a gestionar estas emociones abrumadoras. Ejemplos de estas habilidades podrían ser mecanismos eficaces de afrontamiento, autoconversación positiva, habilidades de comunicación y técnicas de relajación y meditación.
Aplicación práctica: Una vez finalizados los pasos anteriores, se da a los delincuentes la oportunidad de poner a prueba su aprendizaje, mediante juegos de rol de distintas situaciones. Esto permite al delincuente identificar cómo ha cambiado su comportamiento para mejor y le da la confianza que necesitaría para seguir utilizando estas habilidades. Si su comportamiento no ha cambiado, permite a la persona que aplica esta terapia identificar lo que no ha funcionado.Estos juegos de rol se realizan entre el terapeuta y el agresor, en los que se vuelve a representar una situación anterior que induce a la ira, y el agresor puede utilizar técnicas como respuestas más racionales y calmadas, demostrando que su interpretación de la situación ha cambiado.
Esta técnica tiene como objetivo la causa cognitiva de la ira, en lugar de limitarse a cambiar el comportamiento. Por este motivo, podría conducir a un cambio de conducta a largo plazo.
Sin embargo, tiene un par de puntos débiles. Las pruebas de los efectos duraderos del control de la ira son muy limitadas y esto se debe a que es difícil que los escenarios de los juegos de rol den cuenta de todas las situaciones posibles que pueden desencadenar la ira. Además, no todos los comportamientos delictivos están motivados por la ira⁴, por lo que, naturalmente, en esos casos, el control de la ira no será eficaz.
Justicia reparadora
En la justicia reparadora, se anima a los delincuentes a asumir la responsabilidad de sus actos, enfrentándose cara a cara con sus víctimas. Asumiendo un papel activo en el proceso, las víctimas se reúnen con los delincuentes en un encuentro supervisado en el que se les da la oportunidad de hablar sobre el impacto que el delito del delincuente ha tenido en ellas, discutiendo cualquier angustia asociada al mismo. Esto ayuda porque da al delincuente la oportunidad de ver y comprender las consecuencias de sus actos, con la esperanza de que no vuelva a ocurrir.
La Justicia Reparadora es un proceso por el que se hace que los delincuentes se reúnan con las víctimas de su delito, ya sea su familia (en caso de asesinato) o la propia víctima, para que vean, de primera mano, qué impacto ha tenido su delito.
Aunque a primera vista pueda parecer una buena técnica, también tiene sus puntos débiles.
- Requiere mucho tiempo y dinero para llevarla a cabo y requiere profesionales altamente cualificados; no todo esto está fácilmente disponible, por lo que hay que prepararse para este proceso.
- Además, si el delincuente no tiene ningún sentimiento de remordimiento y quiere cambiar su comportamiento por la única razón de evitar la cárcel, esta técnica no funcionará: no estará abierto a comprender las consecuencias de su comportamiento y no asumirá su responsabilidad, que es un componente integral de la justicia reparadora.
- Por el contrario, si la familia de la víctima está más centrada en la venganza hacia el delincuente que en su rehabilitación, no estará dispuesta a participar.
Ley de Rehabilitación de Delincuentes (1974)
La Ley de Rehabilitación de Delincuentes de 1974 permite a las personas elegir si quieren o no revelar las condenas que puedan tener; en casos como la solicitud de empleo y la compra de casas, esto puede ser exactamente lo que necesitan los delincuentes. Hay dos aspectos principales en los que se centra la ley, (a) solicitar trabajo y (b) comprar un seguro.
La Ley de Rehabilitación de Delincuentes sólo se aplica en Inglaterra y Gales, y a veces el delincuente puede tener que revelar incluso sus condenas pasadas si determinadas funciones laborales están exentas de la ley.
Rehabilitación y reintegración
Aunque la rehabilitación y la reinserción van de la mano, y una es el resultado de la otra, la diferencia clave es que la rehabilitación es principalmente de naturaleza psicológica, en comparación con la reinserción, que es de naturaleza más social y medioambiental⁵.
Aunque los programas de rehabilitación penitenciaria tienen como objetivo provocar un cambio de comportamiento en el delincuente, es extremadamente difícil saber hasta qué punto tendrán éxito en la sociedad de la que forma parte el delincuente.
