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Comprender los paisajes periglaciares
Los paisajes periglaciares son entornos austeros, a menudo hermosos, que han sido modelados por los procesos que tienen lugar en los bordes de los glaciares y las capas de hielo. Estos paisajes muestran una variedad de formas y características terrestres que son el resultado de los ciclos de congelación-descongelación y otros procesos del clima frío. Comprender estos paisajes no sólo es esencial para los geógrafos y los científicos de la Tierra, sino también para ti, si te interesa saber cómo los entornos más extremos de la Tierra pueden influir en la ecología del planeta y en las actividades humanas.
Definición de paisaje periglaciar
Porperiglaciar se entiende la zona adyacente a un glaciar o una capa de hielo y sometida a repetidas congelaciones y descongelaciones. Los paisajes periglaciares son, por tanto, regiones donde los procesos periglaciares son los principales factores que modelan la tierra. Estos paisajes no están cubiertos de hielo, pero experimentan condiciones climáticas frías similares.
La topografía de los paisajes periglaciares es diversa, y muestra patrones y formaciones, como suelos poligonales y lóbulos de solifluxión, característicos de estas regiones. En los paisajes periglaciares, la presencia de hielo suele estar dentro del suelo en forma de permafrost, hielo subterráneo o suelo congelado estacionalmente, y no como hielo superficial como en los glaciares.
Condiciones del paisaje periglaciar
Las condiciones periglaciares se dan predominantemente en regiones donde la temperatura media anual es inferior al punto de congelación, lo que da lugar a la presencia de permafrost. Algunos procesos clave que dan forma a los paisajes periglaciares son
- Acción de congelación-descongelación: El agua se filtra por las grietas durante los periodos más cálidos, se congela y luego se expande durante los periodos más fríos, provocando la desintegración de la roca.
- Soliflucción: Flujo lento y descendente del suelo saturado de agua en terrenos inclinados al congelarse y descongelarse periódicamente.
- Procesos termokársticos: Resultan de la fusión del hielo del suelo, lo que provoca el hundimiento de la tierra y el desnivel del terreno.
¿Dónde se encuentran los paisajes periglaciares?
Los paisajes periglaciares se encuentran principalmente en regiones de alta latitud, como los Círculos Ártico y Antártico, donde predominan las condiciones climáticas frías. En altitudes elevadas, como cordilleras montañosas como los Andes y el Himalaya, también son evidentes los rasgos periglaciares. Fuera de estas zonas, los paisajes periglaciares pueden encontrarse en regiones que han experimentado un retroceso glaciar, dejando tras de sí la zona periglaciar como una franja alrededor de las antiguas extensiones glaciares.
Cartografía global de las zonas periglaciares
Los científicos utilizan diversos métodos para cartografiar las zonas periglaciares, como imágenes por satélite, fotografía aérea y estudios de campo. La cartografía mundial de las zonas periglaciares es esencial para comprender la extensión y los cambios de estos paisajes, especialmente con los actuales escenarios de cambio climático.
Región | Características |
Tundra Ártica | Permafrost continuo con polígonos helados |
Subártico | Permafrost discontinuo, suelo modelado |
Alpino | Rocas destrozadas por el hielo, placas de solifluxión |
El calentamiento global puede provocar el deshielo del permafrost, liberando potencialmente grandes cantidades de gases de efecto invernadero y alterando los paisajes periglaciales.
Examinar los ejemplos locales de paisajes periglaciares
Mientras que los patrones globales proporcionan una visión general, los ejemplos locales de paisajes periglaciares revelan los intrincados detalles de estos entornos. Por ejemplo, el relieve de la tundra siberiana se debe a la congelación y descongelación estacional del suelo, mientras que los imponentes pináculos de piedra caliza llamados "penitentes" de los Andes están esculpidos por los intensos rayos del sol. Un examen más detallado de estos rasgos locales permite comprender mejor los microprocesos en juego y las condiciones necesarias para sustentar formas del terreno tan singulares. Las observaciones de estos paisajes también aportan valiosos conocimientos sobre las adaptaciones de la flora y la fauna en climas extremadamente fríos.
En Fairbanks, Alaska, por ejemplo, los "árboles borrachos" se yerguen en ángulos extraños debido a la descongelación desigual del suelo en las regiones periglaciares. Esto es una indicación directa del delicado equilibrio de estos ecosistemas y de la delgada línea que separa el suelo helado que sostiene árboles estables, y un ligero aumento de la temperatura que provoca hundimientos y árboles inclinados.
