Democracia Directa

Democracia directa frente a democracia representativa

La mayoría de nosotros estamos más familiarizados con la democracia representativa, pero mucha gente confunde la democracia directa y la representativa, ya que seguimos votando en las democracias representativas.

La principal diferencia entre las democracias directa y representativa es que en las democracias representativas los ciudadanos votan a losrepresentantes de y no sobre decisiones políticas concretas. A continuación, los representantes votan la política y la legislación. La democracia directa evita el paso intermedio de elegir representantes que luego votan sobre iniciativas políticas, haciendo que los ciudadanos voten directamente sobre política.

Características de la democracia directa

Hay tres características principales de la democracia directa. Son la participación directa, la gobernanza ascendente y la regla de la mayoría. En primer lugar, en la democracia directa hay una participación directa del pueblo en la toma de decisiones. No hay intermediarios entre el pueblo y el gobierno, como políticos, funcionarios o representantes.

La siguiente característica de las democracias directas es que adoptan un enfoque ascendente en lugar del enfoque descendente que adoptan las democracias representativas. Se denomina ascendente porque muchas personas toman decisiones que luego informan y vinculan a las personas de arriba. Por el contrario, un enfoque descendente se da cuando un pequeño número de personas en la cúspide toman decisiones y luego imponen esas decisiones a la población en la base.

Por último, las democracias directas se basan en el gobierno de la mayoría. Esto significa que lo que quiera la mayoría de la gente es lo que ocurre. La democracia directa exige la participación masiva del pueblo en la legislación y en la toma de decisiones relativas a los asuntos del Estado. Esto evita la tiranía de la minoría.

Ejemplos modernos de democracia directa

Aunque la democracia directa como sistema político ha prevalecido históricamente, hoy en día es poco frecuente. Sin embargo, muchas democracias representativas actuales siguen utilizando algunos aspectos de la democracia directa. Algunos de los ejemplos más populares son los referendos, las peticiones y las revocaciones.

Referendos

Banderas de la Unión Europea y del Reino Unido desgarradas simbolizando el Brexit, Tim Reckmann, CC-BY-2.0.

Podría decirse que la forma de democracia directa más utilizada en la actualidad es el referéndum. Un referéndum es un tipo de votación directa en la que el pueblo vota a favor o en contra de una ley, política o decisión que aborda una cuestión concreta en el estado o el país. En lugar de votar para elegir representantes, el pueblo toma la decisión por sí mismo.

Peticiones

En una petición, los ciudadanos recogen firmas sobre un tema concreto y proponen que se acepte como ley. En lugar de esperar o intentar convencer a los políticos de que creen una propuesta para someterla a votación, los ciudadanos pueden apelar directamente al gobierno para que realice un cambio.

En algunos países, existe la obligación legal de que el gobierno responda a una petición. Por ejemplo, en el Reino Unido, cuando una petición supera las 10.000 firmas, el gobierno debe responder; cuando supera las 100.000 firmas, la Comisión de Peticiones decide si debe celebrarse un debate en el Parlamento sobre el asunto.

Revocación

La revocación es un mecanismo mediante el cual los votantes pueden poner fin al mandato de un cargo electo incluso antes de las siguientes elecciones generales. Si los ciudadanos están muy descontentos con la actuación de un cargo electo, pueden presentar una moción de destitución. Si hay suficientes personas que piden la destitución de un cargo electo, la destitución se somete a votación (lo que se denomina Elecciones de Destitución). Si hay suficientes votos a favor de la destitución, el cargo electo debe abandonar su puesto.

Pros y contras de la democracia directa

La democracia directa tiene muchas ventajas, pero también hay muchas razones por las que no se popularizó en la era moderna y por las que la democracia representativa ocupó su lugar.

Pros de la democracia directa

Los partidarios de la democracia directa suelen señalar como ventajas la participación y el compromiso, la transparencia y la responsabilidad, y la igualdad y la cooperación.

Participación y compromiso

Las elecciones se celebran con frecuencia y los ciudadanos pueden iniciar sus propias propuestas políticas. Al ser responsables del gobierno y de la toma de decisiones, los ciudadanos tienden a implicarse más en las cuestiones políticas. Esto también hace que estén más informados sobre lo que ocurre en el gobierno.

