Etnogénesis

Definición de etnogénesis

La etnogénesis se refiere al proceso mediante el cual surge un grupo étnico diferenciado a lo largo del tiempo. Esto puede ocurrir a través de diversos procesos sociales, históricos y culturales, como la migración, la amalgama de distintos grupos y el desarrollo diferenciado de un subgrupo dentro de una comunidad mayor. El grupo étnico resultante suele compartir una identidad común, que incluye elementos como la lengua, la cultura y los sistemas de creencias.

Visión general de la etnogénesis

La etnogénesis tiene dos formas diferentes. Puede ser pasiva, es decir, un resultado no intencionado de los cambios que se producen con el tiempo dentro de un grupo social. Estos cambios pueden estar determinados por una combinación de distintos factores, como la religión, la geografía y la lengua.

La etnogénesis también puede ser activa, provocada intencionadamente por fuerzas externas, en virtud de diversos factores, como cuestiones políticas, disparidades económicas y discriminación hacia o contra determinados subgrupos.

El concepto de etnogénesis se acuñó en el siglo XIX, pero resurgió en el mundo académico en el siglo XX. En esa época se revisó el concepto y, tras la era nazi, se aplicó a estudios retrospectivos sobre los habitantes godos de Europa occidental en la Antigüedad Tardía.

En aquella época, se debatieron y cuestionaron muchos puntos centrales del concepto, como si la presencia de un líder carismático era una influencia importante en la etnogénesis.

Etnogénesis pasiva

Según el concepto de etnogénesis, un factor clave en el desarrollo de etnias separadas es la religión. Esto puede ocurrir a menudo como resultado de la distinción lingüística entre grupos religiosos. Por ejemplo, las comunidades musulmanas están muy marcadas por su desarrollo en árabe, los cristianos en latín y los judíos en hebreo, etc.

La geografía también es un factor vital en la determinación de la etnogénesis. Cuanto más aislado genética y culturalmente esté un grupo, mayor será la posibilidad de que desarrolle su propia identidad distintiva. Los factores de lejanía geográfica y mestizaje hacen que el desarrollo dependa menos de los valores culturales compartidos que de la identificación familiar.

En resumen, hay tres factores centrales en la determinación de la etnogénesis pasiva:

1. La religión

2. La lengua

3. La geografía.

Dos factores secundarios que los historiadores consideran relevantes en el proceso de etnogénesis son la formación de un mito fundador y la presencia de un líder carismático.

Etnogénesis activa

La relación entre las sectas religiosas y la identidad étnica no siempre está clara. Puede haber factores internos al grupo que influyan en la etnogénesis, como las leyes de mestizaje con otras sectas o confesiones. Estas influencias internas también pueden entremezclarse con influencias externas; la etnogénesis rara vez es puramente activa o pasiva.

La etnogénesis activa, de nuevo, puede surgir de cuestiones políticas, brechas económicas o discriminación. En algunos casos, pueden coincidir las tres cosas. Por ejemplo, si la clase dirigente favorece a un grupo social, dialecto o lengua en detrimento de otro, puede producirse discriminación contra el grupo subyugado u oprimido.

En resumen, la etnogénesis activa se impone desde fuera. Puede surgir de cualquiera de los siguientes factores:

1. Político

2. Económico

3. Discriminatorio.

Ejemplos de etnogénesis

El modelo del Imperio Romano de "divide y vencerás" influyó en la etnogénesis de las culturas bajo el dominio de los imperios, desde Gran Bretaña hasta Japón. La mezcla de fuerzas internas y externas, y de contrafuerzas, en juego también subraya la dificultad de gestionar un imperio desde lejos. He aquí dos ejemplos históricos de etnogénesis:

Moldavia

La etnogénesis moldava surgió bajo el dominio soviético en la década de 1920 como una invención para mantener las reivindicaciones territoriales en Rumanía. El Parlamento moldavo sostiene hoy que los moldavos tienen su propia identidad étnica, con lengua y tradiciones propias, distintas de las de la minoría rumana. Sin embargo, hoy en día sólo los antiguos estados soviéticos reconocen esta diferencia.