La interacción entre los paisajes glaciares y periglaciares
Los paisajes glaciares y periglaciares, a menudo próximos entre sí, presentan una interacción dinámica de procesos y características medioambientales. Aunque su apariencia pueda parecer similar al ojo inexperto, cada tipo de paisaje está moldeado por fuerzas y condiciones climáticas distintas. Comprender cómo interactúan e influyen entre sí estos paisajes permite comprender mejor la criosfera de la Tierra y su papel en la configuración de la superficie del planeta.
Paisajes periglaciares frente a glaciares: Diferencias clave
Tanto los paisajes periglaciares como los glaciares son entornos fríos comúnmente asociados a latitudes altas, pero no son lo mismo. Un paisaje periglaciar se caracteriza por un suelo perennemente helado, denominado permafrost, pero a diferencia de las regiones glaciares, no tiene hielo superficial presente en forma de flujos de hielo glaciar. En cambio, los paisajes gla ciares están directamente esculpidos por el movimiento del hielo en forma de glaciares o capas de hielo. Los procesos que dan forma a los paisajes periglaciares, como la solifluxión, la acción de las heladas y la contracción térmica, difieren notablemente de los procesos glaciares de arrancamiento y abrasión. La tabla siguiente destaca algunos rasgos distintivos:
Aspecto | Paisaje periglaciar | Paisaje glaciar |
Presencia de hielo | Permafrost, sin glaciares activos | Glaciares activos y capas de hielo |
Formas del terreno | Pingos, terreno con dibujos, cuñas de hielo | Valles en forma de U, morrenas, drumlins |
Movimiento del suelo | Soliflucción, fluencia por escarcha | Ajuste isostático, depósito de till glaciar |
Condiciones climáticas | Temperaturas bajo cero con ciclos anuales de hielo-deshielo | Constantemente bajo cero, influenciado por microclimas glaciares |
Se podría pensar que los paisajes periglaciares están "congelados en el tiempo", sin la constante fuerza remodeladora de los glaciares que fluyen y definen los paisajes glaciares.
Cómo afecta el hielo a las características de los paisajes periglaciares
En los paisajes periglaciares, el hielo del suelo tiene un profundo impacto en el suelo, la vegetación y la topografía general. Cuando el agua contenida en el suelo se congela, se expande, ejerciendo presión sobre el material circundante, lo que da lugar a formaciones del suelo con patrones distintivos. Además, esta expansión puede causar el levantamiento de las capas del suelo, formando rasgos como los pingos, que son estructuras en forma de montículo con un núcleo de hielo.El permafrost actúa como agente cementante, estabilizando las pendientes y creando una base sólida para el suelo, lo que garantiza que éste permanezca en su sitio durante los breves periodos de deshielo. El terreno que experimenta condiciones de permafrost también está sujeto a procesos como la contracción térmica, cuando un descenso de la temperatura hace que el suelo helado se contraiga, creando un campo de tensión que puede dar lugar a la formación de grietas poligonales o redes de cuñas de hielo.Además, la presencia de lentes de hielo, que son capas de hielo formadas dentro del suelo, contribuye al levantamiento por congelación, un proceso en el que la superficie del suelo se eleva por la formación y el crecimiento de hielo dentro del suelo. El hielo también contribuye al movimiento de los lóbulos de solifluxión, ya que el efecto lubricante de la descongelación de las capas de hielo subyacentes induce el movimiento ladera abajo del suelo encharcado. La tabla siguiente ofrece ejemplos de cómo los procesos periglaciares afectan a las características del paisaje.