A menudo, aunque las pruebas sugieren que la razón de la reincidencia se debe a la falta de oportunidades de reinserción, otros estudios han descubierto que la verdadera razón se debe a la falta de voluntad del delincuente para cambiar, lo que le hace resistirse a querer rehabilitarse; esto conduce además a que la sociedad etiquete a dicho individuo como alguien "peligroso" y "delincuente reincidente"⁶.
Existe una clara diferencia entre rehabilitación y reintegración, y si se pasa por alto, puede llevar a una interpretación errónea de las estadísticas sobre reincidencia. La idea de que cambiar los pensamientos de una persona y, con ello, cambiar su comportamiento, le preparará para la reintegración en la sociedad, es un concepto que carece de la comprensión de que estas dos ideas tienen un enfoque fundamentalmente diferente: el de la rehabilitación son los pensamientos del individuo, y el de la reintegración es la sociedad en su conjunto⁷.
Entonces, ¿cuál es realmente la solución? Un proceso conocido como desistimiento secundario. Esto significa que el delincuente experimenta todo un cambio de identidad: este cambio debe centrarse en llevar un estilo de vida libre de delitos, aunque no exista amenaza de castigo, en caso de que se produzca un comportamiento delictivo.
Esencialmente, el individuo debe querer no cometer un delito, independientemente de las consecuencias, y es este objetivo el que debe estar en primera línea de todos y cada uno de los programas de rehabilitación y reinserción⁸.
Rehabilitación - Puntos clave
- La rehabilitación es el proceso de reintegración de personas, por ejemplo delincuentes, en la sociedad como miembros funcionales, capaces de restablecerse como personas útiles y constructivas.
- Terapia cognitivo-conductual (TCC) se basa en que las personas comprendan su pensamiento delictivo y modifiquen los pensamientos disfuncionales, comprendiendo así qué contribuyó a su conducta delictiva en primer lugar.
- Los pasos de la rehabilitación incluyen la introducción de economías simbólicas, programas y/o estrategias de control de la ira y justicia reparadora.
- La Ley de Rehabilitación de Delincuentes de 1974 permite a las personas elegir si quieren o no revelar las condenas que puedan tener, en casos como la solicitud de empleo, la compra de viviendas y los seguros.
- La rehabilitación y la reinserción van de la mano, pero una es el resultado de la otra; la rehabilitación es principalmente de naturaleza psicológica y la reinserción es de naturaleza más social y medioambiental.
Referencias
- Foroozandeh E. Impulsividad y deterioro de las funciones cognitivas en delincuentes. Forensic Res Criminol Int J. 2017;5(1):232-233. DOI: 10.15406/frcij.2017.05.00144
- Kirigin, K. A., Braukmann, C. J. Atwater, J. D., y Wolf, M. M. (1982). An Evaluation of . Teaching-Family (Achievement Place) Group Homes for Juvenile Offenders. Journal of Applied Behavior Analysis, 15, 1 - 6
- Novaco, R. W. (1975). Control de la ira: Desarrollo y evaluación de un tratamiento experimental. Lexington.
- Loza, W., y Loza-Fanous, A. (1999). La ira y la predicción de la reincidencia de delincuentes violentos y no violentos. Journal of Interpersonal Violence, 14(10), 1014-1029.
- Fox, K. J. (2014). Restaurar lo social: La reinserción del delincuente en un mundo de riesgo. Revista Internacional de Justicia Penal Comparada y Aplicada, 38(3), 235-256.
- Pratt, J. (2000). El castigo emotivo y ostentoso: Su declive y resurgimiento en la sociedad moderna. Castigo y Sociedad, 2(4), 417-439.
- Narayanan Ganapathy (2018) Rehabilitación, reintegración y reincidencia: una reflexión teórica y metodológica, Asia Pacific Journal of Social Work and Development, 28:3, 154-167
- Farrall, S. (2004). Social capital and offender reintegration Making probation desistance focused. En S. Maruna & R. Immarigeon (Eds.), After crime and punishment: Pathways to offender reintegration (pp. 57-82). Cullompton: Willan Publishing.
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