Segunda Fitna

Fecha de inicio y fin de la Segunda Fitna

Los historiadores están divididos sobre cómo datar la Segunda Fitna:

El historiador Fred Donner data el final de la guerra civil con la victoria del califa Abd al-Malik sobre al-Zubayr en 692:

Causas de la Segunda Fitna

Hubo tres causas principales de la Segunda Fitna, que exploraremos en esta sección.

Cuestiones sin resolver de la Primera Fitna (656-661 d.C.)

La Primera Fitna estalló alno haber un líder claro que se hiciera cargo del califato tras el asesinato del califa Uzmán.

• Algunos, los precursores de los chiíes, creían que el liderazgo debía permanecer dentro de la familia del Profeta. Estaban especialmente enfadados por la posibilidad de que los omeyas Quraysh se convirtieran en califas, ya que esta familia había luchado originalmente contra Mahoma y sólo se convirtió cuando Mahoma tomó su ciudad natal de La Meca.

• Otros, los precursores de los suníes, pensaban que cualquier musulmán fiel debía poder ser elegido califa.

Al final de la Primera Fitna, el califa Alí (yerno del profeta Mahoma) fue asesinado. El liderazgo habría pasado directamente al hijo de Alí, Hasan. Sin embargo, Muawiya, que era gobernador de Siria, negoció con Hasan que abdicaría para permitir que Muawiya se convirtiera en califa a cambio de un cuantioso pago. De este modo, se retiró el liderazgo a los descendientes de Mahoma. Algunos musulmanes estaban contentos con este traspaso de liderazgo, pero otros pensaban que se había quitado por la fuerza el liderazgo al heredero legítimo.

Cuando murió el califa Muawiya, estas tensiones volvieron a estallar. Renació la contienda sobre si el liderazgo debía pasar a través de la familia omeya o si debía revertir a los descendientes del califa Alí para mantener el liderazgo dentro de la familia del Profeta.

La política sucesoria del califa Muawiya de elegir a su hijo, Yazid, como sucesor.

Se trataba de un movimiento sin precedentes dentro del califato islámico -antes, los califas siempre habían sido elegidos por su cercanía al Profeta o por sus méritos políticos y militares-.

Esto fue percibido por un número significativo de musulmanes como una corrupción de la comunidad de fe en una monarquía egoísta que estaba más interesada en el poder político que en las preocupaciones religiosas.

Tensiones sociales y económicas en el Imperio

Uno de los mayores problemas a los que se enfrentó el imperio fue la división entre árabes y no árabes. Esto creaba problemas sociales cuando la aristocracia árabe trataba mal a los no árabes. Los agravios contra los árabes se convirtieron en un movimiento político a gran escala en la región de Kufa, cuando un hombre llamado Mukhtar argumentó que el imperio necesitaba un Mahdi para resolver este problema. Muchos no árabes apoyaron la rebelión de Mukhtar porque estaban muy disgustados con el sistema social imperante.

Periodo de la Segunda Fitna

Esta guerra civil fue desordenada y compleja, con muchos pretendientes y facciones diferentes con objetivos distintos. Para simplificar las cosas, esta sección comienza con una visión general de las principales figuras, antes de ver una cronología del periodo.

Fig. 2 - Mapa que muestra las distintas zonas controladas por diferentes facciones en la guerra civil.

Figuras clave

A continuación se presentan las figuras clave de la Segunda Fitna.

Fig. 3 - Árbol genealógico omeya.

Cronología de la Segunda Fitna

A continuación se muestra una cronología de los acontecimientos de la Segunda Fitna.

Vencedor de la Segunda Fitna: El califa Abd al-Malik

Abdal-Malik fue el califa más piadoso que la dinastía omeya había visto hasta entonces. Pasó una temporada en Medina en su juventud, por lo que su estilo de vida religioso hizo que muchos que antes habían criticado a los omeyas le respetaran y le reconocieran como su líder. Entre los mayores logros de Abd al-Malik se encuentra la creación de la Cúpula de la Roca en Jerusalén.

Una de las cosas más influyentes que hizo Abd al-Malik como califa fue centralizar la administración omeya para que se hiciera en árabe y no en las lenguas locales de las distintas tierras del califato. Esto permitió a los musulmanes árabes ganar más poder. A la larga, esto sólo significó que aumentaran los problemas de los musulmanes no árabes, lo que se convertiría en una importante amenaza para el gobierno omeya en años posteriores.

El otro cambio significativo del gobierno de Abd al-Malik fue que creó una nueva moneda musulmana. Esto formaba parte de una oleada de islamización bajo su mandato.

Segunda Fitna: Significado y trascendencia

Hubo tres resultados significativos de la Segunda Fitna.

Restauración del dominio omeya

Al final de la guerra civil, los omeyas triunfaron. Seguirían gobernando hasta el año 750 d.C., cuando tomó el poder la dinastía abbasí.

Arabización del Califato

La victoria de Abd al-Malik significó que los musulmanes árabes eran aún más privilegiados que antes de la guerra civil en comparación con los musulmanes no árabes. En particular, el hecho de que la administración hubiera pasado de una variedad de lenguas locales al uso exclusivo del árabe concentró aún más el poder en manos de los musulmanes árabes.

La división entre suníes y chiíes en el Islam

La cuestión de quién debía dirigir la comunidad islámica estalló en dos sectas ferozmente enfrentadas durante la Segunda Fitna.

Los proalíes (que se convirtieron en chiíes durante la guerra civil) apoyaban la idea de que sólo aquellos que estuvieran emparentados con el Profeta debían convertirse en líderes.

El resto de la comunidad (que se convirtió en sunní durante la guerra civil) creía en una forma de gobierno más democrática, en la que los líderes debían ser elegidos entre toda la comunidad de creyentes.

Aunque estas tensiones habían estado presentes durante la Primera Fitna, fue durante la Segunda Fitna cuando las facciones se dividieron en entidades religiosas y culturales separadas, en lugar de ser simplemente grupos políticos rivales.

Fig. 4 - Batalla de Karbala del pintor persa Abbas Al-Musavi.

El momento decisivo de este conflicto se produjo en la batalla de Karbala, cuando las fuerzas de Yazid mataron al nieto del Profeta , Husayn. Muchos musulmanes, incluso los que estaban a favor de los Umeyas, quedaron traumatizados por el hecho de que el gobierno islámico hubiera matado a un miembro de la familia del Profeta.

Lo que diferenciaba la muerte de Husayn de los asesinatos de Uzmán y Alí era que aquellos asesinatos habían sido perpetrados por pequeñas fuerzas insurrectas contra los dirigentes del gobierno islámico. La muerte de Husayn representaba al propio gobierno islámico derramando la sangre del Profeta.

Esto hizo que la facción Pro-Alid dejara de ser un grupo puramente político centrado en la cuestión del liderazgo para convertirse en una comunidad religiosa única con sus propios rituales y memoria colectiva: el Islam chiíta. Por ejemplo, los musulmanes chiíes conmemoran cada año a Husayn y la batalla de Karbala en un ritual conocido como el Día de la Ashura. El profesor de Estudios Islámicos Heinz Halm argumenta:

El significado del asesinato de Husayn continúa en el islam chiíta hasta nuestros días. Cuando Sadam Husein lanzó una invasión del Irán suní en 1980, presentó la guerra como la:

En cierto modo, se podría argumentar que, a largo plazo, la Segunda Fitna no terminó con la victoria de Abd al-Malik sobre al-Zubayr, sino que continúa hasta nuestros días.