Proceso | Rasgo del paisaje |
Ciclos de hielo-deshielo | Suelo modelado, polígonos de escarcha |
Formación de lentes de hielo | Escarcha, montículos de tierra |
Contracción térmica | Polígonos de cuña de hielo |
Soliflucción | Lóbulos y terrazas de soliflucción |
El impacto del hielo en el suelo y la roca
El hielo tiene un impacto significativo en el suelo y la roca de los paisajes periglaciares. Afecta a sus propiedades físicas, a su estructura y a las interacciones entre los distintos materiales terrestres. En estos entornos, el hielo puede acumularse en los poros del suelo y las grietas de las rocas, donde actúa como aglutinante durante los periodos fríos y como lubricante cuando se derrite. Procesos como el acuñamiento por esc archa se producen cuando el agua se filtra en las grietas de las rocas y se congela, expandiendo y ensanchando las grietas a medida que se forma el hielo.Otro proceso clave es el levantamiento por escarcha, que puede empujar el suelo y las rocas hacia arriba, dando lugar a superficies de suelo irregulares, también conocidas como terreno termokárstico. Los ciclos repetidos de congelación y descongelación pueden provocar la clasificación de las partículas del suelo debido a la migración del agua y su posterior congelación. Las rocas más grandes suelen salir a la superficie, y las partículas más finas se asientan debajo, creando un patrón ordenado en el suelo.Con el tiempo, estos procesos pueden provocar una importante erosión del suelo y la rotura de las rocas, afectando a la estabilidad de las laderas y alterando los patrones de drenaje del paisaje. Esta tabla destaca el impacto del hielo en el suelo y las rocas:
Tipo de impacto | Rasgo o efecto resultante |
Acuñamiento por escarcha | Rotura de rocas, polígonos de tundra |
Escarchamiento | Elevación de los perfiles del suelo, termokarst |
Crecimiento de lentes de hielo | Círculos no ordenados, forúnculos de escarcha |
Expansión y contracción térmicas | Redes de cuñas de hielo, polígonos de roca |
Los perfiles del suelo de permafrost a menudo presentan capas diferenciadas con contenido de hielo variable, que pueden observarse en zonas expuestas, como riberas de ríos o laderas erosionadas. Estos perfiles proporcionan un registro histórico de las condiciones climáticas del pasado y pueden revelar cambios a lo largo del tiempo en la profundidad de la capa activa del permafrost, la capa superficial que se descongela y se vuelve a congelar anualmente.
Procesos periglaciares y formas del terreno
Explorar las regiones más frías de la Tierra revela los dinámicos y singulares procesos periglaciares y formas del terreno que esculpen estos paisajes helados. Los paisajes periglaciares son zonas que, aunque no están cubiertas de hielo, sufren intensos procesos climáticos fríos, que modelan el terreno de múltiples maneras. Desde la acción de las heladas, que crea intrincados patrones del suelo, hasta los lentos movimientos de los flujos del suelo, estos procesos conducen a la formación de rasgos distintivos característicos de estos entornos.
Desglose de los procesos periglaciares
Los procesos periglaciares son clave para comprender la evolución y las características de los paisajes que se encuentran en los márgenes de los glaciares y las regiones cubiertas de hielo. Estos procesos suelen darse en zonas donde la temperatura es perennemente baja, y pueden ocurrir estacionalmente o como parte de tendencias climáticas más prolongadas. Alteran fundamentalmente el suelo y la roca, modelando y definiendo el aspecto y la naturaleza de los paisajes periglaciares.
- Acción de las heladas, que implica ciclos de congelación-descongelación que afectan a las estructuras del suelo y la roca
- Flujos del suelo, o soliflucción, resultantes del deshielo estacional de las capas superiores del suelo
- Formación de patrones en el suelo, creados por la congelación y expansión del suelo y el hielo.
La acción de las heladas y sus resultados
La acción de las heladas es un proceso fundamental en los entornos periglaciares, que da forma a la tierra mediante ciclos de congelación y descongelación. La mecánica de la acción de la escarcha implica la penetración de agua en el suelo y la roca, que luego se congela cuando bajan las temperaturas. Debido a la expansión del agua al congelarse (aproximadamente un 9% de aumento de volumen), se ejerce presión sobre el material circundante.Los resultados de la acción de la escarcha pueden ser de gran alcance:
- Larotura de la escarcha provoca la meteorización física de las rocas.
- Formación de escarcha, por la que el suelo superficial se desplaza hacia arriba.
- Nivación, un proceso que combina la acción de las heladas con la erosión del deshielo.
Por ejemplo, puedes observar los resultados de la acción de la escarcha en los pavimentos que se agrietan tras un invierno frío. Los mismos principios se aplican en los entornos periglaciares, pero a una escala mucho mayor, creando rasgos como el levantamiento diferencial por heladas, donde la susceptibilidad variable de la roca a los ciclos de congelación-descongelación provoca un terreno irregular.
¿Sabías que la construcción de algunas carreteras en regiones periglaciares debe tener en cuenta los efectos de la acción de las heladas para evitar daños a largo plazo?