Ruanda

Bajo el inflexible dominio belga en la década de 1920, los ruandeses sufrieron la politización de las líneas étnicas previamente existentes cuando los belgas concedieron privilegios a la minoría tutsi. Éstos eran principalmente campesinos, pero también incluían a la clase dirigente y a la monarquía. Dichos privilegios se negaron a la mayoría hutu, perpetuando una cultura de discriminación y creando enormes fisuras en la sociedad ruandesa.

La historia conceptual de la etnogénesis

La etnogénesis se introdujo como un nuevo término para el desarrollo de grupos étnicos diferenciados en el siglo XIX, pero no se conceptualizó hasta después de la II Guerra Mundial. Los historiógrafos nazis habían perpetuado afirmaciones espurias al utilizar su metodología sobre la historia de los godos en Europa. Ahora se consideraba que sus conclusiones no eran fiables en cuanto al enfoque alemán de "la tribu" y su línea directa con la Solución Final.

Fig. 2 - Los godos pueden considerarse un ejemplo de etnogénesis. Los godos eran un grupo de tribus germánicas que desempeñaron un papel importante en la caída del Imperio Romano de Occidente durante el Periodo Migratorio de la Antigüedad Tardía.

Era necesaria una revisión ética para empezar de nuevo tras el final de la Segunda Guerra Mundial. Había que limpiar el viejo sistema de la metodología nazi, que ahora se ha revelado ampliamente como tendencioso en el mejor de los casos y malvado en el peor.

Un texto clave en ese momento fue la historiografía de Reinhard Wenskus sobre los bárbaros, a los que describió como poseedores de los siguientes rasgos que, según el autor, eran necesarios para la etnogénesis:

1. Multiétnicos
2. Un liderazgo conjunto
3. Un sentido del "nosotros
4. Un núcleo de "tradición".

Otro texto clave fue la Historia de los Godos de Herwig Wolfram, que estableció a estos pueblos como el caso de estudio definitivo de la etnogénesis y conceptualizó finalmente el término. Wolfram sostenía que los bárbaros eran anteriores a las influencias imperialistas y helenísticas romanas y que originalmente eran multiétnicos, lo que significaba que las consideraciones tribales genéticas eran discutibles, ya que los grupos peripatéticos elegían a sus nuevos miembros basándose en otras consideraciones.

En última instancia, las cuestiones clave de la etnogénesis pasaron a ser:

1. ¿Cuándo y cómo se convirtió este grupo en un pueblo?
2. ¿Cómo se formó su identidad?
3. ¿Cuál es el significado de esta identidad desde una perspectiva histórica (en términos de migración, transformación y declive)?

Antropología de la etnogénesis

Los antropólogos tienen otra opinión sobre la etnogénesis, a saber, que los relatos históricos no tienen en cuenta el efecto que tiene la economía en la creación de la "cultura" y no de la civilización.

Durante la Antigüedad tardía, por ejemplo, los grupos bárbaros se volvieron más heterogéneos -y, por tanto, cultos- a medida que los lugareños contrataban a jefes militares romanos para que actuaran como mercenarios. Esta práctica condujo a una menor romanización de los bárbaros y redefinió su etnia una vez más. Sin embargo, les permitió exigir grandes cantidades de oro en sus contratos, que los arqueólogos acabaron encontrando en las tumbas de los bárbaros.

Los antropólogos han atribuido el término "indigenismo " a un proceso por el que los grupos étnicos se vuelven más cultos cuando el centro económico de la identidad étnica tribal original se ve amenazado. Por ejemplo, más o menos en la misma época en que Estados Unidos estaba amenazado económicamente por los japoneses, que lo superaban tecnológicamente, los grupos indígenas nativos americanos se dedicaron a construir casinos y a replegarse a sus identidades tribales. Este repliegue hizo que el número de miembros de las tribus aumentara sustancialmente en los años siguientes.

La indigenidad es similar a la etnogénesis en su comprensión de la génesis de la identidad tribal, pero los historiadores no han incluido el factor económico en sus estudios, a diferencia de los antropólogos.