Características de la Salud Mental

Características de la salud mental y sus ejemplos

La relación entre la mente y el cuerpo abarca componentes clave que contribuyen al estado emocional que uno experimenta. En general, podemos hablar de siete componentes de la salud mental.

7 Componentes de la salud mental

Los siete componentes de la salud mental incluyen el apoyo, la comunidad, la salud física, la salud ambiental, la salud intelectual, los límites y el autocuidado.

Apoyo

Aquí, apoyo se refiere al apoyo profesional, el tipo de apoyo que recibes de un profesional de la salud mental titulado.

Aunque los amigos y la familia también son importantes para los sistemas de apoyo, la razón por la que consideramos aquí a los profesionales es que son capaces de ofrecer una visión objetiva de nuestros pensamientos y sentimientos y nos proporciona a alguien completamente ajeno a nosotros con quien podemos hablar de nuestras experiencias, ayudándonos a identificar pautas de comportamiento.

Comunidad

Tu comunidad puede incluir a tus amigos y familiares, cualquier grupo de iguales online o en persona, y los servicios e intercambios que realices.

• Rodearte habitualmente de personas que dan prioridad a un estilo de vida sano y positivo, con objetivos similares, puede desempeñar un papel importante en cómo te sientes no sólo contigo mismo, sino con los demás.

Salud física

Nuestro cuerpo está formado por varios sistemas diferentes que trabajan juntos para garantizar que estemos sanos y seamos capaces de sobrevivir y prosperar día a día. Sin embargo, ninguno de estos sistemas es indestructible; si un sistema falla, el impacto se dejará sentir en todos los demás. La única forma de combatirlo es cuidarnos a nosotros mismos. Las formas básicas de dar a nuestro cuerpo los cuidados que se merece son dormir lo suficiente, hacer ejercicio con regularidad, seguir una dieta equilibrada y mantenernos hidratados.

Fig. 2 - La salud física es importante para nuestra salud mental.

Salud ambiental

Tu entorno incluye cosas como tu lugar de trabajo, la situación de tu vivienda y tus relaciones (románticas y platónicas), además de la naturaleza y el aire fresco. Si alguna de estas situaciones es inadecuada o insana, puede pasar factura a tu bienestar mental y provocarte estrés y frustración.

Salud intelectual

Del mismo modo que los músculos de nuestro cuerpo necesitan ejercitarse para mantenerse, necesitamos una estimulación constante de nuestros procesos mentales para asegurarnos de que se mantienen sanos y no se deterioran.

La mejor forma de hacerlo es asegurándote de que aprovechas cualquier oportunidad para aprender y adquirir conocimientos:

Esto te ayudará a mantener tu cerebro despierto y te permitirá explorar distintas vías, ¡quizás incluso descubrir un interés que no creías tener!

Límites

Los límites no están pensados para mantener a la gente fuera de tu vida, sino para dar prioridad a las cosas importantes para ti y proteger tu salud mental. Cuando se establecen de forma respetable y honesta, se sabe que fortalecen las relaciones, ya que sirven para comunicar las cosas que estás dispuesto a aceptar y las que no.

Autocuidado

El autocuidado implica realizar actividades que contribuyan positivamente a todos los aspectos de tu bienestar: físico, mental y emocional. Lo que hagas en nombre del autocuidado depende de lo que identifiques como mejora o empeoramiento de tu salud mental.

Un equilibrio saludable es importante en el autocuidado.

Características de una buena salud mental

Es importante recordar que la buena salud mental depende de distintos factores y se ve afectada por actitudes, expectativas y prácticas culturales. No siempre son universales, y la siguiente sección se centra en un enfoque occidental de la salud mental. En general, las características comunes de las personas que se considera que tienen una buena salud mental incluyen

• Agradecimiento - Si estás pasando un día o una semana difíciles, puede que sentirte positivo no te resulte natural. Por difícil que sea, es importante que encuentres tiempo para reflexionar sobre los acontecimientos diarios y encontrar cosas por las que estar agradecido.
• Compromiso positivo con la sociedad - Planificar acontecimientos y actividades para hacer con amigos, familiares e incluso compañeros de trabajo puede ser una buena forma de darte algo que te ilusione.
• Estrategias de afrontamiento eficaces en tiempos difíciles - Una señal de que alguien tiene un buen dominio de su salud mental es su capacidad para afrontar los retos que la vida puede plantearle, resolver los problemas y hacer frente a las tensiones y decepciones cotidianas que pueda sufrir.
• Capacidad para dejar ir - Las estrategias de afrontamiento eficaces pueden incluir a veces dejar ir los traumas o dejar atrás ciertos acontecimientos para centrarse en el futuro. Aferrarte a las discusiones y conflictos que ocurren en tu vida puede impedirte avanzar. Sin embargo, el contexto importa, y esto no es para todo el mundo.
• Resiliencia en tiempos difíciles - La persistencia para seguir adelante puede ser difícil cuando te sientes desmotivado o sin energía, y tu salud mental contribuye enormemente a que te rindas o sigas adelante.
• Sistemas de apoyo y prestación de ayuda - Ser comprensivo y servicial con las emociones de los demás, incluso cuando estás atravesando una situación difícil, demuestra tu consideración hacia los que te rodean. Construye y fortalece las relaciones con los demás.

Características de una mala salud mental

A menudo, hay múltiples factores que contribuyen a una mala salud mental. Es importante tenerlos en cuenta, no sólo si estás preocupado por un ser querido, sino también por ti mismo. Una vez más, estas características están sujetas a cambios culturales, actitudes y valores. Un enfoque occidental tiende a centrarse en las siguientes características como signo de una salud mental deficiente o en declive.

• Ansiedad y preocupación - La preocupación y el estrés son parte habitual de la vida, pero si la preocupación es persistente e interfiere en tu vida diaria, afectando a tu capacidad para realizar tareas que normalmente harías, puede ser algo que debas investigar más a fondo.
• Depresión e infelicidad - Los sentimientos de tristeza e infelicidad son frecuentes cuando se producen como reacción a un acontecimiento determinado, como una discusión con un ser querido o sacar una mala nota en un examen, pero cuando estos sentimientos no desaparecen con el tiempo, pueden ser motivo de preocupación.
• Emociones inestables - Cuando te irritas por cosas sin importancia, dar un paso atrás para evaluar tus sentimientos puede ayudarte a comprender su origen.
• Sueño alterado - Dormir demasiado, dormir demasiado poco, tener dificultades para conciliar el sueño y tener dificultades para permanecer dormido, son formas diferentes en que pueden manifestarse estos problemas.
• Cambios en el apetito - Los grandes cambios repentinos en el peso (aumento o disminución) pueden ser motivo de preocupación y estar relacionados con problemas más graves de lo que se pensaba en un principio, pero también pueden ser la forma que tiene tu cuerpo de responder a determinadas situaciones estresantes o de reaccionar ante estímulos físicos.
• Retirada de la sociedad - Si observas que tú o tu ser querido os retiráis de las interacciones sociales, más de lo habitual, y no participáis en actividades que normalmente esperarían o disfrutarían, pueden empezar a sonar las alarmas.
• Abuso de sustancias - Beber de forma recreativa o social es una norma aceptable en la mayoría de las sociedades y rara vez se considera que alguien actúe fuera de lo normal. Sin embargo, si te encuentras haciéndolo para hacer frente a otros problemas y empiezas a depender de estas sustancias, esto puede convertirse pronto en unaadicción a .
• Culpabilidad e inutilidad - Criticarte y culparte a menudo con pensamientos como "soy un fracaso" y "soy indigno" es motivo de preocupación.