Flujos de suelo y formación de patrones en el terreno
Los flujos de suelo, también conocidos como soliflucción, y la formación de patrones de suelo son otros procesos periglaciares importantes. La soliflucción se produce cuando la capa activa del suelo sobre el permafrost se descongela en verano, permitiendo que el suelo anegado fluya sobre el suelo aún congelado que hay debajo. Este proceso puede producir láminas y lóbulos de soliflucción en las laderas, identificables por sus rasgos en forma de lengua.El suelo con patrones son las formas geométricas crípticas que se encuentran en las superficies del suelo en las zonas periglaciares, que surgen debido a los ciclos estacionales de congelación-descongelación. Estos patrones incluyen
- Polígonos, que son formas delimitadas por fracturas o crecimiento vegetal.
- Círculos y redes de piedras, que resultan de la migración de piedras durante la contracción y expansión del suelo.
- Rayas que se forman en las laderas debido a una combinación de levantamiento por heladas y flujos del suelo.
Los suelos con patrones son un estudio fascinante de la geometría natural. Los científicos los utilizan para comprender la dinámica periglaciar, ya que la complejidad y variedad de los patrones reflejan la hidrología subyacente del suelo, el ciclo de las estaciones e incluso el movimiento del límite de congelación dentro del suelo a lo largo del tiempo.
Tipos de formas del terreno periglaciares
Los accidentes geográficos periglaciares son las características físicas únicas y notables creadas por los procesos periglaciares antes mencionados. Varían mucho en forma, tamaño y proceso de formación, pero algunos de los tipos más emblemáticos son el pingo, el thufur y los lóbulos de soliflucción.Estos accidentes geográficos no sólo tienen interés geográfico, sino que también proporcionan pruebas de las condiciones climáticas del pasado y son indicadores sensibles de los efectos del cambio climático actual. El estudio de estas características es vital para predecir futuros cambios en entornos similares de todo el mundo.
Pingo, Thufur y Lóbulos de Soliflucción
Un pingo es un montículo en forma de cúpula formado por un núcleo de hielo, y puede tener desde unos pocos metros hasta decenas de metros de altura. Los pingos se forman cuando se produce un movimiento ascendente del agua subterránea que se congela, formando un núcleo de hielo en expansión que empuja la tierra suprayacente hacia arriba.Los Thufur (también conocidos como montículos de tierra) son pequeños montículos de tierra y vegetación en forma de cúpula, generalmente de hasta un metro de altura. Se cree que se forman por ciclos de congelación-descongelación que afectan al suelo bajo la vegetación, provocando el levantamiento y posterior abombamiento de la superficie del suelo.Los lóbulos de soliflucción son el resultado de flujos graduales del suelo debidos al ciclo de congelación-descongelación. Estos lóbulos aparecen como lenguas de tierra de movimiento lento, a menudo con un frente curvo o lobulado, que fluyen cuesta abajo debido a la gravedad y a la presencia de la capa activa descongelada que se desliza sobre el permafrost.El proceso de formación de cada uno de ellos es complejo y depende de multitud de factores, como las variaciones de temperatura, las propiedades del suelo, el contenido de agua y la acción de la gravedad. Algunos de ellos pueden representarse con fórmulas que describen el comportamiento físico del suelo helado, como: egin{equation}V = k imes A imes ( abla T)^n ext{,} donde V es la velocidad de fluencia, A es una constante relacionada con el suelo, abla T es el gradiente de temperatura y n es una constante. end{equation}
Un ejemplo de pingo notable es el de Ibyuk, en la península de Tuktoyaktuk (Canadá), que mide más de 50 metros de altura y es uno de los mayores del mundo. Ejemplifica la escala de las características que pueden formarse como resultado de los complejos procesos que tienen lugar en los climas periglaciares.
Cuando pienses en un pingo, imagina una ampolla gigante que surge en la superficie de la Tierra, con hielo que empuja la tierra hacia arriba a medida que crece.
Entornos periglaciares y cambio climático
El cambio climático ha despertado el interés mundial por los entornos periglaciares, zonas únicas moldeadas por el frío pero no permanentemente glaciadas. Estas regiones, caracterizadas por el permafrost y los procesos de congelación-descongelación asociados, son especialmente sensibles a los efectos del cambio climático. A medida que aumentan las temperaturas globales, los entornos periglaciares se enfrentan a importantes transformaciones, que pueden tener implicaciones de gran alcance para los ecosistemas globales y las infraestructuras humanas.
