Farsa

Farsa: significado

En las obras de farsa, encontramos personajes con rasgos exagerados puestos en situaciones absurdas.

El objetivo principal de una farsa es crear risa y entretener al público. Los dramaturgos utilizan distintas técnicas de comedia e interpretación para conseguirlo, a menudo utilizando movimientos físicos de ritmo rápido y humorísticos, dilemas, violencia inofensiva, mentiras y engaños.

Farsa: historia

Podemos encontrar los precursores de la farsa en los antiguos teatros griegos y romanos. Sin embargo, el término farsa se utilizó por primera vez en la Francia del siglo XV para describir la combinación de distintos tipos de comedia física, como la payasada, la caricatura y la vulgaridad, en una única forma de teatro. El término tiene su origen en el término culinario francés farcir, que significa "rellenar". A principios del siglo XVI, se convirtió en una metáfora de los interludios cómicos que se insertaban en los guiones de las obras religiosas.

La farsa francesa ganó popularidad en toda Europa. El dramaturgo británico John Heywood (1497-1580) la adoptó en el siglo XVI.

La farsa surgió como una forma artística vital durante la Edad Media en Europa. La farsa fue un género popular durante el siglo XV y el Renacimiento, lo que contrarresta la percepción común de la farsa como comedia "baja". Atraía al público y también se benefició de la llegada de la imprenta. William Shakespeare (1564-1616) y el dramaturgo francés Molière (1622-1673) utilizaron elementos de la farsa en sus comedias.

Aunque perdió fama en el teatro, la farsa resistió el paso del tiempo y sobrevivió hasta el siglo XIX y principios del XX gracias a obras como La tía de Charley (1892) de Brandon Thomas (1848-1914). Encontró un nuevo medio de expresión con la ayuda de cineastas innovadores como Charlie Chaplin (1889-1977).

Fig. 1 Ejemplo de una escena de una comedia de farsa

Características de la farsa

Los elementos que se encuentran en las obras de farsa varían, pero éstas son las características comunes de la farsa en el teatro:

• Las tramas y los escenarios absurdos o irreales suelen constituir el trasfondo de la farsa. Sin embargo, suelen tener finales felices.
• La farsa implica escenas exageradas y un desarrollo superficial de los personajes. La trama de una farsa suele contener inversiones de papeles que van en contra de las convenciones sociales, giros inesperados, identidades equivocadas, malentendidos y violencia resuelta mediante la comedia.
• En lugar de un desarrollo lento y profundo de la trama, las comedias farsescas implican una acción rápida adecuada para el momento cómico.
• En las obras de farsa son frecuentes los papeles únicos y los personajes unidimensionales. A menudo, se introducen personajes con poco trasfondo o relevancia en aras de la comedia.
• Los personajes de las farsas suelen ser ingeniosos. Los diálogos incluyen réplicas rápidas y ocurrencias descaradas. El lenguaje y la caracterización de la farsa pueden no ser políticamente correctos ni diplomáticos.

Farsa: comedia

Las obras de farsa suelen contener payasadas, vulgaridad y bufonería, que eran características importantes de la comedia antes de Shakespeare. Se especula que esto se hizo para reflejar la naturaleza cómica e impredecible de la vida, diferente de sus representaciones idealistas. La farsa suele considerarse inferior en cuanto a calidad intelectual y literaria. Sin embargo, el tema de la farsa varía desde la política, la religión, la sexualidad, el matrimonio y la clase social. Como género teatral, la farsa da más importancia a las acciones que a las palabras, por lo que los diálogos suelen ser menos importantes que las acciones.

Farsa: ejemplo

La farsa es originalmente un género teatral, y ha sido adoptado y popularizado por los cineastas.

Obras de farsa

En la Francia medieval, las obras de farsa cortas se insertaban o "rellenaban" en obras más grandes y serias. Por tanto, la historia del teatro francés está incompleta sin una consideración de las representaciones populares de farsas.

Farsas en francés

Como comprenderás por los títulos, las comedias farsescas suelen basarse en temas triviales y burdos. Muchas de estas farsas son de origen anónimo y se representaron en Francia durante la Edad Media (c. 900-1300 d.C.).

Algunos ejemplos destacados son La farsa del pedo(Farce nouvelle et fort joyeuse du Pect), creada aproximadamente en 1476, y Monkey Business, or, A Marvelous New Farce for Four Actors, to Wit, the Cobbler, the Monk, the Wife, and the Gatekeeper (Le Savetier, le Moyne, la Femme, et le Portier), escrita entre 1480 y 1492.

Otras farsas notables del teatro francés son Le Chapeau de paille d'Italie (1851), de Eugène-Marin Labiche (1815-1888), y La Puce à l'oreille (1907), de Georges Feydeau (1862-1921), así como las farsas escritas por Molière.

Las comedias de Shakespeare

Quizá te sorprenda saber que, a pesar de su "baja" categoría, Shakespeare, considerado uno de los más grandes dramaturgos de todos los tiempos, escribió muchas comedias farsescas.

Fig.2 El Globo de Shakespeare, situado en Londres

Se plantea la hipótesis de que el modelo de farsa en las comedias de Shakespeare se basa en la negativa de los personajes a ser cómplices de las circunstancias sociales que les rodean. El carácter farsesco de las comedias es, por tanto, una manifestación de su rebeldía. Famosas comedias como La fierecilla domada (1592-4), Las alegres comadres de Windsor (1597) y La comedia de los errores (1592-4) contienen un elemento inconfundible de farsa.

Lo que vio el mayordomo (1967) de Joe Orton, La importancia de ser Ernesto (1895) de Oscar Wilde, la obra italiana Muerte accidental de un anarquista (1974) de Dario Fo, Noises Off (1982) de Michael Frayn, Puertas comunicantes (1995) de Alan Ayckbourn y Boeing-Boeing (1960) de Marc Camoletti son ejemplos más recientes de farsa.