Escolasticismo

Influencia de la Escolástica Árabe

Desde 1100 hasta 1700, el escolasticismo dominó la vida intelectual europea. Basándose en el razonamiento dialéctico, los europeos trataban ahora de discernir la verdad mediante la lógica y el razonamiento combinados con el dogma tradicional. Desde el siglo IX, los europeos habían redescubierto las obras filosóficas perdidas del antiguo mundo griego. Aunque al principio esto fue impulsado en gran medida por los irlandeses, que poseían los mayores depósitos de este conocimiento en Europa, el hambre de información hizo que los europeos lanzaran una red más amplia. Encontraron lo que buscaban en el mundo árabe.

Fue en el siglo XII cuando estos materiales árabes permitieron a los europeos un mayor acceso al pensamiento griego conservado. Sin embargo, había un problema importante. El árabe era muy distinto del latín, que los eruditos europeos leían y escribían. Se crearon dificultades para analizar los significados exactos, ya que las obras se habían traducido del griego al árabe y luego al latín, a veces con más lenguas de por medio.

Al cabo de dos siglos, los europeos estarían más interesados en localizar los originales griegos. Eso no significaba que ya no hubiera influencia árabe en la escolástica. El trabajo que los pensadores musulmanes habían realizado para sintetizar el pensamiento antiguo con una cosmovisión monoteísta fue importante para los escritores cristianos posteriores. Además, varios conceptos de origen árabe, como los números arábigos, resultaron esenciales para el desarrollo académico europeo.

Escolástica árabe medieval

Entre los siglos VIII y XII se produjo la Edad de Oro islámica. Durante este periodo, dos conceptos críticos llamados Kalam y Falsafa se introdujeron en el pensamiento árabe.

En el Imperio Abbasí, muchas de las obras intelectuales más importantes del mundo se reunieron en una gran biblioteca conocida como la Casa de la Sabiduría, en Bagdad. Este periodo concluyó con la publicación de la obra de gran influencia La incoherencia de los filósofos, de al-Ghazali. Creía en seguir estrictamente el Islam, ignorando cualquier idea contradictoria presentada por los filósofos.

A medida que se extendía la influencia de al-Ghazali, los increíbles avances científicos que se estaban produciendo en el mundo árabe empezaron a desvanecerse.

El aristotelismo y la escolástica árabe

Los proyectos de traducción que emprendió el Imperio abbasí durante el siglo IX preservaron e hicieron accesibles las obras de Aristóteles a los eruditos árabes. Supervisada por Hunayn ibn Ishaq, la obra ejerció una inmensa influencia en el pensamiento árabe y musulmán. Además de las obras Ética Eudemia, Magna Moralia y Política, se incluyeron casi todos los escritos de Aristóteles.

Siguieron tres oleadas de pensamiento a medida que las obras eran digeridas por los pensadores musulmanes.

Fig. 2: Al-Kindi.

Al-Kindi

Mientras que Ishaq había sido un cristiano nestoriano en una sociedad mayoritariamente musulmana, su contemporáneo Al-Kindi retomó las obras de Aristóteles en un contexto musulmán. Comprometido directamente en la traducción al árabe de obras griegas anteriores, Al-Kindi inició el proceso de síntesis del pensamiento griego y musulmán. A lo largo de 260 libros, Al-Kindi popularizó a Aristóteles y a otros griegos entre los pensadores musulmanes.

Avicennismo

La aceptación de las ideas de Aristóteles estaba muy extendida en el mundo musulmán. Hubo otro pensador notable, Al-Farabi. Recibióel título de "Segundo Maestro". El propio Aristóteles fue el primer maestro al que se refería el título de Al-Farabi. Erudito en un asombroso número de disciplinas, desde las matemáticas hasta la música, Al-Farabi escribió comentarios que se centraban en situar las obras de Aristóteles en el contexto de la secta sufí del Islam específicamente.

Su obra abrió el camino a Avicena, que nació en 980, 30 años después de la muerte de Al-Farabi. La escuela de pensamiento avicenista se convertiría en una de las principales corrientes de la filosofía islámica.

Fig. 3: Averroes.

Averroísmo

La siguiente gran síntesis entre Aristóteles y el pensamiento musulmán se produciría en el siglo XI. La escuela de pensamiento averroísta fundada por Averroes continuaría el desarrollo del pensamiento musulmán sobre las ideas de Aristóteles. La influencia de estas ideas desarrolladas por Averroes fue aún mayor en Occidente que en el mundo musulmán.

La escolástica y los filósofos árabes

Fue la obra de dos filósofos árabes concretos la que más influyó en el pensamiento escolástico europeo. Fueron Avicena y Averroes. Estos dos pensadores tendieron un puente entre el pensamiento de la Antigüedad y las creencias monoteístas del periodo medieval.

Avicena

Avicena, cuyo nombre árabe era Ibn Sīnā, fue un filósofo persa nacido en el año 980. Fue el más conocido e importante de los filósofos y científicos árabes. Distinguido desde muy joven, memorizó el Corán a los 10 años antes de aprender lógica y medicina a los 16 años. Sus habilidades se pusieron a prueba cuando curó al sultán de Bujara de una enfermedad desconocida. Como recompensa, el sultán le dio acceso a la biblioteca de Sāmānid, alimentando aún más sus enormes conocimientos.

Fig.4: Avicena

Comenzando cuando sólo tenía 21 años, Avicena produjo una extensa obra que incluía 240 escritos. Sus intereses temáticos abarcaban desde el duro estudio científico de las matemáticas, la geometría, la astronomía y la física, hasta temas artísticos como la poesía y la música.

Entre sus obras destaca El libro de la curación, conocido como Kitāb al-shifāʾ en el original árabe, y disponible para los escolásticos con el título latino Sufficientiae. La obra, de cuatro volúmenes, era una enciclopedia que abarcaba la lógica, la metafísica y los conceptos científicos. Su concepción de Dios como Causa Primera de todas las cosas ayudó a los escolásticos a casar el pensamiento cristiano con las ideas aristotélicas.

Averroes

Averroes era el nombre latino utilizado para referirse al filósofo árabe cuyo nombre en árabe era Ibn Rushd. Nacido en la actual España en 1126, Averroes fue otro influyente comentarista de obras griegas antiguas. Tras haber servido como juez y médico del califa, era una persona extremadamente culta.

Fue el califa Abū Yaʿqūb quien encomendó a Averroes la tarea de escribir un comentario sobre las obras de Aristóteles y Platón. De 1169 a 1195, escribió resúmenes y comentarios destinados a iluminar las obras antiguas para un público árabe musulmán. Su interés por reconciliar específicamente a Aristóteles con la religión del Islam puede parecer una extraña elección de inspiración para la Europa cristiana, pero resultó ser un punto de partida útil para los pensadores escolásticos.