Los paisajes periglaciares y los efectos del cambio climático
Los paisajes periglaciares están experimentando cambios observables como consecuencia del cambio climático. Estas regiones, que se encuentran en latitudes y altitudes elevadas de todo el planeta, se caracterizan por formas del terreno como el suelo poligonal, los pingos y los lóbulos de solifluxión. El rasgo definitorio de muchos paisajes periglaciares es el permafrost, suelo que permanece helado durante al menos dos años consecutivos. Las alteraciones de estos entornos únicos debidas al cambio climático son especialmente preocupantes debido a la materia orgánica rica en carbono almacenada en el permafrost que, al descongelarse, podría amplificar el calentamiento global a través de las emisiones de gases de efecto invernadero.Varios procesos definen estos paisajes, como los ciclos de congelación-descongelación, la soliflucción y la presencia de hielo en el suelo, que crean ondulaciones y patrones distintivos del terreno. Sin embargo, el aumento de las temperaturas amenaza con perturbar estos procesos intensificando el deshielo del permafrost y alterando los niveles de humedad del suelo, lo que repercute no sólo en la geomorfología sino también en los ecosistemas y las actividades humanas que dependen de estos paisajes. Las consecuencias del cambio climático en las zonas periglaciares ya pueden observarse en el aumento de la frecuencia de los corrimientos de tierras, la actividad termokárstica y los daños a las infraestructuras debidos al hundimiento del suelo.Además, el cambio climático afecta a la distribución y el grosor de la capa activa del permafrost, lo que provoca cambios en los patrones de vegetación y la hidrología. Con la profundización de la capa activa -la capa superior del suelo que se descongela y congela estacionalmente- se producen cambios en la dinámica de los nutrientes del suelo que pueden afectar al crecimiento y la distribución de las plantas, alterando potencialmente todo el bioma. Los modelos climáticos predicen un calentamiento continuado, lo que implica que los paisajes periglaciares podrían reducirse o incluso desaparecer con el tiempo, cambiando sustancialmente los entornos de alta latitud del mundo.
El deshielo del permafrost y sus implicaciones
El deshielo del permafrost es uno de los impactos más significativos del cambio climático en los paisajes periglaciares, y conlleva implicaciones medioambientales, económicas y sociales de gran alcance. El deshielo del permafrost puede provocar la degradación del suelo conocida como termokarst, el colapso de la superficie terrestre que crea depresiones, lagos y otras formas terrestres inestables. Como el permafrost contiene materiales orgánicos que han estado congelados durante milenios, su descongelación puede desencadenar la actividad microbiana, provocando la liberación de dióxido de carbono y metano, potentes gases de efecto invernadero que contribuyen aún más al calentamiento global.Desde una perspectiva económica, las infraestructuras establecidas sobre el permafrost -como carreteras, tuberías y edificios- están en peligro, ya que el suelo congelado, antes estable, se vuelve propenso a asentarse y moverse. La integridad de estas infraestructuras se ve comprometida, lo que exige reparaciones, ajustes o reubicaciones extensas y costosas. Para las comunidades indígenas y locales que viven en entornos periglaciares, el deshielo del permafrost puede alterar su modo de vida, afectando al uso tradicional de la tierra, los cotos de caza y los lugares de patrimonio cultural.Además, el deshielo del permafrost tiene implicaciones hidrológicas, alterando los patrones de flujo de las aguas subterráneas y contribuyendo a cambios en la descarga de los ríos y la calidad del agua. El posible deshielo del permafrost a gran escala también presenta riesgos para la biodiversidad, ya que los hábitats se ajustan a los cambios del suelo y los regímenes hídricos, obligando a las especies a adaptarse, migrar o enfrentarse a la amenaza de la extinción.El interés mundial por mitigar los efectos del deshielo del permafrost ha aumentado, y las estrategias incluyen el control de las emisiones de gases de efecto invernadero procedentes del deshielo del permafrost, soluciones de ingeniería para estabilizar las infraestructuras y la gestión de los ecosistemas para garantizar la resistencia frente a estos cambios.
La liberación de gases de efecto invernadero por el deshielo del permafrost es un ejemplo clásico de bucle de retroalimentación positiva, en el que el calentamiento provoca emisiones que causan más calentamiento.