Transparencia y responsabilidad

La democracia directa ayuda a aumentar la transparencia y la responsabilidad del gobierno. Las cuestiones importantes se debaten entre los ciudadanos. Como son los ciudadanos quienes toman las decisiones públicamente (en lugar de los políticos a puerta cerrada), hay mucha más responsabilidad y transparencia. La revocación también proporciona un mecanismo para dar al pueblo la última palabra si un político no hace bien su trabajo.

Igualdad y cooperación

Puesto que en la democracia directa cada individuo tiene un interés equitativo en la elaboración de políticas, todos pueden expresar sus ideas libremente. El pueblo no tiene que depender de un representante para la comunicación y la información, ni preocuparse de si su cargo electo le representará adecuadamente. En una democracia directa, hay menos rebeliones, protestas e incertidumbre porque cada ciudadano puede participar en la toma de decisiones.

Contras de la democracia directa

Por otra parte, los críticos de la democracia directa suelen señalar como desventajas la incompetencia, los retrasos en la toma de decisiones, la tiranía de la mayoría y los bajos niveles de participación.

Incompetencia o mala información

Una de las principales críticas a la democracia directa es la preocupación acerca de si se puede confiar en que los ciudadanos tomen la decisión correcta. Parte de esto puede tener su origen en prejuicios, ya que algunos políticos no creían que los pobres tuvieran la inteligencia o los conocimientos necesarios para tomar decisiones adecuadas. Sin embargo, sí suscita preocupación sobre si se puede influir en grandes grupos de personas debido a campañas de desinformación. Los partidarios de la democracia representativa no confiaban en que la población tomara decisiones tan importantes y consideraban que sólo los políticos debían tener ese poder.

Retraso en la toma de decisiones

En una democracia representativa, los representantes elegidos elaboran políticas y promulgan leyes en nombre del pueblo, lo que permite tomar decisiones con rapidez. Cuantas menos personas intervengan en la decisión (y, por tanto, cuanto más centralizada), más rápidamente podrá tomarse y aplicarse la decisión. Por ello, una de las principales críticas es que la democracia directa no funciona en los países más grandes y con mayor población, lo que constituye una de las principales razones de su escasez en la actualidad.

La tiranía de la mayoría

Si estás en minoría en una democracia directa, no tienes mucha voz. Esto también se llama "tiranía de la mayoría", porque mientras tu opinión esté entre el 51%, te saldrás con la tuya. Por ejemplo, si el 55% de la gente quiere ir a la guerra y el 45% no, el país seguirá yendo a la guerra aunque haya miles de personas que estén en contra. Esto también puede dar lugar a problemas de discriminación y opresión de las minorías.

Bajo nivel de participación

Para que la democracia directa sea eficaz y eficiente, debe haber un alto nivel de participación del pueblo. Por desgracia, esto no siempre es una realidad. Por ejemplo, de los 40.000 habitantes de Glaris (Suiza), sólo 6.000 personas (o el 15%) estuvieron presentes en el debate parlamentario y en la emisión del voto. Si la gente no participa, las decisiones estarán sesgadas o representarán mal las necesidades reales del pueblo.

Países que utilizan la democracia directa

Papeletas de voto para las iniciativas populares y el referéndum federal suizo de 2015, Wikimedia Commons

Aunque es poco frecuente, todavía hay algunos países que utilizan varios aspectos de la democracia directa en el gobierno cotidiano. El ejemplo más famoso es Suiza, que es una democracia semidirecta.

Una de las formas en que Suiza incorpora la democracia directa a su sistema político es mediante la "iniciativa popular". Esto significa que el pueblo puede proponer una enmienda o adición a la Constitución a nivel federal o proponer una nueva ley a nivel cantonal o municipal. Si la iniciativa alcanza 100.000 firmas en un plazo de 18 meses, se celebra una votación sobre el asunto.

En Suiza también hay referendos obligatorios y opcionales. Los referendos obligatorios son para cualquier cambio en la Constitución, ya que éstos no pueden aprobarse sin el voto mayoritario del pueblo. Los referendos facultativos son para leyes federales y seguirán adelante si se recogen 50.000 firmas.