Predecir el futuro de las zonas periglaciares
Predecir el futuro de las zonas periglaciares es un reto complejo que combina climatología, geología y ecología. Los modelos climáticos desempeñan un papel fundamental en la previsión de cómo podrían evolucionar estas zonas en respuesta a las emisiones de gases de efecto invernadero y el calentamiento global. Los investigadores utilizan diversas herramientas, como la teledetección, los estudios sobre el terreno y los modelos de simulación, para evaluar la estabilidad del permafrost y la posibilidad de cambios en las características periglaciales.Uno de los retos de la predicción es la variación dentro de las zonas periglaciales. Factores como la composición del suelo, la cubierta vegetal, la acumulación de nieve y las condiciones climáticas locales pueden influir en la respuesta del permafrost a los aumentos de temperatura. Por ejemplo, el efecto aislante de una gruesa capa de nieve puede proteger el permafrost del deshielo, pero si el cambio climático provoca una reducción de las nevadas, esta protección disminuye.Las estrategias de predicción incluyen el examen de las condiciones periglaciares pasadas conservadas en los registros geológicos, que pueden proporcionar pistas sobre cómo respondieron estos paisajes a cambios climáticos anteriores. Los modelos incorporan la física de la transferencia de calor en el permafrost y la química de la liberación de gases de efecto invernadero. Estos modelos suelen representarse con ecuaciones diferenciales que describen, por ejemplo, la conductividad térmica del suelo o la dinámica de la liberación de carbono, siguiendo formas como egin{equation}k abla^2 T + Q = C rac{ abla T}{ abla t} ext{,} end{equation}donde \(k\) es la conductividad térmica, \( abla^2 T\) la distribución de la temperatura, \(Q\) cualquier fuente interna de calor (como la descomposición microbiana), \(C\) la capacidad calorífica, y \(rac{ abla T}{ abla t}\) la velocidad de cambio de la temperatura en el tiempo.Integrando estos modelos con los datos climáticos actuales y previstos, los investigadores esperan no sólo predecir los cambios en las zonas periglaciares, sino también informar de las políticas y prácticas que podrían mitigar los efectos negativos de estos cambios. Comprender los posibles paisajes futuros es fundamental para planificar el desarrollo de infraestructuras, gestionar los recursos naturales y conservar la biodiversidad ante unas condiciones que cambian rápidamente.
Por ejemplo, los modelos han pronosticado que el Talud Norte de Alaska, una importante zona periglaciar, experimentará una importante disminución de la extensión del permafrost, lo que suscita preocupación por las infraestructuras de petróleo y gas del estado, así como por sus ecosistemas naturales.
Los modelos de predicción han demostrado que, a finales de siglo, las zonas periglaciares podrían retroceder hacia el norte y a mayores altitudes, reduciendo drásticamente su cobertura global. El alto contenido de carbono del permafrost significa que su deshielo podría aportar hasta 1,7 billones de toneladas de carbono a la atmósfera, lo que convierte el estudio y la predicción de estos procesos en un aspecto crítico de los esfuerzos mundiales para mitigar el cambio climático.
Identificación de los rasgos y características de las zonas periglaciares
Las zonas periglaciares, que se encuentran en las altas latitudes del Ártico y el Antártico, así como a gran altura en las cadenas montañosas, presentan rasgos y características distintivos conformados por los procesos únicos de estos entornos fríos. Reconocer estos aspectos es crucial para comprender la dinámica de las regiones periglaciares de la Tierra. Al adentrarte en el estudio de los paisajes periglaciares, descubrirás un rico tapiz de formaciones geológicas, perfiles del suelo y patrones de vegetación, todos ellos influidos por el clima perennemente frío de estas zonas.
Características clave de los entornos periglaciares
Los entornos periglaciares se caracterizan por un conjunto de rasgos distintivos que reflejan las duras condiciones climáticas bajo las que se forman. Incluyen elementos como el permafrost, el suelo modelado, los lóbulos de soliflucción y los paisajes termokársticos, donde la influencia del hielo se extiende más allá de los glaciares o casquetes polares visibles. Es esencial examinar de cerca cada característica para comprender la intrincada naturaleza de estos entornos fríos. El permafrost es quizá la característica más definitoria: es una capa de suelo permanentemente helado que puede extenderse a grandes profundidades, afectando no sólo a la estabilidad del suelo sino también a los sistemas ecológicos y humanos. El suelo estampado es otra manifestación intrigante, en la que el suelo se dispone en formas geométricas, como círculos, redes o rayas, debido a la expansión y contracción del suelo. Los lóbulos de soliflucción son el resultado del movimiento lento y estacional del suelo sobre la capa impermeable de permafrost, que a menudo da a las laderas un aspecto aterrazado. Los paisajes termokársticos evolucionan allí donde el hielo del suelo se descongela para crear un terreno hummocky con hondonadas y pequeñas masas de agua, lo que repercute en la hidrología y los biomas locales. La siguiente tabla resume algunas de estas características con breves descripciones:
Rasgo | Descripción |
Permafrost | Capa de suelo perennemente helada, que afecta a la estabilidad del suelo |
Suelo con dibujos | Formaciones superficiales como círculos o rayas debidas a los cambios de temperatura del suelo |
Lóbulos de soliflucción | Patrones de flujo del suelo que crean un paisaje aterrazado en las laderas |
Termokarst | Paisaje irregular con huecos formados por el deshielo del suelo |
A menudo, la mejor forma de observar el terreno modelado es desde arriba, ya que ofrece pruebas visuales sorprendentes de los ciclos de congelación-descongelación del suelo.
Características únicas de los paisajes periglaciares
Los paisajes periglaciares no sólo se definen por sus condiciones climáticas frías, sino también por sus características geomorfológicas y ecológicas únicas. Estos paisajes suelen ser remotos y austeros, y albergan una vegetación y una fauna resistentes, adaptadas a temperaturas extremas y nutrientes limitados. A diferencia de los paisajes glaciares, que son esculpidos activamente por el hielo en movimiento, los entornos periglaciares son modelados por el hielo del suelo y los procesos de congelación-descongelación del permafrost. Los ciclos de congelación-descongelación provocan la contracción y expansión del suelo, produciendo características distintivas como las cuñas de hielo y los pingos (hidrostáticos e hidráulicos, respectivamente). Las cuñas de hielo se forman como resultado del agrietamiento debido a la contracción térmica, que luego se llena de agua y se congela para formar cuñas de hielo que producen patrones poligonales en el suelo. Los pingos, por su parte, son montículos o colinas con un núcleo de hielo formado por la presión del agua subterránea que se congela al ascender hacia la superficie. La presencia de campos de bloques, campos de fragmentos angulosos de roca, refleja una intensa fragmentación por escarcha, un proceso en el que el agua helada rompe la roca. En cuanto a la vegetación, encuentras una flora singularmente adaptada, como la tundra, que puede sobrevivir a las duras condiciones, siendo comunes los arbustos, líquenes y musgos. La vida animal incluye especies bien equipadas para el frío, como los renos/caribúes, que pueden desplazarse por el accidentado terreno periglaciar. Estos paisajes constituyen fascinantes campos de estudio para los científicos que vigilan los efectos del cambio climático, ya que las zonas periglaciares son de las primeras en mostrar transformaciones significativas asociadas a las variaciones de la temperatura global.
El estudio de las cuñas de hielo y otros rasgos periglaciares puede ayudar a reconstruir las condiciones climáticas de la Tierra en el pasado. Por ejemplo, la orientación y morfología de las cuñas de hielo pueden reflejar cambios históricos de temperatura y movimientos del suelo. Por ello, los paisajes periglaciares son un valioso archivo de datos paleoclimáticos.
Interpretación de la vegetación de las zonas periglaciares
En las zonas periglaciares, la vegetación es escasa y se compone principalmente de especies adaptadas a resistir el frío extremo, los fuertes vientos y las cortas estaciones de crecimiento. Estas adaptaciones incluyen crecer cerca del suelo para evitar la cizalladura del viento, tener una elevada relación superficie-volumen para captar eficazmente la luz solar y, a menudo, ser de hoja perenne para aprovechar los breves periodos de calor. La vegetación de la tundra, por ejemplo, presenta líquenes, musgos y arbustos enanos como brezos y sauces. Las plantas de estos entornos han evolucionado para aprovechar al máximo los breves meses de verano, cuando la capa activa se descongela, permitiendo el crecimiento de las raíces y el acceso a los nutrientes. También se han adaptado para sobrevivir en un entorno de suelo que carece del libre intercambio de aire que se encuentra en zonas no periglaciares debido al efecto barrera del permafrost. Además de las bajas temperaturas, las zonas periglaciares presentan un desafío único debido a la presencia de un suelo modelado, que puede crear microhábitats con humedad y disponibilidad de nutrientes variables. Por ejemplo, en zonas con círculos de piedra, la vegetación puede encontrarse principalmente en los espacios entre las rocas, donde se acumulan la tierra y la humedad. A continuación se enumeran algunos tipos comunes de vegetación y sus condiciones periglaciares típicas:
- Líquenes - Prosperan en superficies rocosas expuestas, se adaptan a las bajas temperaturas y a la desecación.
- Musgos - Ocupan zonas húmedas entre los dibujos de las piedras, soportan condiciones de suelo compactado y con poco oxígeno.
- Arbustos enanos - Aprovechan el breve verano para crecer, anclándose en suelos poco profundos.
Un ejemplo sorprendente de adaptación de la vegetación periglacial es el musgo ártico (Calliergon giganteum), que puede sobrevivir congelado la mayor parte del año y aprovecha los cortos meses de verano para crecer y reproducirse rápidamente.
Muchas plantas periglaciales tienen proteínas anticongelantes para evitar la formación de cristales de hielo en sus tejidos, que pueden ser letales.
Adaptación a las condiciones climáticas periglaciares
La adaptación a las condiciones climáticas periglaciales es uno de los aspectos más fascinantes de la vida en estos entornos extremos. Los organismos son increíblemente resistentes y han desarrollado mecanismos fisiológicos y de comportamiento para hacer frente a las frías e inestables condiciones. Los animales, por ejemplo, pueden tener un grueso pelaje aislante o capas de grasa, comportamientos como la hibernación o la migración a zonas más cálidas, y complejas estructuras sociales para ayudar a compartir y conservar el calor.La adaptación humana es igualmente impresionante. Las culturas indígenas han prosperado en regiones periglaciares durante miles de años, desarrollando tecnologías y estructuras sociales adaptadas al duro entorno. Entre ellas se incluyen la construcción de viviendas capaces de resistir los constantes ciclos de congelación y descongelación, como el iglú inuit, y el desarrollo de prendas de vestir de pieles de animales que proporcionan un excelente aislamiento.En los tiempos modernos, las soluciones de ingeniería se han dirigido a construir edificios con cimientos ajustables para contrarrestar el deshielo del permafrost y a resolver los retos de la construcción de carreteras, donde el deshielo del subsuelo puede causar ondulaciones en la superficie. La tabla siguiente resume algunas adaptaciones realizadas por humanos y animales en climas periglaciares:
Especie/Grupo | Tipo de adaptación |
Zorro ártico | Pelaje grueso para aislar, hábitos excavadores para escapar del viento frío |
Caribú/ciervo | Migración estacional, adaptación de las pezuñas a terrenos diversos |
Pueblos indígenas | Prácticas culturales, diseños arquitectónicos como el iglú, ropa de abrigo |
Ingenieros/Arquitectos | Técnicas de construcción especializadas para cimientos a prueba de heladas |
Las pautas migratorias del caribú representan una adaptación muy afinada a las condiciones periglaciares. Estos animales emprenden una de las migraciones terrestres más largas, desplazándose a las zonas de parto que ofrecen las mejores condiciones para la supervivencia de sus crías, mostrando un intrincado equilibrio entre las necesidades biológicas y el entorno periglacial.
Paisajes periglaciares - Puntos clave
- Definición de paisaje periglaciar: Zona adyacente a los glaciares sujeta a condiciones de congelación-descongelación, no cubierta de hielo pero que experimenta climas fríos similares.
- Procesos y formas del terreno periglaciares: Los procesos clave como la acción de congelación-descongelación, la soliflucción y la actividad termokárstica dan forma a rasgos como los pingos y los terrenos con dibujos.
- Paisajes periglaciares y cambio climático: El calentamiento del clima afecta a los paisajes periglaciares al transformar el permafrost, lo que puede liberar gases de efecto invernadero y alterar el terreno.
- Características medioambientales: Las zonas periglaciares se caracterizan por el permafrost, el hielo del suelo y rasgos como cuñas de hielo y polígonos de escarcha, que indican el predominio de ciclos de congelación y descongelación.
- Distribución mundial: Los paisajes periglaciares se encuentran principalmente en las regiones árticas y antárticas de gran latitud y a grandes altitudes, como los Andes y el Himalaya.
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Preguntas frecuentes sobre Paisajes periglaciales
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